Pdv: TuuliAlgo extraño está pasando con mis hermanitas pequeñas. Desde la última vez que les dio fiebre, se comportan diferente, siguen siendo traviesas, pero algo no es igual. Ellas cambiaron. Se susurran cosas todo el tiempo y hablan en una lengua que no entiendo. Cuando le dije esto a mamá, ella no me creyó, así que la arrastré hasta la puerta del dormitorio para que escuchara conmigo.
“Mamá las gemelas se volvieron locas”. Yo dije. “La fiebre las enloqueció”.
“No Tuuli, tus hermanas no están locas. Solo están hablando la lengua de los Dioses”. Dijo mamá, alejándose de la puerta, para continuar preparando la cena.
“¿Por qué crees eso, mamá?”. Yo pregunté confundida.
“Porque creo haberles oído nombrar, a uno o dos de ellos. Todavía no haz tenido tu bautizo, pero pronto lo tendrás y entonces escucharás sobre ellos”. Mamá respondió muy segura de que las gemelas hablan la lengua de los Dioses. “Además, tus hermanitas siempre están hablando de un mundo extraño en sus sueños, tal vez ellas se comunican en esa lengua con ellos allí”. Esto dijo mamá, sin una pizca de duda. Para ella esto era la única explicación razonable, al extraño comportamiento de las gemelas.
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Al pasar los días, las gemelas estaban cada vez más activas. Limpiaron la casa, cocinaron con mamá y todo lo que hacían, era extraño. Pero era bueno, sobre todo la comida. También hicieron un líquido para limpiar el cabello, con las cosas que recolecté del bosque. Siempre están haciendo cosas nuevas y extrañas.
Como las gemelas estaban más saludables, mamá se las llevó al mercado con ella. Pensamos que no lo lograrían, sin embargo, nos preocupamos en vano, ya que no solo fueron caminando, sino que también volvieron caminando. No pude evitar sentirme orgullosa de mis hermanitas.
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Hoy me tocó quedarme con las gemelas en casa. “¡¡Haaah…. Myne, katy, se le quedó el almuerzo a papá!!”. Yo grité, llamando a las gemelas.
“¡¡¡Oh, no!!! Mamá se enojará”. Dijo Myne, con preocupación.
“¿Qué hacemos?”. Preguntó katy con ansiedad. Porque mamá ya había regañado a papá, por dejar el almuerzo en casa. Después de esforzarse tanto, en dejárselo listo muy temprano en la mañana, antes de ir a trabajar.
“Se lo llevaremos”. Respondió Myne, decidida a evitar que mamá regañe de nuevo a papá.
“¿Pueden llegar hasta la puerta?”. Yo pregunté algo dudosa y preocupada.
Pero ellas respondieron rápidamente. “¡Si!”. Al unísono, y con entusiasmo.
“Está bien, vamos entonces”. Después de decir esto, nos abrigamos bien y salimos de casa. Para cuando salimos, tenía el almuerzo de papá en una mano y con la otra tomé la mano de Myne, y ella se aferró a la de katy. Luego bajamos las escaleras del edificio con cuidado, y cuando estuvimos fuera comenzamos a caminar por la calle, con rumbo a la puerta sur.
En el camino nos encontramos con los chicos, Ralph, Fey y Lutz, los cuales de seguro van al bosque. “Hola Tuuli, a donde vas? No dijiste que no irías al bosque hoy?”. Ralph preguntó.
“Hola chicos, vamos a la puerta, papá olvidó algo importante en casa”. Yo respondí, mostrando el paquete en mi mano.
“Hola Myne, hola katy”. Ellos saludaron a las gemelas.
“Yo no soy katy, soy Myne. Ella es katy". Dijo katy señalando a Myne, para confundir a los chicos.
‘Ya comenzaron con sus payasadas’. Yo pensé exasperada.
“Si, yo soy katy”. Dijo Myne, siguiendo el juego a katy, quién soltó una carcajada por la cara de confusión que tenían los chicos. Y no los culpo porque hasta yo me confundo a veces.
“L-lo sentimos”. Ellos se disculparon con torpeza.
“Tranquilos chicos, solo están bromeando, siempre juegan así”. Yo dije, haciendo un puchero. “No es divertido chicas”.
“Jajajajaa…. ¡Oh, vamos Tuuli!”. Dijo katy riéndose a carcajadas.
“Jajajajaa.... Si es divertido”. Continuó Myne riéndose también.
“No. Solo es divertido para ustedes, no para los demás. Dejen sus payasadas para después, debemos darnos prisa”. Yo dije algo molesta.
“No te preocupes Tuuli, no nos molesta. Pero si tienen prisa, y van a la puerta, las acompañaremos”. Dijo Ralph despreocupadamente, volviendo a ponernos en marcha.
Ralph y los chicos, nos hicieron cumplidos por nuestros cabellos suaves y brillantes, que olían bien. Mientras caminábamos, seguimos charlando, hasta llegar a la puerta. Dónde nos encontramos con papá, quien nos preguntó qué hacíamos allí.
“Olvidaste el almuerzo en casa, papá”. Yo dije, entregándole el almuerzo a papá.
“Gracias hijas, y a ustedes también chicos, por acompañar a mis niñas”. Dijo papá, acercándose a los chicos y dándoles unas palmaditas en la cabeza.
Luego los chicos se despidieron y se fueron al bosque. Y papá nos llevó a la recepción, donde nos dieron tazas con agua y nos dejaron descansar un poco. Las gemelas habían caminado, todo el camino por su cuenta, sin ayuda. Eso era bastante bueno, ya que pronto podrán ir al bosque conmigo, tal vez en primavera, si no se enferman de fiebre tan seguido.
Cuando uno de los compañeros de trabajo de papá, el señor Otto, sacó tinta y pergamino y comenzó a escribir. Myne le preguntó a papá, si podía escribir ella también como el señor Otto. Pero papá dijo que no, por supuesto. Sin embargo, como Myne y katy miraban al señor Otto, con curiosidad y admiración, papá que no sabe leer ni escribir, como el señor Otto, se puso celoso de él.
Como siempre, katy sigue en todos sus caprichos a Myne, comenzó a hacer un montón de preguntas al pobre señor Otto. El cual cometió el error de decir que ellas también podían aprender. Entonces rápidamente ambas le pidieron al unísono y con brillantes sonrisas que él, les enseñara a escribir y a leer. Poniendo en una difícil situación al pobre señor Otto, con su celoso capitán. A quien ignoró algo incómodo, luego continuó diciendo a las gemelas que no podían usar pergamino ni la tinta, ya que ambas son muy caras. Por eso el señor Otto, les dio su pizarra de piedra. Luego les escribió sus nombres en la pizarra para que los practicaran. Y lograron asegurarse, un lugar de aprendizaje con el señor Otto.
‘¿Cómo es que esas dos, siempre se las arreglan, para salirse con la suya? Pobre papá, quería verse genial frente a sus hijas, como capitán de la puerta sur. Pero perdió frente al señor Otto’.
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Juego de Shumil gemelos
Fanfiction¿Qué pasaría si Myne tuviera ayuda desde el principio? Si los Dioses le dieran una hermana gemela? Myne podrá ésta vez, salvar el jardín de los Dioses, con la ayuda de su nueva hermana? Podrá Yurgenschmidt sobrevivir a el par de shumil alborotadores...