Capítulo: 151. Ceremonia de compromiso plebeya.

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Pdv: Ferdinand.

Al entrar al edificio, nos dirigimos a la entrada de la casa de mis Diosas. Al tocar la puerta, Tuuli nos abrió, y al vernos su rostro se iluminó en una brillante sonrisa. "¡Mamá, papá, llegaron mis hermanitas, con el hermano mayor Ferdinand!". Anunció Tuuli recibiendo un enorme abrazo de mis Diosas.

Las cuales al verla saltaron a sus brazos gritando. "¡Tuuli estamos en casa!".

"Bienvenidas a casa, hermanitas". Se saludaron entre risas y lágrimas de felicidad. "Me alegro tanto de que estén bien y de regreso". Continuó diciendo Tuuli, muy feliz abrazando y besando en la frente a sus hermanitas. Las cuales habían crecido un poco, ahora lo noté mucho mejor al compararlas con su hermana mayor. Ya que mis Diosas ahora son solo un poco más bajas que Tuuli.

Tuuli al notar esto se alejó y dijo. "Soy solo yo, o ahora son más altas?. ¡Mamá, papá las gemelas realmente crecieron!". Exclamó Tuuli volteando a ver a Effa y Gunther de tras de ella. Los cuales se habían acercado a la entrada y habían estado observando su cariñoso saludo, con sonrisas cálidas en sus rostros.

"Así parece, hija". Respondió Effa a su hija mayor.

"Si, ahora somos más altas. Ufufufuu....". Dijo mi Diosa bondadosa, con suficiencia y una ricita divertida.

"Cuando el hermano mayor Ferdinand lo mencionó, yo no le creí". Continuó diciendo Tuuli con asombro, y ahora dándole el espacio a su madre, para que saludara a sus hijas, que estaban de regreso.

Entonces Effa se adelantó, diciendo. "Bienvenidas a casa, Myne cariño y Katy cariño". Saludó Effa, con los ojos humedecidos por la alegría de ver a sus pequeñas hijas, ahora saludables y de regreso con ellos. Y posando sus manos sobre las mejillas de mis Diosas, les dio una suave caricia. Mientras decía sus nombres con una voz cálida y cargada de sentimientos de amor y afecto maternal.

"¡Mamá!". Exclamaron abrazando a su madre con mucho cuidado y suavidad, por su vientre abultado.

"¡Hola hermanito, estamos en casa!". Saludaron las dos al unísono a su futuro hermano. Pero luego Cattleya agregó. "O hermanita".

"Cattleya ya te dije, es hermanito". Comenzaron una de sus tontas discusiones, mientras tenían sus oídos pegados al vientre abultado de Effa.

"Si, si, como digas hermanita". Dijo Cattleya dando la razón a Rozemyne.

"No importa lo que sea el bebé, hijas. Serán sus hermanas mayores y tendrán que cuidar bien de él". Con estas palabras Effa, detuvo su tonta discusión acariciando sus cabezas.

"¡Si, mamá! Seremos las mejores hermanas mayores del mundo". Declaró con determinación Rozemyne.

"¡Si, seremos las hermanas mayores más geniales, y cuidaremos muy bien de nuestro hermanito!". Declaró con entusiasmo Cattleya.

Luego de oír las entusiastas declaraciones de sus hijas, Effa asintió con la cabeza y con una sonrisa cálida, continuó diciendo. "Sean buenas hermanas mayores, pero no exageren, bueno?. Aunque estoy tan agradecida de que estén bien, y hayan regresado a casa, mis hermosas hijas". Finalizó su cariñoso saludo Effa, a sus pequeñas hijas.

Al terminar de decir su saludo Effa, ahora fue el turno de su padre. "¡Que! no saludarán a papá?!". Exclamó Gunther, hincando la rodilla en el suelo y extendió los brazos con una enorme sonrisa.

Mis Diosas al ver éste gesto de su padre adoptivo, saltaron a sus brazos riendo y llorando de felicidad. El hombre las abrazó y dio un par de vueltas con ellas en sus brazos, riendo y alabando lo grande y hermosas que estaban sus hijas.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora