Capítulo 128

267 38 1
                                    

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
                       ______________

El viaje de vuelta al sur parece mucho más corto que el viaje al norte. Todos los días he empezado a enseñar a Daenerys los fundamentos de la lucha con espada. Se cansa de sostener la pesada espada con bastante facilidad, y no tarda en frustrarse con la práctica y los ejercicios.

Pero quiero que aprenda, por si tiene que defenderse.

"No siempre puedo estar ahí para ayudarte, mi amor..." Le digo después de que arroje la espada de entrenamiento al suelo.

"Drogon siempre me protegerá". Ella resopla. "Esto no tiene sentido. Me duelen las manos". Hace un mohín.

Me río y le cojo la mano. Tomo su dedo y lo paso por mis palmas y dedos. "¿Sientes lo duras y ásperas que son mis manos?". susurro.

Ella sonríe ligeramente y asiente. "Sí...", dice sin aliento. "Conozco bien estas manos". Me mira.

"Es por años de práctica..." Le digo inclinándome hacia ella.

Ella cierra los ojos y yo cierro la brecha entre nuestros labios.

"Mi Reina, Ser Nyla..." Me alejo de Daenerys y veo a Ser Jorah moverse incómodo. "Los cocineros dicen que la cena está lista. Necesitamos la sala para comer".

Miro alrededor de la sala y veo las mesas y los bancos apartados para hacer sitio a nuestro entrenamiento.

Me muevo para empezar a colocar las mesas en su sitio. "¡Lo siento! Culpa mía ser..."

Ser Jorah y yo trabajamos juntos para colocar los bancos y las mesas en su sitio, pronto todos los demás empiezan a entrar y nos sirven la comida.

Me siento con Jon a mi izquierda y Daenerys a mi derecha. Jorah se sienta a su lado. Frente a nosotros, Ser Davos, Tyrion y el Perro comen.

Jon mira a todos a su alrededor. "Bueno... El capitán me ha dicho que mañana llegaremos a Dragonstone".

Ser Davos asiente. "Si el viento se mantiene a nuestro favor, lo haremos".

"Sí, tenemos que recoger a algunos de los que dejamos allí". Dice Tyrion. "Incluyendo nuestros ejércitos. Tenemos que mostrarle a Cersei todo nuestro poder".

Miro hacia él. "¿Hay alguna garantía de que no intentará matarnos en cuanto pisemos la ciudad?"

Se mueve en su asiento. "Bueno... tenemos a Jaime. Y nuestro ejército es mucho más numeroso que el suyo..."

"¿Tu hermana dudaría en tomar la delantera?". Daenerys dice, su expresión oscura mientras mira a su Mano. "¿Aunque eso significara sacrificar a su hermano?".

Él traga saliva y niega con la cabeza. "No creo que lo hiciera".

Daenerys lo fulmina con la mirada. "¿No crees...?"

"Por favor... su gracia..." dice Jon. "Creo en esta idea. Todos tenemos que hacerlo. Necesitamos a todo Westeros para luchar contra esta amenaza. Es por lo que arriesgamos nuestras vidas. Es por lo que Thoros dio su vida. Para probarle a Cersei que el Ejército de los Muertos es la verdadera amenaza. Incluso si fallamos... podemos decir que lo intentamos. Que teníamos razón".

Me río entre dientes. "Y si nos mata... podremos decir que morimos con razón".

Jon me mira de reojo y yo me encojo de hombros.

Al día siguiente llegamos a Dragonstone para llevar nuestro ejército a la Capital. Todos los Dothraki, Inmaculados, Isleños del Hierro y Dornienses apenas caben en nuestra flota, incluso con los barcos robados a las flotas de Euron y el Maestre. Tenemos más de 200.000 hombres en total. Es todo un espectáculo.

A Dragon's FlameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora