A Dragon's Flame

Capítulo 79

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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Entreno con Ser Jorah cuando lo desarmo por segunda vez esta mañana.

El suspira. "Dioses Nyla... cada día eres más fuerte... y más rápida". Le cuesta recuperar el aliento.

Me río y le ayudo a levantarse. "Es sólo gracias a tu entrenamiento Ser Jorah".

Sacude la cabeza. "Sinceramente... Seguro que tu sangre mágica no hace daño".

Sonrío mientras nos sentamos en un banco cercano del patio de entrenamiento. "Pensé que no creías en mi 'sangre mágica".

"Después de todo lo que he visto, estoy dispuesto a creer en casi todo". Da un largo trago de agua y se seca el sudor de la frente. "Me preguntaba... ¿qué fue lo que soñaste aquella noche? La noche que Ser Barristan y yo corrimos a tu tienda por tus gritos".

Me muevo incómoda y miro al suelo. Me pregunto si debería contarle a mi viejo amigo el posible descenso a la locura de Daenerys.

Me pone una mano en el hombro y alzo la vista para ver su sonrisa familiar y sus ojos amables. "Si no deseas contármelo..."

"No es que no desee decírtelo Jorah... no estoy seguro de que sea mi lugar. Daenerys..."

"Ella te necesita". Él termina. "La convenciste de no crucificar a los Maestros. Necesita que seas su equilibrio".

Asiento con la cabeza. "Sí... como ella te necesita a ti, a todos nosotros, para ayudarla y aconsejarla. Estoy agradecido Jorah..."

"¿Por qué?"

Aparto la mirada. "Gracias por ser mi amigo. Siempre has creído en mí... Daario, Barristan, ninguno de ellos ha creído en mí como tú. Gracias".

Se aclara la garganta torpemente. "Por supuesto Nyla... hay algo en ti. Serás el mejor aliado a su lado. El mejor guerrero". Se ríe entre dientes. "Por mucho que me duela el orgullo admitirlo".

Sonrío. "Te prometo que no se lo diré a Barristan ni a los demás".

Él asiente. "Gracias a ti también, Nyla... por ser mi amiga".

Vuelvo a mi habitación después del entrenamiento y me doy un baño rápido antes de ir a ver a Daenerys. Ella está en la sala del trono con Missandei y Gusano Gris.

Hago una reverencia. "Mi reina".

Ella sonríe. "Mi señora..."

"¿Cómo estuvo el entrenamiento con Ser Jorah esta mañana?"

"Muy bien su gracia. Lo desarmé dos veces".

Me sonríe. "Por supuesto que lo hiciste".

Nos giramos al oír pasos y Ser Barristan se acerca a nosotros. Parece apurado, estresado.

Dany asiente. "Ser Barristan el Audaz. ¿Qué noticias hay de patrullar la ciudad?"

Se acerca lentamente. "Mi reina... un niño me dio esto mientras patrullaba". Le entrega un pergamino abierto. Reconozco el sello real de Robert Baratheon. Debe haber sido Varys, uno de los 'pajaritos" del espía".

Ella abre el pergamino y lo lee atentamente. Hace una larga pausa. Cuando habla, su voz es muy tranquila y silenciosa. "¿Por qué Robert Baratheon perdonaría a Ser Jorah?"

Barristan suspira. "No lo sé... pero sospecho..."

"Que me lo traigan de inmediato". Ordena.

Gusano Gris asiente y sale de la habitación.