A Dragon's Flame

Capítulo 158

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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El banquete nupcial que siguió a la ceremonia tuvo que ser uno de los mayores de la historia de Westeros. Definitivamente, fue el más grande que había visto nunca. Los invitados principales se instalaron en los jardines reales, con abundante comida, juegos divertidos y música. Los invitados que no cabían en el jardín cenaban y se entretenían en el salón del trono y otros comedores.

Daenerys y yo nos sentamos en la mesa de delante, con vistas a los festejos. Jon, Sansa y Bran se sientan a mi izquierda, y Yara, Tyrion y el resto del Pequeño Consejo se sientan a la derecha de Daenerys.

Daenerys y yo nos cogemos de la mano y compartimos miradas de alegría. Cada vez que miro su sonrisa feliz y hermosa, no puedo creer que estemos casados, y que hayamos superado todo juntos para llegar a este punto.

Se sirven copas generosamente a todos los asistentes, aunque intento no beber demasiado, sabiendo que nos espera una larga noche de celebración. La comida es asombrosamente rica y vasta.

Una banda toca melodías Targaryen, Firebearer y Stark, así como alegres canciones Westerosi.

Jon me da una palmada en el hombro y me giro para hablarle. "¿Habrá un torneo de boda?" Me pregunta.

Asiento con la cabeza. "Lo habrá en unos días. Al principio me oponía, pero no se me ocurre otra forma de encontrar más Guardias de la Reina para cubrir los puestos vacíos".

"¿Participarás?" Pregunta Jon.

Pienso un momento mientras Daenerys me aprieta la mano tranquilizadoramente. "No estoy segura. Por un lado sería una buena manera de poner a prueba el temple de cualquier potencial Guardia de la Reina..." Suspiro. "Pero no estoy segura de que alguien se esforzara realmente contra mí, ahora que soy reina".

Daenerys frunce el ceño. "Si quieres participar hazlo, aunque lo intenten con todas sus fuerzas, no te derrotarán mi caballero".

Jon da un largo trago. "Me inclino a estar de acuerdo".

Suspiro. "Gracias a los dos, pero... sinceramente no estoy seguro de querer seguir luchando. Ya he dejado de luchar, creo que solo quiero ser la mejor Guardia de la Reina, la mejor reina, la mejor esposa... que pueda ser".

Daenerys frota mi mejilla tranquilizadoramente. "Ojalá pudiera prometer que nunca tendrás que volver a luchar. No creo que lo hagas nunca, pero... a diferencia de ti, yo no puedo ver lo que depara el futuro".

Le sonrío y respiro hondo mientras cierro los ojos. "Sinceramente... Yo tampoco estoy segura. Mis sueños últimamente, han sido casi inexistentes". Abro los ojos y miro los suyos. "Sólo sueño contigo, a mi lado".

Daenerys me besa. "Eso es suficiente para mí".

Después de terminar el banquete, comemos un surtido de fabulosos postres y nos sentamos a saludar a los invitados que quieren desearnos lo mejor o hacernos regalos.

La mayoría son señores y señoras de los cinco reinos, de las Islas del Hierro o del Norte. Nos desean felicidad, salud y un reinado largo y pacífico. Nos regalan vestimentas tradicionales, armas ceremoniales, vino, tapices, joyas y alhajas incontables.

Yara nos regala un barco construido en las Islas del Hierro para nosotros. Es uno de los barcos más grandes que he visto, con enormes velas negras con el símbolo de los Targaryen. El mascarón de proa del barco era un enorme dragón rojo, con sus alas detrás, casi fundiéndose con el barco.

"Por tus muchas visitas a la Isla del Hierro y más allá". dice Yara con una sonrisa.

Le agradecemos profusamente y prometemos usar el barco a menudo.