A Dragon's Flame

Capítulo 59

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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Al día siguiente acompaño a Daenerys cuando va a cada uno de los Trece a pedir barcos. Sir Jorah se ha ido a buscar un barco él mismo, así que eso me deja a mí como su guardia real. Me siento segura con mi espada a mi lado, pero algo va mal todo el día que estamos fuera.

Daenerys camina de un lado a otro mientras Xaro, Kovarro y yo la observamos. El Rey Especia nos ha pedido que lo esperemos en este patio, y ya ha pasado algún tiempo.

Ella gime de frustración. "No debería hacerme esperar".

Xaro se encoge de hombros. "El Rey de las Especias es el segundo hombre más rico de Qarth. Hace esperar a todo el mundo. Por supuesto, podrías haber evitado esta vergüenza si te hubieras casado con el hombre más rico de Qarth".

No puedo evitar fulminarlo con la mirada. No confío en él. No se merece a Daenerys.

"Ya tengo marido".

Sacude la cabeza. "Khal Drogo se ha ido, Khaleesi. Eres demasiado joven para ser viuda para siempre... y demasiado hermosa".

Mi mano agarra con fuerza la empuñadura de mi espada. Es difícil contener mi lengua.

"Y eres demasiado inteligente para pensar que sucumbiré a los halagos". Pone los ojos en blanco.

"He viajado mucho en mi vida y he conocido a muchas mujeres, pero ninguna inmune a los halagos".

Frunzo el ceño. "Soy completamente inmune a los halagos. Me importan un bledo las palabras bonitas de alguien que quiere algo de mí".

Antes de que pueda responder, el Rey de las Especias baja las escaleras con un grupo de gente siguiéndole. "¡La Madre de los Dragones!" Sonríe

"Ah, aquí viene", dice Xaro, poco impresionado.

"Perdóname. Tuve sueños terribles anoche. Sueños terribles. No pude dormir hasta que el sol brilló y los pájaros cantaron". Mira a Daenerys. "Mira qué hermosa estás ahora que el Desperdicio Rojo te ha lavado. Lamento todo ese malestar. El cabello plateado de una verdadera Targaryen. Xaro Xhoan Daxos, es demasiado encantadora para un estibador glorificado como tú". Continúa bajando las escaleras.

Xaro sonríe. "Muy cierto, y sin embargo dicen que tu abuelo, que vendía pimienta a lomos de una carreta, se casó con una dama mucho más hermosa y de mejor cuna que él".

"Todas las mujeres vivas eran más hermosas y de mejor cuna que mi abuelo". El grupo de gente detrás de él se ríe. Daenerys se aclara la garganta con impaciencia. "¿No te ofrecieron mis sirvientes algo de comer, de beber? Haré que los azoten en la plaza".

Daenerys se mueve torpemente. "Gracias, mi señor. Es un amable anfitrión, pero no hay sirviente vivo que pueda traerme lo que quiero".

El Rey de las Especias se ríe. "Oh, tiene talento para el drama, esta. Entonces, mi pequeña princesa, ¿qué es lo que quieres?"

"Mi derecho de nacimiento. Los Siete Reinos de Westeros".

"Me temo que no soy mejor que un sirviente en este sentido". Se encoge de hombros. "No puedo darte lo que no tengo".

No te estoy pidiendo los reinos. Te estoy pidiendo barcos. Necesito cruzar el Mar Angosto".

"Yo también necesito mis barcos. Los uso, verás, para llevar especias de un puerto a otro". Le habla como si fuera una niña, y puedo sentir cómo aumenta su frustración.

"Todo lo que me concedas ahora te será devuelto tres veces cuando retome el Trono de Hierro".

¿"Retomar"? ¿Te sentaste alguna vez en el Trono de Hierro?". Pregunta, con un goteo de sarcasmo.

"Mi padre se sentó allí antes de ser asesinado".

"Pero si tú mismo no te sentaste en él, ¿no sería correcto decir: retomar el Trono de Hierro"?".

Puedo sentir su ira burbujeando. "No he venido aquí a discutir sobre gramática".

"Por supuesto que no. Has venido a tomar mis barcos. Así que déjame explicarte mi posición, princesita". Se mueve unos pasos más hacia ella. "A diferencia de ti, yo no tengo antepasados exaltados. Me gano la vida comerciando. Y juzgo cada comercio por sus méritos. Pides barcos. Dices que se me pagará el triple. No dudo de tu honestidad ni de tus intenciones. Pero antes de pagar sus deudas, debe apoderarse de los Siete Reinos. ¿Tienes un ejército?"

"Todavía no".

"No tienes un ejército. ¿Tienes aliados poderosos en Westeros?"

"Hay muchos allí que apoyan mi reclamo".

"¿Cuándo estuviste allí por última vez?" Su aluvión de preguntas pretende abrumarla. Insultar su inteligencia y sus intenciones.

"Me fui cuando era un bebé".

"Así que, en verdad, no tienes aliados. El único aliado de Westeros es probablemente esa niña que está contigo ahora". Me señala. Frunzo el ceño e intento mantener la cabeza alta.

"El pueblo se levantará para luchar por su legítima reina cuando regrese".

"Ah. Perdóname, princesita, pero no puedo hacer una inversión basada en deseos y sueños. Ahora si me disculpas". Comienza a subir las escaleras.

"¿Conoces a Illyrio Mopatis, Magister de Pentos?" Le pregunta.

Él se da la vuelta. "Sí, nos conocemos. Un hombre astuto".

"Para mi boda, me regaló tres huevos de dragón petrificados. Él creía... El mundo creía que los siglos los habían convertido en piedra. ¿Cuántos siglos han pasado desde que los dragones vagaban por los cielos? Pero soñé que si llevaba esos huevos a un gran fuego, eclosionarían. Cuando me metí en el fuego, mi propia gente pensó que estaba loco. Pero cuando el fuego se extinguió, salí ilesa, la Madre de los Dragones". Sube los escalones para encontrarse con él. "¿Comprendes? No soy una mujer corriente. Mis sueños se hacen realidad".

Él sonríe. "Admiro tu pasión. Pero en los negocios, confío en la lógica, no en la pasión. Lo siento, princesita". Vuelve a subir las escaleras.

Su ira está totalmente expuesta ahora. "No soy tu princesita. ¡Soy Daenerys Stormborn de la sangre de la Antigua Valyria, y tomaré lo que es mío. Con fuego y sangre, yo lo tomaré!".

El Rey Especia continúa subiendo los escalones. "Sí, mi señora, pero no con mis barcos".

El resto del día lo pasamos intentando convencer al resto de los Trece para que nos den naves. Con resultados similares a los del Rey de las Especias.

Caminamos de regreso a la casa de Xaro. Kovarro y yo la seguimos a ella y a Xaro. Daenerys suspira. "El Rey de las Especias me rechaza porque soy una mala inversión. El Rey de la Seda no me apoya por sus negocios con los Lannister. ¿Por qué ofender a su mejor cliente? Y el Rey Cobre me ofrece un solo barco con la condición de que me acueste con él una noche. ¿Cree que me prostituiré por un barco?"

"Cuando llegué a esta ciudad, no tenía nada", dice Xaro. "Realmente nada. Dormía en los muelles. Y cuando encontraba trabajo cargando los barcos, comía. Si no, soñaba con comer. Hoy, soy el hombre más rico de Qarth. ¿Crees que el camino de la pobreza a la riqueza es siempre puro y honorable? He hecho muchas cosas, Khaleesi, que un hombre justo condenaría. Y aquí estoy, sin arrepentimientos".

Abre la puerta de su mansión cuando las puertas se abren, se revela una horrible escena. Muchos cadáveres de la guardia de Xaro ensucian el patio, con sus gargantas partidas.

"¡Bloqueen las puertas! ¡Toquen las campanas!" Xaro grita.

Daenerys corre hacia su habitación. Desenvaino mi espada y la sigo de cerca. Suenan las campanas.

Sube las escaleras de su habitación. Irri yace muerta en el suelo. Los dragones no están, sus jaulas están vacías.

"¿Dónde están? Dice desesperada.  Corre al lado de Irri e intenta despertarla sin resultado.

Parece que no puedo mover mi cuerpo.

Me mira, con fuego y desesperación en los ojos. "¡¿Dónde están mis dragones?!"