Capítulo: 59. Sala de conferencias. ( Parte 1)

360 43 2
                                    


Pdv: Rozemyne 
 

Al día siguiente de la subyugación de Trombe, temprano en la mañana entrenamos con el abuelo y el hermano Eckhart. Luego continuamos con nuestras clases de harspiel y el resto de nuestros deberes. Más tarde fuimos a hacer el papeleo y estudiar con Ferdinand como siempre. Pero él tenía otros planes, ya que apenas entramos a sus aposentos, dijo. “Bien, ahora que están aquí, tenemos una conversación pendiente”. 

'¡Oh, no, la sala de conferencias!'. 

En esta línea de tiempo, Ferdinand todavía no nos había llevado a la sala de conferencias. Como no había necesidad, ya que el peligro de Bezewanst ya no estaba, y nosotras teníamos nuestra propia habitación oculta en nuestros aposentos. Por eso Ferdinand solía venir de vez en cuando a inspeccionar nuestras actividades en ella, o para regañarnos por alguna travesura de mi gemela.

Sin embargo, creo que ha llegado el momento de enfrentar nuestro inevitable destino. Un destino que yo sabía que sucedería, después de la subyugación de Trombe, a causa de mis recuerdos del tejido roto, yo sabía que Ferdinand nos interrogaría tarde o temprano, porque él quería saber sobre el mundo de los sueños. ‘Creo que algunas cosas no se pueden cambiar, porque están destinadas a suceder. Tal vez de formas diferentes, pero es el mismo hecho’.

Es debido a esto, que Cattleya y yo habíamos hablado sobre éste asunto previamente, y ya teníamos decidido que le diríamos a Ferdinand y que no. Aunque siempre está la posibilidad, de que él utilice la herramienta mágica para buscar en nuestros recuerdos, la cual utilizó conmigo en el tejido anterior. En el caso de que él hiciera esto, se enterará de todos nuestros planes, engaños, secretos y sobre el tejido roto…

Aunque no creo que lo haga, ya que ahora somos hijas “legítimas” de Karstedt. Dudo mucho que el padre Karstedt apruebe, que la utilice con nosotras. Y el abuelo Bonifatius lo mataría, si se entera de que Ferdinand usó con nosotras, una herramienta destinada a ser usada con criminales.

“OK, Sumo Sacerdote hablaremos contigo, pero primero almorcemos, muero de hambre”. Mi gemela dijo esto, mientras se frotaba su rugiente panza. 

‘¡Increíble! Yo preocupada por el inminente interrogatorio, y mi tonta hermanita está pensando en comer’. Con esto en mente, yo pregunté con incredulidad. “Cattleya, ¿en serio estás pensando en comer, en un momento como éste?”. 

“¡Que! El entrenamiento de hoy, estuvo rudo, necesito reponer fuerzas para enfrentarme al Sumo Sacerdote”. Ella respondió esto como si se fuera a enfrentar en combate, contra Ferdinand.

Hoy había sido nuestro primer día de entrenamiento físico, con el abuelo. Y no puedo negar que si estuvo bastante duro, a causa de que nos habíamos acostumbrado a usar constantemente las mejoras físicas, y dejar de usarlas de pronto, fue más duro de lo que creí. Aun así, no pude evitar suspirar con exasperación, ante el comportamiento tan relajado de mi gemela. Y por lo visto, yo no fui la única que tuvo esta reacción, ya que Ferdinand negó con la cabeza con desaprobación. 

“Esta bien comeremos primero, porque de todos modos tenemos una larga charla por delante”. Ferdinand dijo con resignación. 

Aunque luego continuó diciendo, con severidad. “Veo que la educación de Elvira, no puede retrasarse más. Por esta razón, destinaré algunos días de la semana para que visiten la residencia Linkberg, y así comiencen con su educación de dama”. Él explicó los cambios que haría, a nuestro plan de estudios. “Como su existencia ya no es un secreto después de la subyugación de Trombe, ya no tiene sentido seguir retrasando esta necesaria educación”. Él terminó de decir esto, entretanto nos sentábamos a almorzar.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora