A Dragon's Flame

Capítulo 40

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
                        _____________

La noche está muy avanzada cuando termina la fiesta, y Daenerys me acompaña a mi tienda, hemos estado hablando toda la noche, parece como si nos conociéramos desde hace años. Nos reímos y bromeamos la una con la otra.

Se queda un momento en la entrada de mi tienda. "Ahora que por fin estamos juntos... ¿soñaremos el uno con el otro esta noche?"

"Eso espero..." Murmuro sin pensar.

Ella hace una pausa y se lleva una mano a la boca, ríe poco, y mi estómago da volteretas.

"Buenas noches, Nyla." Me da un abrazo. "Me alegro mucho de que estemos aquí juntas."

Asiento con la cabeza en su hombro, las lágrimas amenazan con caer. "Yo también."

Gracias a los dioses que no hay una seductora Doreah que me ayude a desvestirme. El aire aquí en Essos es tan caliente que no sé cómo los Dothraki llevan ropa, pero me da demasiado miedo dormir desnuda. Me quito la ropa nueva, me pongo una bata fina y me duermo rápidamente en la cama de pieles.

Para mi consternación, Daenerys no aparece en mis sueños. El aire es tan frío que, si no fuera un sueño, el viento helado me dejaría las piernas y los pies desnudos congelados.

Miro a mi alrededor y es difícil ver con el viento y la nieve. Me doy cuenta de que estoy sobre hielo, y el hielo me rodea a izquierda y derecha, y arriba, un cielo gris interminable. Avanzo con pasos vacilantes. Delante de mí hay una figura vestida de negro.

Camino hacia la figura, que se acurruca junto a una hoguera. Me rodeo con los brazos, pero siento un poco más de calor al acercarme al fuego.

Reconozco la figura al acercarme, parece mayor, le crece la barba y el pelo, pero no hay duda de su rostro melancólico. "Jon."

Para mi sorpresa, me mira. Parece totalmente confundido y conmocionado.

"¡¿Nyla?!" Murmura. Se frota los ojos y vuelve a mirar para ver si está ahí.

Me río entre dientes. "Debo de tener morriña, para soñar con el pobre Jon Snow en un lugar como este."

Sacude la cabeza. "No me había dado cuenta de que me había dormido... este sueño parece tan real."

Es tan extraño, tan distinto a mis otros sueños, siempre sueño con Daenerys, Viserys o desde el punto de vista de mis antepasados.

Debo estar muy nostálgica y extrañando a mi viejo amigo de la infancia para que mis sueños me hayan traído este sueño de él.

"Así que sueña Jon Snow, ¿dónde estamos? ¿En el muro?"

Suspira. "Bueno... sueño Nyla Firebearer... mira por ti misma." Hace un gesto con la cabeza hacia su izquierda, algo más allá de este rincón helado en el que me encuentro acurrucada. Me acerco a donde me ha señalado, una especie de saliente.

Avanzo con cautela, tengo que sujetarme la túnica para que el viento no deje al descubierto mi cuerpo desnudo.

El corazón me salta a la garganta. Verdaderamente... estamos en el borde del mundo

El muro tiene miles de metros de altura y los árboles que hay más abajo parecen más pequeños que hormigas.

"¡Dioses!" Tengo que gritar por encima del aullido del viento. Retrocedo lentamente hacia Jon y me giro hacia él. "¡Es increíble! Y también aterrador."

Se encoge de hombros. "Ya me he acostumbrado." Me mira de arriba abajo y luego vuelve a mirar al fuego. "Sé que esto es un sueño, pero ¿puedo darte mi capa?"

De repente soy muy consciente de lo desnuda que estoy. "Esto es muy extraño." Empiezo a caminar. "Cuando sueño con los Targaryen me siento así. Puedo hablar con ellos, puedo ver lo que les pasa en el futuro. Pero eso es porque nuestras familias están conectadas a través de la vieja magia en nuestra sangre. Seguramente, tú no eres más que un sueño normal."

Sacude la cabeza. "No es un sueño normal para mí. Nunca había tenido un sueño tan claro, tan real. El frío se me ha subido a la cabeza y me he vuelto completamente loco. Ver a Nyla Firebearer prácticamente desnuda en el Muro."

Me tiende la mano y yo también, las puntas de mis dedos atraviesan los suyos enguantados. Como si fuera un fantasma.

"¿Con quién estás hablando Jon?" Un chico grande viene hacia nosotros, también vestido de negro de pies a cabeza, otro hermano de la guardia nocturna. "Sólo tú y el viento para hablar aquí arriba."

"Sam." Jon aparta la mirada de mí. "Me estoy volviendo loco. ¿Es posible ver cosas si te enfrías lo suficiente?"

El chico llamado Sam se encoge de hombros. "Algunos hombres se vuelven locos si se aíslan lo suficiente." Acerca las manos al fuego. "Siento que me volveré loco si no vuelvo a ver a otra chica. Echo de menos a las chicas. Ni siquiera hablar con ellas. Nunca hablé con ellas.
Sólo mirarlas, oirlas reírse." Sam suspira profundamente. "¿No echas de menos a las chicas?"

Jon me lanza una mirada, pero rápidamente se vuelve hacia Sam.

"La verdad es que no."

No puedo evitarlo, río y río hasta que me despierto de tanto reír.

El sol de la madrugada asoma por mi tienda, me agarro el estómago. Me duele de tanto reírme.

Me río un poco mientras me siento y me estiro. Seguramente los dioses me han bendecido con un buen sueño de Jon Snow, ahora que por fin estoy donde debo estar, así que no me preocupo por él.