Capítulo: 69. Nuestra primera jureve

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Pdv: Rozemyne

Es increíble como pasa el tiempo, ya que la temporada de Schutzaria está llegando a su fin. La cual, ha traído muchos cambios para Katy y para mí. Pronto el frío invierno comenzará, y yo me pregunto. ‘¿Qué nuevos cambios traerá consigo?’. Lo más probable es que traiga muchos, sin embargo, espero que sean buenos… 

Este será mi primer invierno en el templo, en este tejido. Pero con Cattleya y con Ferdinand aquí conmigo, no se sentirá tan vacío, como los recuerdos de mi primer invierno en el templo, del tejido roto. Y como nuestra familia plebeya y nuestra familia noble nos visitarán seguido, lo más probable es que no muramos de soledad.

‘Tendré que pedirle muchos “Gyu” a Ferdinand para no morir de hambre de afecto, ya que él es nuestra “poción nutritiva”. Ufufufuu… Y aunque a Cattleya no le gusten los “Gyu”, pues a mí si. Así que los obtendré como sea’. Yo planeé obtener algunos abrazos de Ferdinand.

Pasando a otro tema igual de importante. Pues, con el otoño llegando a su fin, solo quería decir que muy pronto sería la inauguración del restaurante del barrio noble. Y madre Elvira se había estado haciendo cargo de las invitaciones, y de los preparativos necesarios para la inauguración, en conjunto con Freida. 

En cuanto al restaurante de la ciudad baja, Freida dijo que pospondría la inauguración para la primavera. Como nosotras nos iríamos a dormir en nuestra primera Jureve, no podríamos asistir y luego comenzarían las primeras nevadas y ventiscas. Por eso decidimos, que lo mejor sería inaugurarlo en primavera, para que podamos asistir.

Y según los planes de Ferdinand, deberíamos preparar nuestra Jureve hoy, para tenerla lista y ponernos a dormir las dos últimas semanas de otoño. Ya que en invierno no es posible ponernos a dormir, debido a que tenemos que realizar la ceremonia de dedicación de invierno.

Es por esta razón, que hoy Ferdinand vino muy temprano en la mañana, para hacer todos los preparativos necesarios, para la elaboración de la Jureve. Por lo que, lo primero que hizo, fue poner un montón de restricciones en la puerta de nuestra habitación oculta. “Stylo”. Él dijo esto, comenzando a reestructurar el círculo mágico. El cual, Cattleya miraba fascinada.

“¡¡¡Wooow!!! Oye Sumo Sacerdote, ¿nos enseñarás a hacer y manipular círculos mágicos tan geniales como ese, en el futuro?”. Mi gemela preguntó con un brillo de emoción en sus ojos, por la perspectiva de aprender a hacer círculos mágicos, y a manipularlos a voluntad como Ferdinand.

“No. Además, necesitas un Schtappe para eso, y aún falta mucho para que obtengas uno”. Ferdinand respondió con una negativa, y de paso la regañó, diciendo. “Y deja de sorprenderte por tan pequeña cosa, quieres?”.

“Oh, pero que mentor más tacaño eres...”. Cattleya murmuró desplomándose con decepción. “Y todo un gruñón aguafiestas, además…”. Ella continuó refunfuñando, muy molesta, con Ferdinand.

Después de que él terminara con la puerta, le dio broches con piedras mágicas a nuestros asistentes, al hermano Eckhart y a Justus, para que pudieran entrar a la habitación oculta. El resto fue, bastante similar a como lo recordaba, como la tela con un círculo mágico de transporte. De donde Ferdinand sacó un montón de instrumentos y materiales, como; una enorme bañera de piedra blanca, donde Cattleya y yo cabíamos perfectamente juntas, también sacó un enorme caldero, un palo mezclador con forma de remo, etc… 

Pronto nuestra habitación oculta parecía más un taller de trabajo, que una habitación oculta. Pude ver a mi hermanita mirando con fascinación, todos los instrumentos y materiales salir uno tras otro, del círculo mágico. “Esto es como el bolso mágico de Hermione ¡¡¡Supergenial!!!”. Cattleya exclamó cada vez más entusiasmada, aunque esta vez no le preguntó a Ferdinand, sino que a Justus o al hermano Eckhart, quienes le respondieron todas sus preguntas felizmente. 

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora