Juego de Shumil gemelos

Capítulo: 75. La cueva del "Boggart" de Ehrenfest.

Pdv: Justus.

Como Lord Ferdinand estaba ocupado con las gemelas, que ya estaban dando muestras de comenzar a despertar de su jureve. Esto sumado a la preparación del debut de invierno, ya que Lord Ferdinand tendría que oficiar la ceremonia como Sumo Obispo. Debido a lo ocupado que estaba mi Lord, yo estaba teniendo la suficiente libertad, como para realizar los preparativos para la importante misión, que me habían encomendado las traviesas princesitas.

Por esta razón, había estado practicando con los nuevos hechizos que me enseñaron mis pequeñas Ladys. Ya había planeado todos mis movimientos para ese día, y ya tenía todos mis preparativos listos. No necesitaría disfrazarme esta vez, ya que con solo los hechizos que aprendí de las princesitas, es más que suficiente para realizar esta misión con éxito, y todas las que realice en el futuro.

*

Cuando llegó el día, me dirigí al castillo junto con mi Lord, para asistir al debut de invierno. En cuanto a Eckhart y Bonifatius, mi Lord los dejó a cargo de cuidar a las gemelas en su jureve, con instrucciones de qué hacer, en caso de que las niñas despertaran durante su ausencia. En general los asistentes del templo debían encargarse, de la mayoría de las cosas.

En cuanto a mí, tenía dos importantes misiones en realidad. La que me encomendó mi Lord, de recopilar información y la misión que me encomendaron las princesitas. La cual realizaré en medio del debut, mientras mi Lord oficia la ceremonia como Sumo Obispo.

Una vez que comenzó la ceremonia, y todos los nobles en el gran salón estaban distraídos con los bautismos y presentaciones de los niños. Yo aproveché la oportunidad alejándome de todos, escabulléndome con éxito hasta un cuarto de baño, el cual utilizaré como punto de partida y así no levantar sospechas. ‘Bueno, si me tardo demasiado en el cuarto de baño, se puede atribuir a que estoy mal del estómago, verdad?’.

En cuanto estuve dentro del cuarto de baño y me aseguré de que mi escondite fuera seguro, activé el hechizo “Desilusionador” volviéndome invisible. Tenía que darme prisa y terminar esta misión rápidamente, para no levantar sospechas sobre mí, y por supuesto no quiero que esto se asocie a mi Lord. De igual forma, no quiero que Lord Ferdinand se de cuenta de mis movimientos, antes de realizar la divertida travesura.

En cuanto me aseguré que el hechizo de invisibilidad, estuviera funcionando correctamente, abrí la puerta del cuarto de baño con mucho cuidado y me deslicé fuera, sin hacer ningún ruido. Caminé con rapidez pero alerta y en completo sigilo, por los pasillos del castillo con mi Schtappe listo para realizar el siguiente hechizo. Cuando vi que algunos del servicio se dirigían hacia mí, rápidamente susurré el hechizo “Alohomora”, apuntado la cerradura de la puerta más cercana a mí, abriendola, y entré en la habitación.

Una vez dentro de la habitación, me aseguré de que no hubiera nadie, “Revelio personas” dije en un susurro, utilizando este hechizo revelador con la idea clara en mente, de que me revelara específicamente personas. Como no había nadie en la habitación, me escondí dentro, hasta que los del servicio se alejaron lo suficiente por el pasillo.

Cuando me aseguré de que el pasillo era seguro, una vez más me puse en movimiento. Me deslicé fuera de la habitación, con mucho cuidado y continué avanzando por uno de los pasillos vacíos del castillo, con rumbo a los aposentos de lady Verónica. ‘Aunque yo prefiero llamarla el “Boggart de Ehrenfest”, creo que ése nombre que le pusieron las traviesas princesitas, es mucho más apropiado para la horrible mujer. Jajajaja……..’.

Mientras pensaba en las divertidas ocurrencias de las pequeñas princesitas, seguí avanzando por el pasillo sin detenerme.

De pronto escuché pasos acercándose, entonces susurré rápidamente, “Alohomora” abriendo otra habitación cercana a mí, para ocultarme de unos caballeros de la guardia, que estaban haciendo su ronda de vigilancia. En cuanto estuve dentro de la habitación, dije en un susurro, “Revelio personas” comprobando que estuviera vacía. Cuando me aseguré de que mi escondite era seguro, esperé pacientemente a que los guardias se alejaran lo suficiente como para reanudar mi camino.