A Dragon's Flame

Capítulo 64

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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Caminamos por la orilla de la Bahía de los Esclavos. Sir Jorah a su izquierda, y yo a su derecha.

"Ocho mil bebés muertos..." dice con tristeza.

"Los Inmaculados son un medio para un fin". Sir Jorah señala.

"Una vez que los posea, estos hombres..."

"No son hombres. Ya no". Dice.

"Una vez que posea un ejército de esclavos, ¿qué seré?"

Sacude la cabeza. "¿Crees que estos esclavos tendrán una vida mejor sirviendo a Kraznys y a hombres como él o sirviéndote a ti?".

Nos encontramos con un ajetreado patio donde trabajan muchos esclavos y juegan niños. Una niña lanza una pelota de madera al aire y la atrapa

"Serás justo con ellos". Continúa. "No los mutilarás para ganar puntos. No les ordenarás que asesinen bebés. Verás que estén bien alimentados y protegidos. Se ha cometido una gran injusticia con ellos. Cerrar los ojos no lo deshará".

Daenerys sonríe a la niña. La niña hace rodar su pelota hacia ella. Daenerys la coge, y la niña le hace un gesto para que la abra, Dany sonríe y abre la bola.

Una mano sale disparada de detrás de ella y le quita el balón de la mano. Sir Jorah ataca al hombre y Daenerys y yo caemos al suelo. La bola se abre delante de Daenerys y sale un horrible escorpión azul. Se lanza hacia la cara de Daenerys. Pero un cuchillo lo atraviesa.

Miro hacia arriba y veo que es la misma figura encapuchada que le quitó la bola de las manos.

Oigo un siseo y miro hacia arriba para ver que los dientes y la boca de la niña tienen un color verde enfermizo.

El hombre aparta el bicho de su cuchillo y se dirige hacia la niña, que salta del muelle. Corro hacia el borde del muelle con la desconocida, pero ella ya no está. Miro a mi alrededor y la veo en un saliente alto antes de que se vaya.

"Los brujos", susurro. Me giro hacia el desconocido.

Me parece haberlo visto antes. Daenerys camina hacia nosotros.

"Te debo la vida, Sir". Dice sin aliento.

"El honor es mío, mi reina". Se baja la capucha y yo jadeo.

"¡Sir Barristan!"

Ella me mira confundida. "¿Conoces a este hombre?"

"Es uno de los mejores luchadores que han visto los Siete Reinos y es el Lord Comandante de la Guardia Real de Robert Baratheon". Dice Sir Jorah.

Sir Barristan niega con la cabeza. "El Rey Robert está muerto. Te he estado buscando, Daenerys Stormborn, para pedirte perdón. Juré proteger a tu familia. Les fallé". Se arrodilla frente a Daenerys. "Soy Barristan Selmy, Guardia Real de tu padre. Permíteme unirme a tu Guardia de la Reina y no volveré a fallarte".

Ella asiente. "Tendré que considerarlo Sir".

Se levanta y asiente hacia mí. "Lady Nyla Firebearer. Me alegra saber que estás viva. Muchos en la Capital decían que habías muerto tras la muerte de tú marido".

Asiento con la cabeza. Sólo había visto a Skr Barristan de lejos, protegiendo al Rey Robert. "Siempre deseé que hubiéramos tenido la oportunidad de hablar en el Camino Real y cuando estaba en Kingslanding Sir".

"Robert lo prohibió". Suspiró. "No confiaba en nosotros dos juntos".

No puedo evitar soltar una risita. "Bueno... tal vez tenía una razón".

Sir Jorah parece suspicaz. "¿Por qué ahora? ¿Por qué no venir aquí a servir a los Targaryen restantes hace años?"

"Pensé que estaba sirviendo al reino al obedecer al nuevo rey. Pero en realidad, sólo me servía a mí mismo. Temiendo por mi vida. Es mi mayor vergüenza no haber podido servir a tu hermano y a tu padre hasta el final. La Reina, Cersei Lannister, me despidió de la Guardia Real, es deshonroso, un Guardia Real sólo puede ser despedido con su muerte".

Ella me mira. "¿Confías en él?"

Miro al viejo caballero por un largo rato. "Sería un aliado inestimable si dice la verdad. Conoce la Fortaleza Roja y Kingslanding mejor que cualquiera de nosotros. Debemos ser cautelosos pero... confío en él. No siento ninguna mala voluntad de su parte".

"Entonces, por ahora, puedes servirme, y con el tiempo puedes ser lo suficientemente confiable para ser mi Guardia de la Reina."

Volvemos al barco esa noche, volveremos a los amos mañana para comprar el ejército. Ser Barristan está de pie en la cubierta, mirando al mar.

Me pongo a su lado, mirar el océano me produce una sensación de soledad que no puedo explicar. "Lo siento si Sir Jorah y la Reina parecen fríos. Ella tiene que ser muy cuidadosa con en quien confía".

"Lo entiendo, niña". Me mira de reojo. "Parece que confías rápido en mí".

"Por varias razones. Lord Stark te admiraba y confiaba en ti, y eras muy amigo de mi padre".

"¿Cómo sabes eso?"

"Mis sueños Sir. Sueño con mi padre sobre todo".

Suspira. "Nunca entendí realmente el don que poseía tu familia. No todos lo tenían, tu padre sí, pero ninguno de tus hermanos mostró aptitudes para ello".

"¿Cómo era él? Mi padre".

"Sir Cain era amable y rápido para reír. Uno de los mejores guerreros que he visto. Entrenábamos juntos a menudo. Él, el Príncipe Rhaegar y yo a menudo bebíamos, hablábamos y entrenábamos juntos. El Príncipe Rhaegar y tu padre eran amigos feroces, más cercanos que hermanos. Como tú y Daenerys, parece".

"Desearía conocer a mi padre..." Miro hacia las olas. "Siempre nos enseñaron en Winterfell que Rhaegar estaba loco como su padre. Que secuestró a Lyanna Stark y la violó antes de matarla. Pero eso no es verdad... en mis sueños, Rhaegar era amable, cantaba para los campesinos, les daba comida y monedas. Luchaba por la paz y el amor..."

Sir Barristan asiente. "Verdaderamente la magia es fuerte en tí para saber estas cosas. Espero que no sea demasiado atrevido decir que es trágico que no seas un hombre, Lady Firebearer".

Una oleada de ira surge a través de mí. "Eso es demasiado atrevido, Sir". Me doy cuenta. "Pero estoy de acuerdo..." Susurro.

Si yo fuera un hombre, sería más fuerte y menos despreciado como guerrero. Si fuera varón, mi amor por Daenerys Targaryen no sería visto como extraño o antinatural, y podría darle hijos. Si fuera varón, tal vez ella me amaría como yo la amo a ella.