Capítulo: 90. Los resultados de las compensaciones.

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Pdv: Ferdinand.

Cuando recibí el ordonnanz,  que contenía la alarma de ataque en el templo. Yo estaba en el castillo en la sala de suministro, ofreciendo mi maná en la piedra fundacional del ducado. En cuanto escuché el mensaje, me apresuré a regresar al templo. Pero antes pedí apoyo a la orden de caballeros, con los cuales me dirigí rápidamente al templo.

Para cuando llegué a las cámaras del Sumo Obispo, la batalla ya casi había terminado, y las gemelas estaban seguras dentro del escudo de Schutzaria. Sin embargo, llegué justo a tiempo, para evitar que esas tontas dejaran esa posición segura, ya que el idiota de Joisontak había tomado como rehén a Nikolaus su medio hermano. Conociendo a ése par de tontas, estoy seguro que se habrían entregado, solo para salvar a su hermano pequeño. ‘Pero yo evité, que el par de shumil alborotadores, hicieran alguna locura peor de la que ya habían hecho’.

Más tarde, cuando recibí el informe de Justus y Eckhart, de como fueron las cosas antes de que yo llegara, me narraron todo con lujo de detalles, hasta el momento en que yo llegué.

“Cattleya sigue introduciendo nuevos hechizos y cada vez son más peligrosos”. Yo dije frotándome la frente exasperado, después de oír el informe de mis sirvientes.

“Si, mi Lord. Pero creo que esta vez fue justificado, ya que cada uno de sus ataques, fue en respuesta a cada insulto que los Giebes o el conde Bindewald les dijeron a su familia, a usted mi Lord o a ellas mismas”. Dijo Justus, justificando las travesuras de la razón de todos mis dolores de cabeza. Yo ya sabía que Justus tenía una debilidad por las ocurrencias y travesuras de Cattleya, pero esta vez no puede negar que se excedió con Bindewald. El hombre quedó tan aterrado por la experiencia, que cooperó en el interrogatorio y nos dijo todo lo que queríamos saber, solo con la amenaza de que traeríamos a las gemelas al interrogatorio……. Tal vez si lo hubiéramos amenazado con una ejecución, no se habría asustado tanto como con la idea de ser convertido en un extraño animal para siempre. ‘Mmm……… esto me da una idea……. El hechizo de Cattleya parece ser un buen método de tortura, para hacer hablar más fácilmente a los criminales. Tendré que pedirle que me lo enseñe mas tarde’.

*

En cuestión de horas todo se volvió un caos. Primero, Gerlach se auto inmoló, cuando lo despertamos para interrogarlo. Después nos notificaron que Trudeliede, Gloria y Wiltord habían subido las alturas imponentes de forma repentina. La forma en que fallecieron estos últimos tres, es acorde a como mueren aquellos que han dado su nombre a su señor. ‘Esto quería decir que Wiltord tenía información importante. Alguien debe haber notificado a Verónica de su arresto y para evitar que hablara, lo hizo subir la imponente escalera, y como Gloria, ni Trudeliede le servían, también las descartó. Esto confirma que Wiltord  al igual que Joisontak, solo fueron peones que usó Gerlach, para cumplir con sus planes de sacar a las gemelas del ducado’.

En cuanto a Gerlach este asunto es más complejo, ya que descubrimos que ha estado usando guerreros de las sombras, el hombre es mucho más astuto y peligroso de lo que habíamos pensado. Pero lo más preocupante, es que el maldito logró huir a Ahrensbach, para reunirse con Georgine. Aunque en su apresurado escape, nos dejó un trozo de una extraña tela plateada, que al parecer repele el maná. ¿Cómo Gerlach obtuvo algo tan peligroso, como esa extraña tela?. Solo hay una respuesta para esa pregunta, y es, Ahrensbach. Tendremos que seguir investigando esta extraña tela y rastrear a Grausam.

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Para cuando Sylvester regresó de la conferencia de archiduques, tuvo que ordenar la ejecución de las familias de los criminales, las cuales fueron ejecutadas por asociación y por coconspiradores. Pero a pedido de Rozemyne y Cattleya que la apoyó en esto, dejamos con vida a los niños los cuales son; Laurenz, hijo de Sidonius Wiltord, el cual aceptó hacer el juramento. En cuanto a los hijos de Gerlach solo Matthias y Janrik, aceptaron hacer el juramento con la corona de la Diosa de la luz. Los cuales fueron llevados al templo como quería Rozemyne, pero todos ellos primero tuvieron que hacer su juramento de servir y jamás dañar de ninguna forma, ni a Rozemyne, ni a Cattleya. ‘Aunque para mí no es suficiente ese juramento. En cuanto puedan hacer una piedra de nombre, tendrán que ofrecer sus nombres a Rozemyne y a Cattleya’. Por último el conde Bindewald fue encerrado en la torre blanca, para servir como batería humana.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora