Capítulo: 157. Las horquillas de lunas gemelas.

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Pdv: Cattleya. El tiempo es la respuesta.

“¡Oh mi Dios!. Pero que preciosidades de horquillas. Lord Ferdinand si que ha sido bendecido por kunstzeal y Vulcanift”. Exclamó muy emocionada madre Elvira. Alabando los muchos talentos de mi mentor.

Y la verdad, es que estas horquillas de lunas gemelas, eran simplemente bonitas. Tanto que yo no sabía si debía aceptarla……. ‘Digo, no sé si algo tan bonito y femenino, vaya con mi forma de ser’.

Me gustan las cosas lindas, pero esto es otro nivel de lindo, es como algo que usaría una princesa de un cuento de hadas. Y con las palabras románticas de mi mentor, esto es realmente lo más parecido a eso.

Nunca quise ser una princesa, yo soñaba con ser una capitana de un navío pirata, en busca de un tesoro. Tal vez una detective, resolviendo el misterio de un crimen. O siendo una dama caballero como Brigitte, y luchar en batallas. Bueno esas eran más mis fantasías de niña.

‘Aunque mi sueño de vivir en un mundo mágico, se cumplió. Así que puedo tacharlo de la lista. Jejejejee….’.

Pero también tendré que ser gobernante, junto con mi hermanita y mi mentor. No me entusiasma mucho la idea, pero debo hacerlo. Si lo ves desde ese punto de vista, ésta horquilla es muy apropiada y acorde con ése futuro estatus. De todos modos, es a éste destino, al que decidí aferrarme con todas mis fuerzas.

Ahora por culpa de mi mentor, deseo ser una reina fuerte y valiente. Asimismo, quiero convertirme en una mujer hermosa y elegante, como sé que le gustan las chicas a mi mentor……

‘Bueno, lo de elegante……..haré mi mejor esfuerzo, pero no prometo nada……… Creo que mi mentor me seguirá llamando “salvaje” en el futuro’. Yo pensé resignada a mi destino.

“Hermanitas, les ayudo a ponerse sus horquillas?”. Preguntó la hermana Heidemarie.

“Si, hermana Heidemarie por favor”. Respondimos al unísono Rozemyne y yo.

La hermana Heidemarie al escuchar nuestra respuesta, se levantó de su asiento, con una enorme sonrisa en su rostro, y caminó hacia nosotras. Cuando estuvo detrás de nosotras, tomó con mucho cuidado la horquilla de Rozemyne de sus manos, y luego la acomodó en su peinado.

La horquilla se veía hermosa, y combinaba muy bien con nuestras horquillas de flores tejidas con hilos. Ya que la luna púrpura con el árbol de Ruelle, junto a las pequeñas piedras, colgaban de hermosas y finas cadenas de metal de maná, sobre el cabello azul medianoche de mi hermanita. Pareciendo una extensión de la horquilla, hecha por nuestra familia plebeya.

‘Se veía de maravilla, mi mentor realmente pensó en todo’. Yo reflexioné, mientras la hermana Heidemarie, ahora colocaba mi horquilla en mi cabello.

Cuando la horquilla estuvo en mi cabello, sentí el ligero peso de la misma en el lado de la cabeza, donde la colocó la hermana Heidemarie. Y al mover suavemente la cabeza, sentí el agradable movimiento y un ligero tintineo, de las piedras mágicas. No era algo molesto ni desagradable, de hecho me gusta.

Con nuestras horquillas puestas, Rozemyne y yo nos miramos con ricitas tímidas, y luego preguntamos a mi mentor al unísono. “¿Cómo se nos ven, querido prometido?”.

“Muy bien, mis pequeñas Diosas. Pero eso es obvio, porque yo las hice”. Respondió mi mentor, con un comentario muy propio de él.

“Oh, pero que respuesta mas romántica, y muy humilde de tu parte, mentor”. Yo dije con sarcasmo y un tono burlón.

Ante mi burla, mi mentor me miró con una ceja levantada, pero luego agregó con una sonrisa de medio lado. Al ver éste gesto yo pensé. ‘Ah, ya veo. Solo estaba jugando, y justo ahora, va a decir algo vergonzoso, para hacernos sonrojar’.

Juego de Shumil gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora