39
Lo siento
La culpa se hizo parte de él como un sentimiento principal, y las pesadillas no se detuvieron luego de aquel día de duelo, incluso, empeoraron. ..
A veces eran dos veces por semana, tres, y siempre era lo mismo, y cada vez eran más padecidos, más reales, como si lo estuviera viendo nuevamente una y otra vez llenándolo de remordimiento, castigándolo.
Llegaba a los baños de la sexta planta, alrededor de él olía a humedad, atacaba, la sangre, Draco jadeando, los gritos desgarradores, y despertaba, sudoroso, con los ojos llorosos, suplicando que todo fuera solo una mala pesadilla mientras busca a Draco en el mapa del merodeador como un loco, que era incapaz de ir tras de él y preocuparlo. Lo último que quería era que Draco se preocupara de él, que se entera de sus pensamientos, y de sus "accidentes" cuando siempre lo hacía; los huesos rotos, las explosiones en la clase de pociones. Draco siempre estaba ahí para salvarle el pellejo, directa y indirectamente y tenía miedo de causarle a él algún tipo de lesión por tenerlo tan cerca.
Siendo sinceros jamas gozo de buena suerte, y la gente alrededor de él mucho menos. Desde sus mas viejos recuerdos, estuvo sitiado de muerte y pena, y una noche, entendió que las pesadillas en su cabeza no eran eso, era algo más, una señal...
—¡No! ¡No! ¡Basta! —Chilló Myrtle la Llorona, y su voz resonó en las paredes revestidas de azulejos— ¡Basta! ¡Basta!
Hubo un fuerte estallido y el cubo que había detrás de Harry explotó. El muchacho intentó echar la maldición de las piernas unidas, que rebotó en la pared, detrás de la oreja de Malfoy, y destrozó la cisterna adonde se había subido Myrtle, que gritó a voz en cuello. Salía agua por todas partes y Harry resbaló al tiempo que Malfoy, con la cara contorsionada, gritaba:
—¡Crucia...!
—¡¡Sectumsempra!! —Bramó Harry desde el suelo agitando la varita como un desaforado.
De la cara y el pecho de Malfoy empezó a salir sangre a chorros, como si lo hubieran cortado con una espada invisible. El chico dio unos pasos hacia atrás, se tambaleó y se desplomó en el encharcado suelo con un fuerte chapoteo. La varita se le cayó de la mano derecha, flácida.
—No —Dijo Harry con voz ahogada.
Resbalando y tambaleándose también, se puso en pie y se lanzó hacia Malfoy, que tenía la cara roja y con las manos se palpaba el pecho, empapado de sangre.
—No... Yo no...
Harry no le entendió y se arrodilló a su lado. Malfoy temblaba de forma descontrolada en medio de un charco de sangre.
Se removió incomodo en la cama, confundió, pesando, "¿dónde está? ¿Dónde está?" cuando de la nada era el quien estaba dentro de su propio recuerdo. Todo se veía tan real. Observo a los lados taciturno, ¿qué estaba pasando? ¿Dónde estaba el?
—¿¡Profesor Snape!?—Grito Harry con un sonido ahogado al ver qué no había ni un solo ruido en el cuarto más que los lamentos fríos de Draco. El miedo comenzaba a profanarle todos los sentidos y fue en aumento al sentir que el cuerpo del chico en sus brazos comenzaba a tener espasmo erráticos—No, no, no, espera, t-te llevare a la enfermería—Aunque su intento fue rápidamente suprimido ante el grito de dolor de Draco al tratar de levantarlo—¡Perdóname!... no quise, ¡Porfesor Snape! ¡Maldita sea!
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¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒ
FanfictionLas cartas llegan un día inesperado. El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería ha vuelto a abrir sus puertas tras una guerra que solo se conservara en los libros de historia, y no en sus pilares reconstruidos. Harry Potter y sus amigos regresan para...