A Dragon's Flame

Capítulo 98

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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Llegamos al coliseo para el comienzo de los Grandes Juegos. Daenerys está sentada en un palco cubierto. El asiento a su derecha está vacío para cuando llegue Hizdahr. Tyrion se sienta al lado de ese asiento, y Missandei se sienta a la izquierda de Daenerys.

Daario y yo nos situamos detrás de Daenerys.

Hizdahr finalmente llega y se sienta en el asiento vacío.

"¿Dónde has estado?" dice Daenerys, mirándolo con desaprobación.

"Solo asegurándome de que todo está en orden". Dice despectivamente.

El público aplaude con expectación y emoción mientras el anunciador se dirige hacia el centro de la arena. Los silencia con un movimiento de su brazo.

"¡Ciudadanos libres de Meereen! Por las bendiciones de las Gracias y su majestad la Reina, ¡bienvenidos a los Grandes Juegos!". Grita en valyrio.

Levanta las manos y la multitud ruge de nuevo.

Dos gladiadores entran en el foso, uno grande y fornido. El otro más pequeño.

"Mi reina, nuestro primer concurso. ¿Quién triunfará: el fuerte..." señala al hombre grande. "...o el rápido?" Señala al hombre pequeño.

El hombre más pequeño da un paso adelante. "Lucho y muero por tu gloria, oh gloriosa reina".

El hombre grande da un paso adelante. "Lucho y muero por tu gloria, oh gloriosa reina".

El público se queda en silencio mientras los luchadores la miran. El anunciador abandona la arena.

"Te están esperando". Susurra Hizdahr. "Aplaude".

Daenerys aplaude.

El público grita cuando los dos hombres empiezan a luchar. El hombre rápido esquiva y esquiva y consigue algunos cortes en el hombre grande.

Daario se inclina hacia delante entre las caras de Hizdahr y Daenerys. "Ese, el hombre más pequeño, sin duda, ahí es donde deberías poner tu dinero".

"El hombre más pequeño será". Dice Tyrion.

"No pondré mi dinero en ningún lado". Dice Daenerys.

"Los reyes y las reinas nunca apuestan en los juegos". Hizdahr fulmina a Daario con la mirada. "Tal vez deberías ir a buscar a alguien que lo haga".

"La gente solía apostar contra mí cuando luchaba en los fosos". Mira a Hizdahr. "Habría apostado contra mí. Error común de novato".

"He pasado gran parte de mi vida en Meereen y, según mi experiencia, los hombres más grandes triunfan sobre los más pequeños, la mayoría de las veces", sonríe Hizdahr.

Pongo los ojos en blanco. "¿Tu experiencia ha implicado alguna vez una lucha real? Tú mismo, ¿alguna vez has intentado matar a un hombre que intentaba matarte?". pregunto.

Hizdahr guarda silencio.

"Siempre que me metía en el foso contra una bestia como aquella, la multitud me veía, todo piel y huesos entonces, y luego veían un montón de músculos enfurecidos dispuestos a asesinarme. No podían sacar su dinero lo bastante rápido. Pero el montón de músculos enfadados nunca tuvo músculos aquí...". Daario saca su cuchillo y se señala el cuello con él. "...o aquí..." apunta el cuchillo al cuello de Hizdahr que reacciona. "Y los hombres grandes siempre eran demasiado lentos para impedir que mi daga fuera donde sus músculos no estaban. Sí, cada vez que veía a una bestia como esa, de pie frente a mí haciendo sus caras de bestia, supe que podía estar tranquilo".