Capítulo 84

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Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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Daenerys de la casa Targaryen era mía, y yo era suyo.

Nunca habría imaginado que ella sintiera por mí lo mismo que yo por ella, pero su cuerpo sobre el mío, su boca sobre la mía resultaron ser mejor que cualquier cosa que pudiera imaginar.

Nuestras respiraciones coincidían, nuestros corazones latían juntos. Nuestros cuerpos se movían en perfecta sincronía.

Temblaba como una hoja, Daenerys a menudo tomaba el control, ella tenía más experiencia después de todo, pero pronto, nada podía impedir que mis manos vagaran, y no tenía nada que temer.

Ella me ama. Yo la amo. Nada importaba más que nosotros. Nada más.

Después, nos quedamos tumbados juntos respirando agitadamente, y lo único que puedo hacer es mirarla fijamente y sonreír.

Ella se ríe. "¿Qué pasa?" Dice entre respiraciones.

"Te amo Daenerys Targaryen. Eres la mujer más hermosa de este mundo".

Sonríe. "¿Desde cuándo lo sabes?"

"Siempre te he amado... pero no siempre lo supe. Ni yo mismo quería admitirlo. Pero finalmente me di cuenta de que te amaba en la Casa de los Eternos".

Sus cejas se juntaron en confusión. "¿En la guarida de los Brujos? ¿Cómo te diste cuenta en ese horrible lugar?"

"Después de separarnos, el brujo me dio otra visión". Suspiro, recordando aquel día. "Oí tu voz pidiéndome ayuda. Corrí a través de otra puerta y me encontré en un pequeño y hermoso jardín... no sé dónde. En algún lugar de Westeros. Dorne tal vez. Una mujer estaba allí, tenía el pelo castaño, pero cuando se volvió hacia mí... tenía tu cara". Miro al techo, y Daenerys se acerca a mí, rodeándome con un brazo. "Cuando pronunció mi nombre tenía tu voz y respondía al nombre de Daenerys... pero no eras tú".

Dany piensa. "Qué extraño... pero... ¿cómo hizo eso que te dieras cuenta de que me querías?".

La miro y sonrío, le paso una mano por el pelo. "Me llamó esposa... me dijo que teníamos hijos, que vivíamos juntos en esa casa, como amantes. No había guerra, ni política. Ni sueños de antepasados. Yo no era una dama de una casa antigua, tú no eras una reina de la casa Targaryen. Ella me dijo que me amaba, y me di cuenta de que el Brujo intentó tentarme con mi mayor deseo... tu amor".

Aparta la mirada y empieza a trazar su dedo por mi brazo. "¿Por qué no te quedaste con esa Daenerys? ¿Vivir con ella en esa hermosa casa con tus hijos? ¿Para siempre?"

Le cojo la barbilla con la mano y suavemente consigo que me mire a los ojos. Sus ojos púrpuras brillan y sonrío. "No era mi Daenerys. ¿Dónde estaban sus ojos violetas que yo quería mirar? ¿Su cabello plateado que quería tocar? ¿Dónde estaba su espíritu ardiente? ¿Esa voz que me producía escalofríos?". La beso suavemente en la frente. "Mi Daenerys, mi reina, estaba en algún lugar de esa torre, en peligro. Necesitaba encontrarla, salvarla. Prefería pasar un minuto más con la Daenerys real, aunque no me correspondiera, que una eternidad con la Daenerys falsa que sí lo hacía".

Su expresión se suaviza y sus ojos se llenan de lágrimas de alegría mientras sonríe. "La verdadera Daenerys sí te ama... y pasará la eternidad amándote".

Me besa de nuevo. Nada podría arruinar este momento para mí. Nada. Ella me ama. Yo la amo. Mi reina. Mi amante. Mi Dragón. Mi Daenerys.

Cuando me despierto a la mañana siguiente, ella está en mis brazos, encaja perfectamente allí y me sonríe al sentirme mover.

"Buenos días, amor". Susurra mientras me da un beso.

"Buenos días", le digo mientras me estiro y me siento. Miro alrededor de la cama y la habitación. "¿Dónde está mi ropa?"

Se encoge de hombros. "La tiré en algún sitio... ¿pero qué más da? Me gustas más así".

Sonrío y me sonrojo. "Bueno... No creo que a Ser Barristan le gustara que me presentara desnuda al entrenamiento".

Frunce el ceño y me rodea la cintura con los brazos. "Todavía te estás recuperando... no deberías entrenar de todos modos. Quedémonos así".

Me río entre dientes y beso sus labios. "¿Desnuda? ¿En esta cama para siempre? Eso estaría bien..." Suspiro. "Pero engordaré y me pondré blanda si no entreno..."

Me besa el cuello en línea con el hombro. "¿Y si te ordeno que te quedes conmigo?".

Un pequeño gemido escapa de mis labios. "Ah... no sería capaz de desobedecer una orden tuya... sobre todo si usaras esa voz..."

Se ríe. "¿Qué voz? ¿Mi 'voz de reina'?" Se aclara la garganta y hace todo lo posible por poner cara seria. "Nyla Firebearer... Exijo que te quedes conmigo... en esta cama... desnuda... para siempre..."

Me arrodillo sobre una rodilla y me inclino dramáticamente. "Sí, mi reina".

Ella levanta la cabeza. "Levántate. Ser Nyla Firebearer... un caballero... de esta alcoba". Se ríe.

Gruño un poco y la empujo sobre la cama besándola apasionadamente, pero finalmente me separo.

"¿De verdad vas a entrenar Nyla?". Hace un mohín.

"¿Crees que no quiero besarte para siempre? ¿Dormir contigo para siempre? Sí, quiero". Finalmente encuentro mi camisa y la pongo sobre mi cuerpo desnudo. "Pero siempre queda esta noche, mi reina".

Ella suspira. "Ahh... casi se me olvida que soy una reina. Supongo que tengo que atender mis deberes de reina". Me sonríe mientras me visto. "Esta noche entonces... y cada dos noches por el resto de nuestras vidas".

Busco a Garra de Dragón y me ato el cinturón a la cintura. "Lo prometo, mi reina". Camino de espaldas hacia la salida, sin poder apartar los ojos de su cuerpo perfecto. "Te encontraré después de mi entrenamiento".

Ella sonríe. "Más te vale Nyla Firebearer".

Salgo de la habitación y prácticamente salto las escaleras. Mi vida es perfecta. Podría apartar todas las demás preocupaciones de mi mente. Ella me quiere. Me quiere. Dios sabe que yo la quiero.

Cojo algo de comer de las cocinas antes de dirigirme al patio de entrenamiento. No he comido en días, y no puedo desmayarme mientras entreno.

Gusano Gris y Ser Barristan se sorprenden al verme.

"Lady Nyla." Dice Ser Barristan. "Deberías estar descansando".

Sacudo la cabeza. "De ninguna manera podría descansar ahora Ser". Sonrío ampliamente. "Vamos a entrenar".

Todo mi cuerpo está lleno de energía, podría hacer cualquier cosa. Me siento en la cima del mundo. Desarmo a Ser Barristan mientras spareo con él tres veces.

Resopla con frustración después de que le paso la espada de entrenamiento de madera después de la tercera vez. "¿Cómo tienes tanta... energía mi señora? Has estado durmiendo... durante dos días..."

Me encojo de hombros. "¡Me siento bien!"

"Bueno... no se esfuerce, milady..." sacude la cabeza. "Debo de estar haciéndome viejo".

Gusano Gris se encoge de hombros. "Sigues siendo uno de los mejores luchadores que este ha visto Barristan. Pero... Lady Nyla es mejor".

Me sonrojo. "No... Ser Barristan es un caballero famoso. Yo solo... Estoy en la cima del mundo, nada... nadie podría detenerme esta mañana".

Ser Barristan sonríe. "¿Supongo que aprendiste lo que querías durante la Ceremonia de Meditación entonces?".

Asiento con la cabeza. "Sí... podría decirse que sí".

A Dragon's FlameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora