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Los capítulos especiales no están organizados cronológicamente, asi que:

¡OJO CON LAS FECHAS!

👀

D I C I E M B R E

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D I C I E M B R E

21 /12/2004

Severus


Diez en punto y aquella noche helada de diciembre era testigo de cómo un grupo grande de encapuchados se integraban en almacenes viejos, con el nombre de Purge y Dowse S.A en letreros enormes arriba del techo. Aquellas figuras pasaron de largo las señales de "cerrados por reformas" y tras caminar por un pasillo oscuro y húmedo lleno de maniquís rotos y viejos, llegaron y se postraron enfrente de un maniquí al que casi se le caían las pestañas postizas, además de que llevaba puesto una túnica de nailon verde. Una de aquellas figuras encapuchadas se acercó al maniquí, mascullo algo inentendible cerca de este y seguidamente, la figura atravesó el cristal detrás del maniquí. No había vidrios rotos en el piso, ni inicios de que el cristal haya sido tocado, pero nadie pareció asombrado y todos ahí simplemente le siguieron el paso hasta que quedo desolado aquel almacén...

—¡Por favor señores, señoras, necesitamos control aquí! ¡Es un hospital! — Grito una temblorosa voz, mientras levantaba con su mano el alargado pedazo de madera que era, ni mas ni menos, que su propia varita mágica.

—¡Curandero, señor!, ¿Puede darnos información sobre él bebe milagro?— Grito una mujer estirando su varita hacia un hombre que pasaba por ahí con una túnica de color lima.

El hombre antes de girarse a ver a todo el tumulto que era detenido por hombres con chaquetas rojas y verdes, tomo un porta papeles que se hallaba flotando en el aire, pero no logro responder nada cuando otra voz se hizo presente.

—¿Es niño o niña? Señor— Bramo otra persona.

—¡¿Podremos hacerles preguntas a los padres?!— Exclamo un hombre apartando a la gente con los simples hombros.

—No—Se escucho como respuesta una gélida voz. La gran multitud de personas ahí con sus varitas en la mano de diferentes largos y colores se acercaron con velocidad hacia el hombre de tez pálida y cabello rubio largo que había hablado.

—Señor Malfoy, ¿Esta alegre de este acontecimiento?— Pregunto una mujer pálida, colando su varita cerca del hombre, el cual retrocedió la cabeza molesto.

—Es obvio...—Contesto mirando con indiferencia a la mujer. De proto las muecas del hombre se calmaron y detrás de este salió una mujer igual de rubia que él.

—¡Señora Malfoy! ¿Podría decirnos el sexo del bebe más esperado por el mundo mágico?— Pregunto un hombre colándose hacia enfrente con la vara en alto y una libreta flotando a su derecha.

—Es un sano varón—Respondió la mujer con una sonrisa maternal.

Empezó a hacerse el gritadero.

—¡Señor Malfoy!, ¿Esta orgulloso del matrimonio que su hijo contrajo con el salvador del mundo mágico?

—Pues...—El hombre a punto de dar una negativa sintió la mano de su mujer apretando la suya con tal fuerza que le hizo ahogar un grito—Si, claro...—Dijo soltando un suspiro cuando dejo de sentir presión en sus dedos.

—¡Familia Weasley! ¡Por aquí! ¡Déjenos hacerle unas preguntas! — Grito un enano al ver a una manada de pelirrojos abrigados caminando detrás de la familia Malfoy. Los Weasley miraron sorprendidos a todas las personas que se encontraban en la recepción; cámaras volando y tomando fotos sin que nadie las opere, libretas y plumas apuntando sin secar. Parecía todo ser un caos...

Las dos personas de cabello rubio al verlos se hicieron a un lado para que se acercaran a contestar preguntas como ellos lo estaban haciendo y siguieron haciendo. El valiente al acercarse fue un pelirrojo de estatura promedio el cual al llegar a el enano que preguntaba, tomo su varita y miro directo a la cámara que tenía enfrente.

—¡Es un varón! — Grito el chico levanto el puño aparentemente orgullo de aquella noticia. Algunos periodistas ahí gritaron de alegría como él.

—George, por dios, no grites...—Susurro una mujer bajita y regordeta con la cara roja del enojo.

—Señorita Granger, Señor Ronald Weasley ¿Podemos hacerles unas preguntas? — Consulto una mujer alta de los cojones.

Los dos nombrados se acercaron a la mujer sostenidos de las manos. Otros periodistas también se acercaron a la pareja, para hacerles preguntas también. Todos ahí celebrando el nacimiento de un pequeño bebe que dormitaba en brazos de su padre, este, sin saber que gente levantaban copas y celebraban por el, sin saber que iba a ser famoso, ni que iba a pasar las próximas semanas de su nacimiento siendo mimado por sus dos padres. No sabía absolutamente nada de lo que le esperaba a partir de ahora, lo único que podía saber al estar acurrucado en unos cálidos brazos mientras escuchaba a lo lejos una voz masculina, es que... Estaba en buenos brazos.

¿ 𝙶 𝙰 𝚈 ? | ᴴᵃʳᶜᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora