A Dragon's Flame

Capítulo 154

Esta historia no me pertenece, es una traducción.
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Qyburn levanta la mano. "Guardia de la Reina, arrojen vuestras armas, Reina Daenerys Targaryen... la Fortaleza Roja es suya no soy tan tonto como para impedirlo".

"Gracias a los dioses". Oigo murmurar a Tyrion a mi lado. Se vuelve hacia Daenerys y hacia mí. "Deberíamos arrestarlos, y a cualquier otro miembro de alto rango de la corte, como el pequeño consejo, hasta que puedan ser juzgados".

Ella asiente. "¡Arréstenlos! Asegúrense de que no sean maltratados o dañados". Ella ordena. "Déjenme llegar a la Mano de Cersei".

Un grupo de Capas Doradas pone cadenas a la Guardia de la Reina y a Qyburn. Nos acercamos a él, parece desconfiado y miserable.

Se burla. "No pretendas ser amable o misericordiosa, Daenerys Targaryen, como si no hubieras enviado a un grupo de asesinos en plena noche para asesinar a la reina en sus aposentos. Eso fue deshonroso y cruel".

Hace una pausa. "Su reina fue la más cruel y deshonrosa. Prometió enviar a sus hombres al Norte para derrotar al Rey de la Noche, y no lo hizo. Tu reina dejó que el pueblo de Kingslanding sufriera y muriera de hambre mientras ella estaba sentada en este castillo, sin hacer nada". Ella lo mira fijamente. "Quería quemar viva a Cersei y a todos los que estaban dentro de la Fortaleza Roja, incluído  tú, pero mi consejo me aconsejó lo contrario". Da un paso hacia él.

"Esa fui yo siendo amable y misericordiosa".

Trago saliva. "Llévenlo a las mazmorras con el resto, por favor, asegurarse de que se ocupen de ellos".

Se lo llevan y seguimos caminando más allá de la puerta hacia el patio exterior. Sirvientes, guardias, obreros varios y señores y damas de la corte están allí reunidos.

Se arrodillan en cuanto nos ven. Daenerys camina hacia el centro del patio y se dirige a ellos. Les dice que, aunque ha tomado la fortaleza por la fuerza, no tienen por qué temerle ni a ella ni a nosotros. Pueden continuar con su trabajo y sus vidas en la fortaleza como lo hacían antes.

"¿Dónde están los miembros del pequeño consejo de Cersei?" Ella pregunta.

Un pequeño grupo de señores da un paso al frente que no reconozco.

"Están degradados de sus funciones, crearé mi propio pequeño consejo. Jurarán lealtad cuando llegue el momento. Por ahora, regresen a sus hogares y familias. No es un crimen ser obligado a servir a una reina injusta y cruel".

Me toma del brazo y mira a Tyrion. "¿Algo más que necesite ser atendido con urgencia?"

Él niega con la cabeza. "No lo creo. ¿Deberíamos ver el estado de tu trono?"

Me resulta difícil leer la expresión que aparece en el rostro de Daenerys Targaryen. Casi parece sorprendida, como si casi hubiera olvidado el Trono de Hierro.

"Sí". Sonríe y me besa repentina y profundamente. "Nuestro Trono".

Sonrío y asiento.

Caminamos hacia el castillo, acercándonos a la escalinata que conduce a la sala del trono.

Miro a mi alrededor. "Es un poco extraño estar de vuelta". Susurro al oído de Daenerys mientras caminamos tomados del brazo. "No he estado aquí desde..." pensar en Jory, y Lord Stark me hace hacer una pausa.

Daenerys palmea mi mano suavemente. "¿Estás bien, amor?"

Asiento con la cabeza. "Si" beso su mejilla. "Contigo. Sí".

Ordenamos quitar los estandartes de los Leones Lannister cada vez que los encontramos, e izar los Dragones Targaryen en su lugar.

Finalmente llegamos a las enormes puertas que conducen al Salón del Trono.

Se me corta la respiración mientras miro fijamente la puerta. Por supuesto que la había visto antes. La última vez que estuve aquí, pero me pareció que había pasado toda una vida. Yo era una persona completamente distinta. Miro hacia Daenerys para ver su reacción al estar tan cerca del Trono de Hierro de sus ancestros.

Pero ella no está mirando delante de ella en absoluto. Me mira y sonríe. Mi sonrisa.

"Tu cara era linda en ese momento". Dice en valyrio.

Me sonrojo al oír una risita de Missandei detrás de nosotros.

"Solo quería ver tu reacción a todo esto". murmuro, apartando la mirada. "El corazón me late muy deprisa, me preocupa que todo esto haya sido un sueño, cuando se abran estas puertas despertaré, hace años".

Me coge la mano y me la aprieta. "¿Te parezco un sueño?"

"Esto es mejor que cualquier sueño, mi reina. No puedo evitar sentir que todo esto es bueno para ser verdad".

Se pone de puntillas para besarme. "Sé valiente mi caballero. Esto es por lo que hemos luchado, no es un sueño".

Señala con la cabeza a los soldados que esperan para abrir las grandes puertas de la sala del trono. Empujan las grandes puertas y una pequeña ráfaga de viento me aparta el pelo de la cara. Pronto, la sala del trono está a mi vista, parece diferente de la última vez que la había visto, obviamente había sido redecorada más de una vez desde que Robert Baratheon era rey.

Mi corazón parece detenerse por completo cuando mi mirada se posa en el enredo de espadas que es el Trono de Hierro. Siempre me llamó la atención cuando lo vi antes, pero ahora me parecía más intimidante, más amenazador, ahora que sabía que mi esposa, mi reina, se sentaría y gobernaría desde él.

Me atreví a mirar a Daenerys, y su expresión me sorprendió. Parecía aprensiva, insegura y sorprendida por el trono de espadas.

Le doy un apretón tranquilizador en la mano y le sonrío, su brazo se entrelaza con el mío y siento que da un paso adelante con más confianza, la sigo a su lado.

Los soldados barren la sala del trono para asegurarse de que no hay nadie leal a Cersei al acecho para tender una emboscada, pero aparte del sonido de sus pasos sobre el suelo de piedra, todo el mundo está en silencio. La aproximación al Trono de Hierro parece durar años.

Finalmente, cuando nos acercamos a los escalones que conducen al trono, sigo sujetándola del brazo mientras sube hacia él, pero la suelto suavemente y me uno a los demás mientras la observamos fijamente, a sólo un paso de distancia. Todos parecen contener la respiración.

Ella lo toca suavemente con una mano, la energía en la sala es eléctrica.

Daenerys Targaryen se da la vuelta lentamente y se sienta en el Trono de Hierro.

Sin dudarlo ni un segundo, todos los que la observan se arrodillan, solo Jon y yo permanecemos de pie un momento, mirándonos con una sonrisa antes de arrodillarnos.

"¡Larga vida a la Reina Daenerys Targaryen!" Oigo gritar a alguien.

"¡Viva la Reina!" gritamos todos en respuesta.

Daenerys sonríe amablemente a todos mientras la aclaman.