A Dragon's Flame

Capítulo 71

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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Al día siguiente Ser Jorah nos muestra un campamento en las afueras de la ciudad. Los soldados montan a caballo, entrenan y acampan.

Barristan refunfuña. "Los hombres que luchan por oro no tienen ni honor ni lealtad. No se puede confiar en ellos".

Jorah se encoge de hombros. "Se puede confiar en que te maten si les pagan bien. Los yunkish les pagan bien".

Daenerys levanta una ceja mirándolo. "¿Conoces a estos hombres?"

"Solo por las espadas rotas de sus estandartes. Se llaman los Segundos Hijos. Una compañía liderada por un braavosi llamado Mero, el Bastardo del Titán".

Se ríe entre dientes. "¿Es más titán o bastardo?"

"Es un hombre peligroso, Khaleesi. Todos lo son". Dice él, sin inmutarse.

"¿Cuántos?" Le pregunto.

"Dos mil, acorazados y montados". Dice Ser Barristan.

"¿Suficientes para marcar la diferencia?" Dany pregunta.

Él asiente en respuesta.

"Es difícil cobrar el salario de un cadáver". Ella sonríe. "Seguro que los espadachines prefieren luchar para el bando vencedor".

"Imagino que tienes razón".

Se vuelve hacia nosotros. "Me gustaría hablar con el Bastardo del Titán sobre ganar".

"Puede que no acepte reunirse". Dice Jorah.

"Lo hará". Me sonríe. "Un hombre que lucha por el oro no puede permitirse perder ante una chica".

Le guiño un ojo.

De vuelta a la tienda donde nos reunimos con el cauteloso líder yunkish, los tres capitanes de los Segundos Hijos están frente a nosotros. Mantengo una mano cautelosa en la empuñadura de mi espada.

Ser Barristan está de pie junto a ellos "Su Alteza, permítame presentarle a los capitanes de los Segundos Hijos: Mero de Braavos, Prendahl na Ghezn, y..." mira al tercer hombre de pelo largo y sonríe.

"Daario Naharis". Dice. No me gusta cómo mira a Daenerys, y lo fulmino con la mirada.

El hombre llamado Mero se adelanta. "¿Eres la Madre de Dragones?". Mira a Dany de arriba abajo. "Juro que te follé una vez en una casa de placer en Lys".

"¡Cuida tu lengua!" Escupo.

Se sienta junto a ella en el sofá. Daario y Prendahl se ponen cómodos.

Mero me mira. "¿Por qué? No me importaba la suya. Me lamió el culo como si hubiera nacido para ello". Le mueve la lengua, pero ella no reacciona.

Una rabia blanca destella ante mis ojos, pero no me muevo.

El hombre se ríe y le hace señas a Messandei. "Tú, esclava, trae vino".

Dany niega con la cabeza. "Aquí no tenemos esclavos".

Mero se encoge de hombros. "Todos serán esclavos después de la batalla a menos que los salve. Quítate la ropa y ven a sentarte en el regazo de Mero y puede que te dé mis Segundos Hijos".

Mi reina lo fulmina con la mirada. "Dame a tus Segundos Hijos y no te castraré. Ser Barristan, ¿cuántos hombres luchan por los Hijos Segundos?"

Mi reina lo fulmina con la mirada. "Dame a tus Segundos Hijos y puede que no te haga castrar. Ser Barristan, ¿cuántos hombres luchan por los Segundos Hijos?"