Capítulo: 56. Subyugación de Trombe. (parte 2)

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Pdv: Cattleya

Me había congelado en mi lugar, cuando vi a Damuel en el suelo y a mi hermanita, en las garras del idiota de Shikikoza. Al ver a la pequeña niña siendo jalada del cabello, con lágrimas en sus ojos llenos de horror, y esa expresión de terror en su rostro, me trajeron malos recuerdos de mi vida anterior. Recuerdos que quería olvidar, enterrándolos en lo más profundo de mi mente, mas la escena frente a mis ojos la trajo al presente. Imágenes de la pequeña Hanna siendo jalada del cabello por mis hermanastros y sus burlas, vinieron a mi mente como oleadas, haciéndome sentir vulnerable como en aquel entonces. 

Sentí una punzada de dolor en mi pecho ¿Qué era? ¿Mi corazón rompiéndose? No lo sé, pero dolía mucho. Pese al dolor yo recordé mi promesa, me había prometido que nunca más permitiría que alguien me dañara, que lucharía y sometería a todos mis oponentes. Aunque no era a mí a quien estaban lastimando esta vez, esto era mucho peor, ya que a quien estaban dañando era a mi hermanita, mi amada familia...

Cuando fijé mi vista en mi objetivo, sentí como mi mente se enfrió, y todo lo demás a mi alrededor desapareció, y solo tenía un objetivo, destruir a Shikikoza. Mi ira hervía sin control, haciendo que mi maná saliera de la caja en la que había estado guardado. 

Lo siguiente sucedió tan rápido, fue en cuestión de segundos. Primero se encendió un interruptor, que se había mantenido apagado; era mi instinto de supervivencia. En este momento, estaba ante un depredador, un enemigo, por lo que la misión era simple; atacarlo en cuanto tenga la oportunidad y rescatar a mi hermanita. 

Entonces me preparé en consecuencia adoptando una pose de batalla, una de las primeras posturas de Judo Jigo-Hon-Tai (postura defensiva). Escogí el Judo por la diferencia de tamaño entre mi oponente y yo. Solo debía golpearlo en su punto de apoyo, tal como me había enseñado mi anterior mentor. En ese momento escuché en mi mente sus instrucciones. "Para derribar a un oponente más grande que tú, debes desequilibrar su centro de gravedad, golpea su punto de apoyo, Hanna".

Y así lo hice por puro instinto, me lancé a toda velocidad con mis mejoras físicas, cuando vi que el idiota de Shikikoza, soltó el cabello de mi hermanita y comenzó a tomarse el pecho, por alguna extraña razón. Pero eso no era importante ahora, así que golpeé su punto de apoyo, derribándolo con facilidad. Cuando lo tuve en el suelo inmovilizado con mis rodillas sobre sus hombros, yo perdí el control…

"¡¡¡Gaaaaah!!! ¡Como te atreves a tocar a mi hermanita, maldita sabandija cobarde!". Grité mientras golpeaba con todas mis fuerzas el casco del idiota de Shikikoza, hundiéndolo con cada golpe.

"¡¡¡Gaaaaah!!! ¡Te mataré!". Grité mientras le arrancaba el casco que me estorbaba en mi objetivo, destrozar al maldito idiota a golpes, por atreverse a tocar a mi linda hermanita.

"¡¡¡Katy!!!!". Oí gritar a Myne, mientras golpeaba al idiota, quien estaba de un extraño color púrpura.

"¡¡¡Katy detente, tu maná está aplastando a todos!!!". Gritaba Myne a lo lejos. ‘Oh, así que es por eso que el idiota está de ése color. Pues mejor, así podré golpearlo sin temor a un contraataque’. 

“¡¡¿Qué sucede infeliz cobarde, donde quedó tu sonrisa divertida?!!”. Yo pregunté, mientras golpeaba con mis puños al hombre en un feroz castigo.

"¡¡¡Damuel, rápido, llama a Lord Ferdinand!!!". Lloriqueo mi hermanita muy preocupada.

"¡Rott!". Escuché decir a Damuel con dificultad, luego tosió y gimió con dolor.

"¡¡¡Katy por favor detente, yo estoy bien, lo matarás si lo sigues golpeando!!!". Escuché gritar entre lágrimas a mi hermanita. ¡¡¡Los matarás a todos si los sigues aplastando con tu maná!!!”. Ella suplicó desesperada, pero la imagen del asqueroso idiota lastimando a mi linda hermanita estaba muy fresca en mi mente, para detenerme. La ira burbujeaba sin control, no me importaban Damuel, ni Arno, y lo sentía por Fran, pero yo no me detendría…

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora