Capítulo: 71. Fiesta de té con Elvira

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Pdv: Florencia

Había oído todo tipo de rumores, sobre las hijas de Elvira. Pero yo sabía que en realidad las niñas no eran suyas, sino que eran las hijas de la difunta tercera esposa de Karstedt. Sin embargo, Elvira las había aceptado como suyas, incluso las pasó por sus hijas biológicas. En aquel entonces, no entendía porqué Elvira había hecho algo así, siendo que la madre de las criaturas trajo ruina a su casa. Por eso, yo llegué a sentirme indignada en nombre de mi querida amiga, e incluso me compadecí de ella, por tener que verse envuelta en tan difícil situación. 

Pero eso no fue lo peor, ya que para la subyugación de Trombe, las gemelas Linkberg se hicieron una reputación bastante reprochable. Yo oí los rumores sobre las niñas, por medio de algunas damas de mi facción. Al parecer las apodaron “Las salvajes gemelas Linkberg”, y son bastante populares entre la orden de caballeros. Tal reputación, es una mancha imborrable e inaceptable dentro de la sociedad noble, y por ende en la sociedad de damas. 

‘Esto me hizo compadecer aún más a mi querida amiga, ya que Elvira ha sido criticada duramente, por causa de las salvajes criaturas que ni siquiera son suyas’. 

Aunque también corrían algunos rumores, de que ambas niñas poseen una gran cantidad de maná, algo muy raro de ver en gemelos. Y más, cuando se suponía que su horrible madre las descartó por su bajo nivel de maná. No obstante, Sylvester me confirmó que éste rumor era completamente cierto. En aquel momento, yo pensé que esta era la verdadera razón del porqué Elvira, las tomara como sus hijas. 

Mas ahora no pienso igual, sobre todo después de asistir a la inauguración del nuevo restaurante de las gemelas, lo entendí. Las había aceptado como sus hijas biológicas, porque las niñas poseen una gran cantidad de tendencias y de maná. Sin mencionar, que tienen una extraña habilidad para los negocios… Digamos que Greifechan las ha favorecido. Además, de haber obtenido la abundante gracia tanto de Cuococalura como de Kunstzeal.

Después de hoy entendí, que mi lista amiga aceptó a las niñas y a soportado las humillaciones, porque ella sabía que eso valdría la pena. Ya que en el futuro no cabe duda, de que las talentosas hijas de Elvira serán muy valiosas. Con mucho maná, tendencias e industrias que de seguro traerán prosperidad al ducado, pero sobre todo, son princesas Leisegang. 

Y esto me llevó a pensar. ‘¿Qué tal si uniéramos nuestras casas, por medio del matrimonio de mi hijo Wilfried, con las hijas de Elvira como segunda y tercera esposa?’. Estoy segura, de que podrían apoyar el gobierno de mi hijo en el futuro. Y por medio de esta unión, obtener el apoyo de la facción de Leisegang. 

Con esta idea en mente, esa misma noche hablé con Sylvester, sobre este tema. Al principio, no estuvo de acuerdo, ya que él quería que Wilfried tomara esa decisión por sí mismo en el futuro, tal como su padre le permitió a él, encontrar su propia Geduldh. Sin embargo, pude persuadirlo diciéndole que el puesto de primera dama quedará abierto, para que Wilfried encuentre a su Geduldh. Y con la perspectiva de tener esa deliciosa comida del restaurante en el castillo, una vez que nuestros hijos sean bautizados y su compromiso sea oficial, entonces esta idea fue un hecho.

Así que acordamos, que él hablaría con su primo Karstedt, y yo hablaría con Elvira, para convencerlos de esta maravillosa idea. Con esto decidido, al día siguiente envié una invitación a Elvira a una fiesta de té, para dentro de tres días y así poder proponerle esta idea. 

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La Diosa del tiempo tejió con gracia y premura, porque muy pronto llegó el día, de mi fiesta del té con Elvira. Y como esta sería una conversación privada, decidí recibirla en el salón de té de mis aposentos, donde ya tenía todo preparado. Por lo que en cuanto se anunció la llegada de mi querida amiga, fui a recibirla con mucho entusiasmo, pero igual estaba un poco nerviosa por su respuesta al oír la propuesta, que le haré el día de hoy.

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