Capítulo: 163. El juicio de los Dioses. (Parte 2).

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Pdv: Cattleya. La gran purga.

El maná de la Diosa, desapareció por el techo de la enorme habitación. Gebordnung, ya había terminado de hacer su parte en todo esto, y todo iba de acuerdo a lo planeado. La Diosa había liberado, a los nobles que habían dado sus nombres, a Verónica, sin embargo, solo a los que ella consideró, que no representaban un peligro para nosotros tres y para la familia archiducal en el futuro. Los cuales no morirán hoy, en la purga.

La conmoción que causamos entre los nobles, después de esta hazaña tan importante con los Dioses. Destruyó cualquier pequeña duda que pudieran albergar, en sus incrédulas mentes, de que nosotras no éramos en realidad mensajeras de los Dioses.

Me pude dar cuenta de esto, al observar los rostros mortalmente serios de los nobles por igual. Y aunque algunos me miraban con ojos rencorosos, ninguno tuvo el valor de volver a atacarnos.

‘Eso es, todos deben entender que con las emisarias de los Dioses no se juega. Y mientras más pronto lo hagan, mejor será para ustedes. Así no cometerán errores estúpidos en el futuro. Como el noble cerdito. Jejejejee…..’.

Ahora era el momento, de la parte final de nuestro plan. Pero en ése momento, y cuando yo estaba a punto de terminar con todo esto, y de una vez por todas llevar a cabo la ejecución de Verónica. Mi mentor interrumpió diciendo, en el silencioso gran salón.

“Todos los nobles que fueron perdonados por la Diosa del orden, pasen al frente ahora. Incluyendo a sus hijos”. Ordenó mi mentor con severidad.

Al oír esta orden de mi mentor, los nobles que fueron liberados por la Diosa. Pasaron al frente con cautela y expresiones asustadas en sus rostros. Incluso los niños y estudiantes de la academia real. Cuando todos estuvieron al pie del escenario, en frente de mi mentor. Entonces él continuó hablando.

“Todos sin excepción, tendrán que hacer un juramento ante los Dioses, que les impedirá hacer ningún daño a mis pequeñas Diosas, ni a la familia archiducal”. Dijo mi mentor, con su rostro en blanco, pero con un brillo astuto en sus ojos dorados pálidos.

Después de decir esto, mi mentor comenzó a guiar a todos, para hacer el juramento. Lo cual hicieron obedientemente todos los nobles, sin protestar, con una rodilla en el suelo, repitieron de forma solemne el juramento de lealtad a las emisarias de los Dioses, y de servicio a la familia archiducal.

‘No sabía si mi mentor tenía esto planeado desde antes, o si esto lo estaba improvisando en el momento. Me imagino que tiene alguna otra razón, además de evitar que nos hagan daño en el futuro, verdad?. Mi mentor siempre tiene otra razón’. Pensé mientras los nobles terminaban, de hacer su juramento.

Y al terminar mi mentor dio órdenes. “Todos los nobles presentes, que hicieron el juramento ante los Dioses. Incluyendo a los que no, tienen absolutamente prohibido divulgar la existencia de las emisarias de los Dioses, fuera del ducado. Y esto va especialmente, para todos los alumnos que asistirán a la Academia Real. Entendido?”. Preguntó mi mentor con una expresión severa y amenazante en su rostro.

‘¡Oh! Ya veo. Esto debió planearlo, después de ver las reacciones de los nobles, al ver nuestro valor e importancia. Mi mentor es muy listo. Esto de seguro frenará un poco, los rumores sobre nuestra existencia por un tiempo. Al menos en el resto del país’.

Yo me dije en comprensión, mientras todos asentían y respondían. “Entendido Lord Ferdinand”. Luego de esta pequeña interrupción de mi mentor. Él nos dio el lugar, para que comenzara la ejecución de Verónica, junto a todos sus secuaces.

Al ver que había llegado mi turno. Entonces sentí el peso, de lo que estaba apunto de hacer. Ahora mi corazón me pesaba en el pecho, y se sentía apretado, como una presión. Y mientras soltaba la mano de Rozemyne, sintiéndome sola, aún así dije bajo el hechizo, “Muffliato”. “Tú no necesitas hacer esto, hermanita. Déjamelo a mí, yo me encargo de todo. Tú tapa tus ojos, cuando llegue el momento, bueno?. No necesitas mirar”.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora