Capítulo: 52. Nuestros asistentes del templo

428 46 7
                                    

Pdv: Rozemyne

A pesar de que en esta línea de tiempo, entramos al templo antes, de alguna manera las cosas parecen ir aún más rápido que en el tejido roto. Me puedo dar cuenta de ello, ya que Ferdinand, planea lavar nuestras identidades, pasándonos por hijas biológicas de madre Elvira, agregándonos un año más. 

Y esto significa que después de todo, nos bautizaremos el próximo verano, pero con la gran diferencia, de que pasaremos a ser bautizadas directamente como nobles.

Eso es bueno, lo que no es muy bueno, es que tendremos menos tiempo de preparación, tanto para nuestro bautismo como para nuestro debut de invierno. ‘Bueno, no es que para mí sea un problema, pero si lo es para mi hermanita. Mmm… tendré que priorizar el harspiel’. 

En cuanto al orfanato, las cosas van bastante bien y han avanzado más rápido de lo que esperaba. Después de nuestro juramento como túnicas azules y todos los asuntos importantes, comenzamos a llevar a los niños al bosque. Pero no fuimos solas, por supuesto, ya que papá Gunther y Lutz nos acompañaron, junto a los sacerdotes adultos del orfanato. A los cuales Papá les enseñó a recolectar y cazar, mientras que Lutz y nosotras les enseñamos a hacer papel de Volrin y de Trombe, todo esto supervisado por papá, quien estaba a cargo.

Entretanto en el templo, mamá y Tuuli les enseñaron a las chicas a cocinar sopa, entre otras comidas. Por lo que al regresar del bosque, todos los huérfanos y sacerdotes grises tenían deliciosa comida. La cual disfrutaron muchísimo, y hasta pudieron repetir el plato. 

‘Ver los rostros felices de los huérfanos con sonrisas llenas de vida, llenó mi corazón de calidez y alegría’.

****

Como necesitábamos la cocina de las cámaras del director del orfanato, le pedimos a Ferdinand que nos dejara ocupar todo el edificio. Este lugar, sería nuestro punto de encuentro, entre los plebeyos y nosotras. 

Al explicar esto a Ferdinand, él no se negó y nos permitió hacer uso de las instalaciones. Y como eso estaba solucionado, reunimos a nuestros asistentes grises, para tener una pequeña reunión. Donde les explicaremos como trabajamos nosotras, de modo que, las cosas queden claras desde el principio, y así evitar malos entendidos.

Una de las cosas más importantes a dejar claro, es que Katy y yo habíamos decidido, que no dividiríamos a nuestros asistentes. Esto lo decidimos así, para que desde un principio se acostumbren a trabajar en equipo, ya que nosotras estamos acostumbradas a trabajar juntas y lo hacemos todo juntas, por lo que esto es lo mejor.

‘Vaya, es increíble como pueden cambiar las cosas. Yo antes de conocer a mi gemela, hacía todo sola… Mas ahora, siempre miro a mi lado en busca de Katy para hacer hasta la más mínima cosa, como; hacer planes, resolver problemas, discutir, divertirnos, en fin. Esa presencia constante en mi vida me es indispensable ahora, incluso hasta para leer cómodamente’. Yo pensaba en esto, mientras Katy saludaba enérgicamente a nuestros asistentes grises. “¡Primero que nada, bienvenidos al equipo! Esperamos que trabajen duro y den lo mejor de ustedes ¡Ánimo!”. 

Luego de estas palabras de saludo de mi gemela, yo continué hablando. “Si trabajan bien, dando lo mejor de sí, serán recompensados. Pero si ustedes no trabajan, no esperes nada de nosotras. Por eso mi lema, es; “El que no trabaja, no comerá”. Si tú no quieres trabajar, ni esforzarte, entonces no necesitaremos tus servicios”. Yo dije esto tratando de dejar muy claro, que no queríamos holgazanes en nuestras filas.

“Como dice la hermana Myne, más vale que te esfuerces, y te acostumbres rápido a nuestra forma de trabajar. Si serviste a otras túnicas azules anteriormente, por tu propio bien, olvídate de todo lo que aprendiste trabajando con ellos. Ya que nosotras trabajamos de manera completamente diferente”. Mi hermanita les advirtió para que no se confundan. Aunque este mensaje era para Rosina, más que para los demás.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora