Juego de Shumil gemelos

Capítulo: 51. Reunión con los comerciantes

Pdv: Ferdinand

En cuanto llegué al templo, comencé a atender todo los asuntos que tenía pendientes. Primero le pedí a Fran y a Arno que buscaran túnicas azules que les queden bien a las gemelas. Y entretanto ellos se ocupaban de esto, le pedí a Zahm, que me recomendara a algún asistente para Cattleya, alguien como Arno o Fran eficiente y paciente. Entonces Zahm recomendó a alguien que le sirvió al hermano Shikikoza, un ex túnica azul. 

Además, yo había oído de las habilidades artísticas, de algunas sacerdotisas de túnicas grises que sirvieron a la hermana Christine. Como no conocía sus nombres, le consulté a Fran sobre estas sacerdotisas, en cuanto regresó con las túnicas azules. Él dio los nombres de las que estaban disponibles actualmente, Rosina y Wilma. 

Lo siguiente fue dar la orden, de que se limpiara el orfanato y a los niños pre bautizados, e hice que mi Chef hiciera una buena cantidad de sopa, para llevarla al orfanato y alimentar a los niños.

‘Ni siquiera sé porqué estoy haciendo esto… Mas no puedo quitarme de la mente, las palabras de esas tontas niñas ingenuas. La seguridad con la que hablaron, sin un ápice de duda o mentira en ellas. Hablar siendo tan conscientes de lo que su familia adoptiva, hizo por ellas al criarlas. Yo puedo entender esto, ya que yo mismo tengo una deuda similar a la que tienen ellas… con mi padre. Aunque yo jamás habría pensado en pagarla, ayudando a desconocidos y mucho menos a niños huérfanos que ni siquiera han sido bautizados. Mi deuda es para con Sylvester y Ehrenfest’. Pensándolo bien, el sentido común de esas niñas está completamente equivocado y distorsionado de la realidad, tendré que corregir ese pensamiento pronto, antes de que les cause problemas en el futuro.

Por último, preparé un examen escrito, para saber el alcance de los conocimientos de las gemelas. Asimismo, planeé las herramientas mágicas para niños modificadas. Al igual que la Jureve de calidad media, ideas que expondré en la reunión de hoy.

Para cuando terminé con todos los preparativos para la llegada del par de Shumil alborotadores, ya había amanecido. Viendo esto, tomé algunas pociones reconstituyentes y nutritivas y me preparé para recibir a Karstedt, junto a mis sirvientes. Los cuales llegaron justo a tiempo.

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En cuanto todos entraron en mis aposentos y saludaron, inmediatamente después les pedí sus informes a Justus y a Eckhart. Entonces Justus se adelantó y bajo una herramienta mágica anti escuchas, comenzó a dar su informe sobre sus avances, en la recopilación de información sobre los nombres jurados de Georgine, Wiltord y Gerlach. Por desgracia los dos son demasiado cuidadosos, y no dejan ninguna brecha sin cubrir, y con mayor razón después de que Verónica se enterara de su traición. Desde entonces la facción de Verónica se ha estado dividiendo y fracturando, cada vez más. 

Luego Eckhart, me entregó algunos informes bastante preocupantes, sobre la orden de caballeros del ducado y su reciente deterioro en la calidad, así como la disminución en la cantidad de nuevos aprendices de caballeros. Y los bajos estándares que tienen en la academia real, para todos los nuevos caballeros que se han graduado. Esto debido a la escasez tanto de nobles como de maná, que está atravesando el país.

Con todos estos problemas y deficiencias, el ducado no está preparado para enfrentar un conflicto interno. Y en cuanto a Karstedt, por supuesto está al tanto de todo esto, pero difícilmente puede hacer mucho con todos sus deberes como escolta de Aub, quien le absorbe gran parte de su tiempo. Esto sumado a los recientes acontecimientos con sus hijas… el hombre hace lo que puede. Si tan solo pudiera hacer más… Pero con Verónica en el poder, esto es absolutamente imposible.

“La vinculación de Verónica con los crímenes de Bezewanst, ¿no son suficientes para ordenar un arresto?”. Yo pregunté a Karstedt.

“Me temo que no, Ferdinand. La mujer ha cubierto cada una de sus huellas, pese a que es obvio su influencia y participación, no hay pruebas concretas sobre su participación en dichos crímenes”. Explicó Karstedt con frustración y preocupación por el peligro que representa ese Chaocipher, cerca de sus hijas.