Capítulo: 149. El regreso.

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Pdv: Rozemyne.

“Buenos días, Rozemyne”. Me había despertado con el saludo y una enorme sonrisa, de mi hermanita a mi lado.

“Buenos días, Cattleya”. Yo respondí muy feliz, a su alegre saludo.

“¡Si, hoy será un gran día!". Exclamó Cattleya, levantando su puño en el aire, mientras se sentaba en la cama.

Luego mirándome preguntó con entusiasmo, bajando el puño. "Hermanita, qué tenemos agendado para hoy, además de la práctica de harspiel…..?¡Oye espera, el harspiel no lo he practicado en tres semanas!". Exclamó mi gemela palideciendo. "¡¡¡Noooo!!! Todo mi trabajo duro, directo a la basura”. Gritó en pánico mi tonta hermanita, revolcándose en la cama sumida en la desesperación.

“¡¿Qué haré?!. ¡Mis dedos están todos torpes, y no hay tiempo para practicar!”. Se quejó Cattleya, mostrándome sus dedos, moviéndolos con torpeza. “Será una presentación lamentable. ¡Oh, por favor, mátame hermanita!”. Dijo suplicando ahora de rodillas con lágrimas en sus ojos.

‘Pero qué demonios está diciendo ahora, mi ridícula hermanita?’.

“No seas tonta Cattleya. Solo debemos practicar muy duro, estos días previos a nuestro debut. Así que nos pondremos a ello después del desayuno”. Yo respondí, al drama exagerado de mi tonta gemela.

La había extrañado tanto. Todas sus tonterías, sus locuras, las discusiones tontas, pero sobre todo, su ruidosa presencia constante. Jamás me molestó el silencio, ni la soledad, especialmente para leer, de hecho lo prefería. Pero ahora leer sin las molestas interrupciones de Cattleya, diciendo. “Espera un poco hermanita, necesito anotar esto”. O llenarme de preguntas, sobre algo que le llamó la atención. Su sola presencia a mi lado, es para mí, muy necesaria ahora.

Al darme cuenta, de que en realidad no me gusta estar sola. Y ya no me gusta el silencio, no después de tener a Cattleya y a Ferdinand como los tengo ahora. ‘Sé que estoy siendo egoísta y posesiva. Pero no me importa, los dos ahora son míos y no los compartiré con nadie más’.

Cuando miro a la yo del tejido roto. Donde me arrebataron todo lo que me importaba, mi familia y después a Ferdinand. Él era la única persona constante en mi vida, en aquel tejido. Y  luego ya no lo tuve más. Intenté recuperarlo, pero yo morí......perdiéndolo una vez más. ‘Tuve que perder a Ferdinand dos veces, para darme cuenta de lo mucho que lo quiero y lo importante que es para mí’.

Incluso cuando era Urano Motosu, siempre escondida detrás de un libro, buscando apartarme de todos. En aquel entonces, yo no pensaba en nada más que en libros, buscando y deseando el silencio y la soledad, para disfrutar de mi lectura.

Sin ser consciente de las cosas importantes, dando por sentado todo. Di por sentado a mi madre cuando era Urano. Luego di por sentado a mi familia plebeya, cuando desperté siendo Myne, y también a Ferdinand cuando me convertí en Rozemyne. Creyendo que siempre estarían ahí para mí. Siempre cometiendo errores estúpidos, poniendo a todos en peligro, en mi egoísta deseo por tener muchos libros.

‘¡Vaya! Hasta ahora me doy cuenta, que en mis dos vidas anteriores, me mató mi irracional apetito y codicia por los libros…… Sin embargo, ahora entiendo que no me sirve de nada tener tantos libros, si no puedo disfrutarlos con las personas que amo’.

Por eso ahora quiero tener muchos libros, para leer y compartirlos con mi ridícula hermanita gemela, y por supuesto con Ferdinand. Leer con ellos es mucho más divertido, y disfruto mucho más de mi lectura. Ahora me doy cuenta, de que hay personas mucho más importantes, que los libros. Sin ellos, no podría disfrutar de mi lectura, como antes de conocerlos y tenerlos en mi vida. Los necesito tanto o más que los libros, para ser completamente feliz.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora