El hospital

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Emily's pov

- Em yo...yo- tartamudeó ella.

- No pasa nada Ali, lo entiendo- dije con tristeza.

- No es eso, escucha yo quiero que sepas que...

Volví a interrumpirla, cosa que no me gustaba, pero tenía que declararme a ella, soltar todo eso que sentía; ya no podía aguantar más y aunque las cosas pudieran acabar como yo no quería, tenía que hacerlo. Debía liberarme y así poder estar cómoda conmigo misma.

Cogí sus manos y las junté con las mías. Parecía que nuestras manos se unían perfectamente, era como si estuvieran echas para estar juntas. La piel de Ali era increíblemente suave, podías estar todo el día tocándola que nunca se iría esa sensación de placer que causaba.

- Ali yo no se por donde empezar, desde el primer día que te vi ya causaste que mi cuerpo temblara ante tu presencia. Saliste de tu coche sonriente y te acercaste moviendo tu cuerpo al ritmo de una melodía.
No olvidaré esos dos besos que me diste, pensarás que estoy loca eh? Quién se pone así por dos besos en la mejilla? Al menos que yo conozca cierta morena, y desearía volver a sentir el tacto de tus labios contra mi piel. No me bastó mucho tiempo para fijarme en los mínimos detalles que todo el mundo dice cuando estás enamorado: frunces el ceño cuando piensas, al reírte echas la cabeza hacia atrás, cómo te salen esos hoyuelos tan perfectos al sonreir, muerdes el boli cuando tienes algún problema o no te sale algo bien, siempre que lees colocas tu mechón de pelo detrás de la oreja derecha, te gusta la coleta alta para hacer deporte quizás porque crees que te ves más sexy y cosa que no puedo discutir, sacas tu mejor sonrisa cuando ves a Pigs...Paige; la verdad es que me gustaría ser la persona que te hiciera sonreír de esa manera.
Eres hermosa Ali, si hubiera otra palabra que significara más te describiría totalmente. No dejes que Paige te hunda con sus comentarios porque ni eres tonta ni tampoco rellenita. Es mas, estás para comerte y si Paige está tan ciega para darse cuenta de todo esto que la den! Y más aún porque te está haciendo daño y no se da cuenta que ha dejado caer al diamante más hermoso que haya tenido.
Quiero ser la persona que coja ese diamante porque te aseguro que jamás lo soltaría, lo protegería con mi vida- no paraban de caer lágrimas por nuestras caras pero debía decirle todo.

- Sé que tu no eres esa persona que humilla a la gente, tu eres Ali la dulce Alison Dilaurentis y como un buen Dilaurentis sabes que la batalla es tuya. No te unas al enemigo, lucha contra el, sacarás más beneficio por lo segundo ¿dónde te ha llevado a ser tan mala persona como lo es Paige eh? Pues al hondo; te separaste de nosotras y dejaste de hablarnos para empezar a insultarnos y todas sabemos que esa no era tu intención. Estamos para ayudarte y yo no pienso dejar que te caigas porque ahí estaré para cogerte.
Veo que todas las mañanas traes un libro y lo lees antes de empezar las clases, me fijé que era Grandes Esperanzas; es mi libro favorito sobre todo cierta frase de él "pero permítanme que diga, de una vez por todas, que a menudo, si bien no siempre, sabía para mi gran pesar que la amaba contra toda razón, contra toda promesa, contra toda paz, contra toda esperanza, contra toda felicidad y contra todo desaliento".

Tras recitar la frase vi cómo se formaban dos hoyuelos mostrándome la sonrisa que tanto deseaba y añoraba. Esa sonrisa que anteriormente dije que quería sacarle ya no era un reto porque lo había conseguido. Soltando sus manos sequé las lágrimas de su cara con mis dos pulgares.

Este era el momento que había esperado, tenía que decirle esas cuatro palabras.

- Ali... Como bien te he dicho antes estoy enamorada de ti- sentí mi cuerpo relajarse ante tal revelación.

Durante unos segundos todo se quedó en silencio, no sabía si se lo tomó bien o no me había entendido perfectamente. Estaba quieta, no movía ni un músculo, parecía que estaba procesando mi declaración de amor. Yo ya lo había echo y ya me daba igual las consecuencias, me quité el peso que llevaba encima, aunque tenía miedo que fuera eso lo que hiciera que la perdiera.
Me estaba preocupando, seguía sin moverse ni formular palabras y cuando me armé de valor para preguntar que dijera algo, ella me sorprendió de la mejor manera.

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora