Capítulo. 120. Una beneficiosa fiesta de té.

305 32 13
                                    

Pdv: Ferdinand.

“Nunca creí ver el día en que viera el baile de Bluanfah en los ojos de mi hermanito”. Se burló Sylvester con una sonrisa desagradable en su rostro. ‘Sabía que Sylvester sería un dolor, en ésta fiesta de té. Pero el saber que él, actuaría dentro de poco de forma vergonzosa, me daba cierta oscura satisfacción’. Pensaba en esto mientras Sylvester seguía con sus burlas. “Pero no te lo tomes a mal Ferdinand, te sienta muy bien. El problema aquí son las dos razones de ese baile……. No crees que es un poco pronto para albergar un Rafel por tus “pequeñas Diosas”?”.

Esta última insinuación realmente me molestó, por lo que yo respondí con irritación. “Estás siendo realmente desagradables Sylvester”. ‘Yo no había sido consciente de mis propios sentimientos por Rozemyne y Cattleya, hasta que bebí esa maldita poción……….. Habría vivido tranquilamente por mucho tiempo, sin enterarme, ni ser completamente consciente de lo que estaba sintiendo……… Debí hacer caso a las advertencias de mis pequeñas Diosas y dejar que Justus bebiera la poción, luego sacar a mis Diosas de la habitación oculta, o llamar a Heidemarie para probarla con ella y Eckhart. Pero en ése momento no pensé con claridad, solo de pensar en que Justus se comportaría de forma inapropiada con mis Diosas……….. eso nubló mi juicio’.

“Hermano mayor Sylvester, te equivocas, Ferdinand no tiene ése tipo de sentimientos románticos por nosotras. Es amor familiar”. Dijo esto mi Diosa dulce e ingenua, en mi defensa muy segura de que mis sentimientos no eran de amor romántico, sino que de amor familiar, decía esto mientras miraba enojada a Sylvester. Aunque Sylvester estaba siendo desagradable, ahora yo era consciente de mis verdaderos sentimientos por mis hermosas Diosas, y sabía que él, tenía razón en que Bluanfah había bailado para mí, mucho antes de beber la poción. La poción solo intensificó lo que ya existía………. ‘Yo soy consciente de lo inapropiado que es tener éste tipo de sentimientos románticos por mis Diosas……… ellas son aún pequeñas. Rozemyne, por lo que acaba de decir, no entiende sus propios sentimientos por mí, y Cattleya aceptó recientemente el matrimonio conmigo. Pero tener el conocimiento, de que a pesar de su apariencia son adultas en realidad, ver como juegan y usan su apariencia de niñas para manipular a los adultos, incluyéndome, es realmente fascinante. Sus tontos juegos, en los que me he dejado arrastrar voluntariamente………… todo esto ha resultado en un Rafel temprano……….. ¡Maldición! Cómo les explico esto a mis pequeñas Diosas?. No quiero asustarlas y que se alejen de mí……. Tal vez debería dejarlas vivir tranquilamente en la ignorancia?.......... Si, dejarlas vivir en la ignorancia es lo mejor para ellas, por ahora’.

Mientras yo tenía este dilema en mi mente, mi Diosa traviesa respondió a las burlas de Sylvester. “Hermano mayor Sylvester, en vez de poner tu atención en el baile de Bluanfah de mi mentor, no deberías poner más atención en el baile de Bluanfah de tu prometida, sentada a tu lado~?”. Vi como las dos soltaron risitas muy divertidas, molestando a Sylvester, pero también a lady Galadrihel, que no supo que responder. Porque la habían atrapado mirando en mi dirección de forma inapropiada. ‘Que mujer más molesta. Solo quiero que beba la maldita poción y deje de darnos problemas’. Aunque mis traviesos Shumil, no eran las únicas divertidas con la situación, porque Eckhart detrás de mí a duras penas pudo reprimir la risa.

“¿Eh? Están celosas mis hermanitas?”. Continuó con las tonterías Sylvester, no importándole lo incómodo de la situación.

Entretanto esto sucedía, lady Galadrihel que estaba bebiendo su taza de té, tratando de ocultar su molestia y vergüenza, de pronto sacudió su cabeza algo confundida, como si quisiera sacar los nuevos pensamientos y sentimientos que invadían su mente y corazón, luego volvió a tomar otro sorbo de té, como si eso fuera a borrar los nuevos e intenso sentimientos en ella. Para cuando bajó la taza, lo supe, Heidemarie le había suministrado la poción con éxito. “Ustedes dos, son peor que Ewigeliebe……….”. Dijo Sylvester, quedándose callado de súbito al sentir la mano que de pronto cubrió la suya.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora