Juego de Shumil gemelos

Capítulo: 129. Recolección de otoño. (Parte 1).

Pdv: Cattleya.

Nuestras asistentes femeninas, nos habían despertado para cenar. “Mis Ladys, la cena está lista, y el sumo sacerdote las está esperando para cenar con ustedes”. Nos informó Rosina. Mientras comenzaban a vestirnos con la ropa adecuada y cómoda para ir a cenar con mi mentor.

Yo estaba muy emocionada de ir en esta increíble aventura, de nuestra recolección del ingrediente de otoño, ya que para mí, era la primera. Pero para Rozemyne, esta era su quinta o sexta recolección, si cuentas las del tejido roto.

Una vez vestidas con ropa más abrigada, fuimos al comedor a cenar con nuestro mentor. “Buenas noches prometido”. Saludamos al unísono.

“Buenas noches mis pequeñas Diosas”. Saludó complacido mi mentor, por oírnos llamarlo prometido. Algo súper vergonzoso, sobre todo, cuando todos nuestros sirvientes están presentes. “¿Descansaron bien?”. Preguntó mi mentor, haciendo una seña para que nos acercáramos a él.

“¡Si!”. Respondimos acercándonos.

Cuando estuvimos frente a mi mentor, él  comenzó a monitorear nuestra salud. Una vez que comprobó que estábamos bien y saludables, asintió con la cabeza y nos indicó que nos sentáramos a comer nuestra cena. “Bien dense prisa y coman su cena. Partiremos apenas estén listas”. Nos apresuró mi mentor.

Ante las instrucciones de mi mentor nosotras asentimos con la cabeza y nos apresuramos a comer. Cuando terminamos nuestra cena, nos apresuramos a nuestros aposentos para cambiarnos a los mismos atuendos que usamos esta mañana.

A nuestros geniales atuendos de montar, con unos pantalones muy cómodos, tanto que me gustaría usarlos a diario. También un cómodo y sencillo vestido, con un cálido abrigo largo y botas hasta la rodilla, con nuestro cinturón de nobles y un segundo donde llevábamos nuestro cuchillo mágico, junto al resto de herramientas para nuestra recolección. ‘Este atuendo definitivamente es mi favorito. Es completamente mi estilo, tanto me gusta que estoy pensando en hacer el curso de caballeros, solo para usar ropa cómoda y genial como esta’. Pensando en esto, les pedí esta vez a nuestras asistentes que nos peinaran con una trenza al estilo de “Lara Croft” de “Tomb Raider”, para enfrentar nuestra nueva misión como todas unas aventureras y como unas guerreras. Con esto estábamos listas para enfrentar nuestra nueva aventura.

Una vez listas, corrimos a reunirnos con mi mentor. “Lady Rozemyne, lady Cattleya. No corran, se derrumbarán antes de reunirse con el sumo sacerdote”. Nos detuvo con una advertencia nuestro asistente Fran.

“¡Oh cierto, y eso sería muy malo. Lo sentimos Fran, Zahm”. Se disculpó Rozemyne. Yendo más despacio.

“OK, nos lo tomaremos con más calma. ¡Pero esto es súper emocionante, saben?!”. Yo continué diciendo, deteniéndome en mi carrera, pero seguí caminando muy rápido. Quería partir ya.

Después de decir esto nuestro asistente del templo, siguieron tratando de detenernos y hacer que fuéramos más despacio. Pero nosotras seguimos adelante, junto a Brigitte y Damuel, quienes nos seguían de cerca. Ellos se habían turnado para tomar una siesta y para cenar, ambos descansaron lo suficiente y recuperaron fuerzas, para la recolección de esta noche.

“Mis Ladys, Lord Ferdinand las regañará si se derrumban con fiebre, antes de su recolección”. Nos regañó algo preocupado Damuel. Quien se veía especialmente serio y algo nervioso.

“Mis Ladys, entiendo su emoción. Pero no deben olvidar que son damas nobles. Si lady Elvira se entera de su alboroto, las regañará”. Continuó con los regaños Brigitte. Con una amenaza al final.

“¿Madre Elvira?. N-no le digas, Brigitte. Iremos más despacio”. Yo dije yendo ahora a un ritmo más lento.

“N-no le digas a madre Elvira, Brigitte. No hay de que preocuparse, Ferdinand se aseguró de que estuviéramos saludables para esta noche”. Dijo Rozemyne, ahora yendo más despacio, y para tranquilizar a nuestros preocupados sirvientes, justo antes de llegar a la entrada dela mansión de invierno.