Capítulo: 32. Las horquillas de Freida

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Pdv: Myne

La entrega de la última carta, fue un éxito. Pero nos dio fiebre por dos días, y como no pudimos ir al bosque para cazar Shumil, ni recolectar frutas Taue, Tuuli y Lutz nos trajeron algunos Taues. Con eso pudimos drenar un poco de maná de nuestros cuerpos. 

Para el tercer día, nos sentimos mejor, por eso tuvimos que enviar a Lutz y hacer otra cita para reunirnos en la plaza con Freida, al día siguiente. A lo que ella aceptó de inmediato. Por lo que llegado el días de la cita, nos pusimos nuestros mejores atuendos y partimos en compañía de Lutz. 

Cuando llegamos a la plaza central, Freida todavía no había llegado, así que la esperamos. Y mientras la esperábamos, hablamos de nuestros planes futuros para hacer papel en cuanto estén listas las herramientas. Asimismo, teníamos que hacer el pedido de los materiales para el trabajo de invierno. 

En medio de nuestra conversación, Freida apareció. A pesar de que todo estaba pasando antes que en el tejido roto, y muchas cosas son diferentes, las personas siguen siendo las mismas. Freida se presentó de la misma forma e intentó deshacerse de Lutz igual que antes, pero Katy y yo no lo permitimos. Y para cuando preguntó por nuestra salud, de alguna manera la conversación tomó el mismo rumbo que recordaba. 

"¿Acaso sufren del devorador?". Freida preguntó.

Y ante su pregunta, Katy y yo nos miramos, luego preguntamos algo que ya sabíamos. 

"¿Devorador?". Yo. 

"¿Qué es eso?". Katy.

"¿Oh? Bueno. Es un calor que crece dentro de ti, y actúa independientemente de tu voluntad?". Ella preguntó de forma pensativa, describiendo el devorador de forma muy correcta.

"¿Conoces de lo que estamos enfermas?". Yo pregunté tal como lo hice antes.

"Por favor cuéntanos más". Pidió Katy siguiendo el juego.

"Bueno, yo también lo padecí y afecta al crecimiento del cuerpo, como pueden notarlo por mi pequeño tamaño". Ella Explicó.

Pero ahora ya conocía toda esta información. Aunque ahora también sé que esto no tiene cura, y que no es una enfermedad, esto es maná en realidad. Freida solo intenta usar nuestra falta de dinero, para hacer que nos unamos a su tienda, ofreciéndonos el dinero como préstamo, y de esta manera tendríamos una enorme deuda con su tienda.

Ahora podía ver fácilmente todas sus estratagemas. Pero aún así, hice la pregunta. "¿Cómo lo curaste?".

Ella suspiró y luego dio la misma respuesta que recordaba. "Costó una fortuna". 

Pero a diferencia de mi reacción en el pasado, Katy respondió. "Ok, tendremos que trabajar muy duro para obtener el dinero, hermanita". 

“Por supuesto que si, hermanita”. Yo respondí mirando a Freida con diversión, porque Katy había aplastado por completo su esquema, con un par de palabras. Traducción. 'No necesitamos tu dinero, lo podemos conseguir nosotras mismas. Jajajaja.... mi hermanita es tan genial'. 

Freida pareció sorprendida con ésa respuesta, luego dijo. "Veo que tienen un espíritu fuerte. De seguro estarán bien, entonces".

****

Una vez que terminamos con la conversación, Freida nos llevó a su casa. Al llegar allí, comenzamos a hablar sobre la horquilla que usó Tuuli para su bautizo. Nos contó como la había visto desde la ventana de su habitación. Entonces ella le pidió a su abuelo, que le comprara una, pero tristemente no encontró a nadie que las vendiera.

"Si, ése fue nuestro trabajo de invierno". Yo expliqué 

"También hicimos una para el bautizo de nuestra hermana mayor Tuuli". Katy continuó con la explicación.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora