Juego de Shumil gemelos

Capítulo: 94. Ceremonia de investidura de Sumos Obispas.

Pdv: Rozemyne.

Esta era mi tercera ceremonia de bautismo, que no logré terminar. Aunque esta vez, no fue por derrumbarme, fue por un conflicto que ni siquiera comenzamos nosotras. Bueno lo que sea.

Más tarde, después del desastre que fue nuestro bautismo, nuestros sirvientes nos trajeron comida de la que se sirvió en el banquete, la cual estaba realmente deliciosa. Una vez nuestros asistentes nos cambiaron de ropa, y estuvimos listas, enviamos nuestro equipaje al templo, junto con nuestros chefs en los carruajes, ya que nosotras volveríamos al templo con Ferdinand.

“¿Están listas?”. Preguntó Ferdinand, apresurándonos para volver lo antes posible de regreso al templo.

“¡Si!”. Respondimos al unísono.

“Bien, hora de irnos. Pero estoy seguro, que querrán despedirse de su familia antes de partir, no es así?”. Preguntó Ferdinand, indicándonos que lo siguiéramos. Entonces nosotras asentimos con la cabeza y comenzamos a caminar rápidamente para seguirle el ritmo a Ferdinand, con nuestros caballeros de la guardia siguiéndonos de cerca.

Cuando estuvimos en la puerta, ya nos estaban esperando todos. Madre Elvira con la hermana Heidemarie, junto con el hermano Cornelius, que estaban aquí para despedirse. En cuanto a los demás, el hermano Eckhart, Justus y el abuelo Bonifatius, vendrían al templo con nosotras y Ferdinand. Además de Damuel y Brigitte por supuesto.

Por lo que nos explicó Ferdinand, el padre karstedt tuvo que volver al castillo con Sylvester, para hablar e intentar disminuir el impacto del incidente, que causó Verónica en nuestro bautismo. De igual forma, el hermano Lamprecht tuvo que volver al castillo con el padre karstedt, para regresar al servicio de su señor Wilfried, ya que solo le habían dado permiso, para ausentarse por un par de campanadas, mientras duró nuestro bautismo. Ferdinand nos dijo que padre karstedt pasaría más tarde al templo, para hablar y disculparse por el incidente de nuestro bautismo.

Cuando miramos a todos, pero en especial a madre Elvira, pude ver que nos miraban con expresiones de preocupación y culpa en sus rostros, a pesar de sus nobles sonrisas, esto era obvio. “Regresamos al templo, madre Elvira”. Dijimos al unísono.

“Si, mis queridas hijas. Lamento mucho lo desagradable que resultó el día de hoy para ustedes, en su día especial, con el problema que causó lady Verónica……….”. Nos dio una disculpa madre Elvira, con mirada preocupada en sus ojos. Pero luego cambió rápidamente su expresión y se recompuso como la dama noble ejemplar que es. “Mis niñas, no deben preocuparse por nada de eso ahora. Vayan con Lord Ferdinand y cumplan correctamente con todos sus deberes como las nuevas Sumos Obispas. Por favor pórtense bien y no le den tantos problemas a su prometido”. Dijo madre Elvira esto último, con una risita divertida.

Ante estas palabras de madre Elvira, Cornelius frunció el ceño y luego declaró. “Yo me haré fuerte y me convertiré en caballero, para proteger a mis hermanitas de cualquier daño y no permitiré que nadie se les acerque”. Dijo esto como una amenaza mirando a Ferdinand. ‘¡Vaya! Cornelius no ha cambiado nada, sigue siendo tan celoso como siempre’.

La hermana mayor Heidemarie y madre Elvira miraron con diversión a Cornelius tapándose la boca delicadamente, luego la hermana Heidemarie dijo. “Cuiden bien de Lord Ferdinand hermanitas, aunque después de lo de hoy, puedo ver que mi Lord está en muy buenas manos”. Nos encargó el cuidado de su señor, la hermana Heidemarie, con una sonrisa divertida y con ojos brillantes.

“No se preocupen, madre Elvira y hermana mayor Heidemarie, cuidaremos muy bien de Ferdinand, cierto hermanita?”. Yo dije con confianza.

“Claro, cuidaremos bien de nuestro mentor”. Respondió Cattleya agitando su mano como si fuera la cosa más obvia del mundo. “Pero sobre los problemas……..eeeh, bueno no prometo nada madre Elvira”. Dijo encogiéndose de hombros, no queriendo comprometerse con esa parte de la petición de madre Elvira.