Pdv: Ferdinand.
Cuando llegamos al templo, nos dirigimos directamente a los aposentos del Sumo Obispo. Al llegar allí, comencé a dar instrucciones a los asistentes de mis Diosas, entregando a Rozemyne con la ayuda de Justus, a un preocupado Fran. “Sumo Sacerdote, que les sucedió a mis Ladys”. Preguntó Fran recibiendo a la inconsciente Rozemyne, en sus brazos. Que aún brillaba por las bendiciones de los Dioses.
Y Eckhart con la ayuda de Heidemarie, entregaron a Cattleya a un igualmente alarmado Zahm. “Sumo Sacerdote, es…….sangre lo que tiene en la boca, lady Cattleya? Y porqué sus cuerpos están brillando?”.
“No hay tiempo de explicar, Rosina, Wilma, necesito que las cambien lo más rápido posible para sumergirlas en jureve. Ya saben con que ropa vestirlas. Las dejo en sus manos”. Yo les indiqué que las prepararan con los mismos camisones, para sumergirlas en la jureve.
“Como desee Sumo Sacerdote”. Respondieron todos los asistentes de mis pequeñas Diosas, poniéndose en movimiento.
Luego les di instrucciones a Justus y Heidemarie, que prepararan todo lo necesario en la habitación oculta de mis Diosas, para sumergirlas en la jureve lo más pronto posible.
Con todas las órdenes dadas, yo me dirigí a mis aposentos a toda prisa. Una vez allí, fui directamente a mi habitación oculta, ignorando a mis asistentes en mi camino, entrando en ella. Cuando estuve dentro fui directo a las estanterías, por las pociones necesarias e importantes, como la poción de amplificación y más de mi jureve. Asimismo, tomé un par de pociones de sincronización. ‘Esto es para asegurarme de que sus cuerpos no rechacen mi jureve, no creo que eso suceda, pero de todos modos debo asegurarme de que eso no pase. Bueno, si Elvira me lo permite’.
Ahora, con todo lo necesario, para poner en la jureve a mis Diosas, salí de mi habitación oculta y me dirigí lo más rápido posible, a las cámaras del Sumo Obispo. El tiempo corría y mis pequeños Shumil, en éste momento lo que menos tenían era tiempo.
Cuando entré a los aposentos de mis Diosas, los asistentes ya las habían cambiado a unos camisones simples y blancos. Yo me dirigí a Heidemarie y le entregué una de mis pociones de sincronización para que se la suministrara a Rozemyne. Y la otra se la entregué a Justus, para que se lo suministrara a Cattleya. Pero antes necesitaba el permiso de Elvira, por lo que les pedí a todos que nos moviéramos a la habitación oculta de mis Diosas. Para decidir que Jureve usaríamos, la de ellas, o la mía. ‘Solo espero que Elvira entienda, y tome la mejor decisión para la recuperación de mis Diosas’.
Para cuando entramos a la habitación oculta. Vi que ya estaba lista la tina y algunas piedras mágicas vacías, para absorber el maná que se libere de sus cuerpos, mientras estén sumergidas. ‘Tendré que conseguir más piedras mágicas vacías. Porque éstas no serán suficientes, para absorber todo el maná que liberen mientras duermen’.
Con todo listo y preparado, solo quedaba hacer la pregunta y tomar la difícil decisión. “Elvira, tendrás que decidir que jureve usarán mis Diosas. La mía o la de ellas. Yo previamente, les hablé de la posibilidad de tener que utilizar mi jureve en el peor de los casos. Es el último recurso. No quería tener que recurrir a esto, pero dadas las circunstancias……”. Yo dije algo complicado.
Luego me aclaré la garganta y continué hablando. “Tendrás que decidir en qué jureve dormirán mis Diosas. En la mía que es de alta calidad, con la que su recuperación será mucho mas eficiente, y tardarán un poco menos en despertar. O en la jureve de baja calidad que ellas ya utilizaron previamente, en la que dormirán mucho mas tiempo. Pero el problema principal de utilizar esta, es que no sé si les servirá realmente, para todo el daño que hizo el veneno en sus pequeños y débiles cuerpos”.
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Juego de Shumil gemelos
Hayran Kurgu¿Qué pasaría si Myne tuviera ayuda desde el principio? Si los Dioses le dieran una hermana gemela? Myne podrá ésta vez, salvar el jardín de los Dioses, con la ayuda de su nueva hermana? Podrá Yurgenschmidt sobrevivir a el par de shumil alborotadores...