Juego de Shumil gemelos

Capítulo: 107. Jugando con el par de Shumil traviesos.

Pdv: Ferdinand.

‘No se en que estaba pensando cuando acepté jugar éste juego, con el par de Shumil desvergonzados’.

En cuanto entramos al restaurante, la pequeña encargada nos guió directo a la Zona vip del establecimiento, junto con nuestros invitados de Dunkelfelger. Los cuales estaban admirando el lujo del lugar, alabaron el buen gusto de la decoración que había sido preparada para la ocasión, con el noble color del Dios del fuego. En honor a nuestros invitados y para recibir a nuestra futura primera dama. La que a decir verdad, está dando más problemas que solucionarlos.

‘Lo último que quiero, es otra Verónica, que quiera dañar a mis pequeñas Diosas’.

Una vez ocupamos nuestros lugares en la mesa, un gran comedor hermosamente decorado, al igual que el salón vip. Yo pensé. 'Aunque mis pequeños Shumil son un montón de problemas y locuras, debo reconocer que tienen muy buen gusto. Hicieron un muy buen trabajo preparando el lugar, para la ocasión. Si lady Galadrihel es lo suficientemente lista, y quiere tener todas estas tendencias dentro de su facción. Más vale que se lleve bien con mis pequeñas Diosas. Porque de lo contrario, no dudaré en eliminar a cualquiera que represente una amenaza para ellas’.

Sylvester como Aub Ehrenfest y el festejado junto a su futura Diosa de la luz, ocuparon los puesto de honor en la mesa, con Florencia y Elvira al lado izquierdo de Sylvester, con lady Galadrihel del lado derecho. La dama que acompaña a lady Galadrihel, la cual es su madre, lady Holenna. La tercera esposa del anterior Aub Dunkelfelger. Ella fue ubicada al lado de su hija. El resto de nosotros, como anfitriones tomamos los asientos de enfrente de los invitados, en la mesa. Rozemyne y Cattleya como mis prometidas fueron ubicadas a mi lado y como siempre se sentaron juntas.

‘Debo mantener a estas dos tontas, bajo control, o esto será un desastre’.

Por último Bonifatius quien fue ubicado al lado de sus nietas, quedando el par de Shumil traviesos en medio de nosotros para mantenerlas a raya. Una vez todos estuvimos sentados, inmediatamente después todos nuestros asistentes, junto a los sirvientes del restaurante, trajeron los carritos con la comida y comenzaron a servirnos.

“¡Oh mi!. Lady Elvira, pero que decoración más exquisita y elegante la de su establecimiento. Es de muy buen gusto, verdad madre?”. Alabó lady Galadrihel el restaurante de mis pequeñas Diosas, cometiendo un grave error al asumir que todo esto es de Elvira.

Pude ver a Rozemyne hacer una mueca de molestia y a Cattleya levantar una ceja. Luego hizo esa expresión que hace, cuando está tramando alguna de sus travesuras.

“Si, mi querida Galadrihel, es como si la misma Kunstzeal hubiera decorado el lugar, en honor a Leidenschaft. Debo decir querida lady Elvira, que en todos mis años asistiendo a fiestas de té. Nunca había visto este tipo de decoración, es bastante novedoso”. Continuó la madre de lady Galadrihel con las alabanzas, por la exquisita decoración del restaurante.

Al oír estos comentarios todos nosotros nos tensamos, esperando las réplicas de Cattleya o de Rozemyne. Sin embargo, Elvira sabiamente se adelantó y se apresuró a responder, antes de que lo hicieran mis traviesos Shumil, diciendo. “Oh queridas, me halagan. Aunque me temo que su Dregarnuhr ya no teje?. Pero por favor, déjeme aclarar esta desafortunada confusión. Este establecimiento, es de hecho de mis talentosas hijas, las cuales han sido muy bendecidas por Kunstzeal y Greifechan, fueron ellas las que prepararon toda esta fiesta de bienvenida. Que espero, sea de su completo agrado y la disfruten”. Aunque Elvira aclaró esta desagradable confusión, es obvio que ambas mujeres no creyeron en absoluto, de que realmente las gemelas prepararan todo esto.

‘En cierta medida, las entiendo al creer que Elvira, está promoviendo a sus hijas cediéndoles algunas de sus tendencias. Esto es muy común dentro de la sociedad noble, para impulsar a sus hijos e hijas. Pero no podrían estar más equivocadas con mis talentosas Diosas, ellas no necesitan las tendencias de Elvira, crean las suyas propias’.