Y otro año más junto a ti

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Alison's pov

Habían pasado dos meses desde que Em y yo estuviéramos en aquella preciosa casa que alquiló en el monte para pasar un fin de semana unidas. Jamás se me irían de la cabeza los recuerdos que creamos allí, aunque hablándolo mejor, no creo que ninguna alusión fuera a abandonar mi cabeza, ya que todas esas memorias siempre permanecerían ahí. Y es que después de tanto tiempo, todavía conseguíamos sacar tiempo para nosotras, pero eso no significaba que no lo tuviéramos para nuestros pequeños, ya que teníamos algo organizado para ellos, algo que les encantaría, y algo con lo que al igual que en todos los momentos pasados junto a ellos, permanecería en nuestro interior.

Era cierto eso que decía mi madre de que los niños crecían muy rápido, que en cuanto te dieras cuenta ya se habían echo mayores. Porque aunque nuestros hijos aún fueran pequeños, ya no eran aquellos a los que tenías que coger aúpas porque no sabían andar. Taylor tenía ocho para nueve, era un poco más alta y como decía mi mujer, era una copia exacta de mí, al menos en lo físico, porque la manera de ser era definitivamente la de mi sirena, y me alegraba ver que fuera así. A sus seis años, Lauren ya era otra belleza, tal y como su hermana mayor, su interés por el conocimiento de las cosas nunca se había apagado desde que comenzara a hacer sus famosas preguntas, todavía seguía con las ganas de saber más, y eso me encantaba, ya que era algo que la hacía única.

Entre Taylor y Lauren había cosas que eran iguales, pero otras muchas diferentes, claro que el echo de que fueran así, no quería decir que fueran menos extraordinarias. Las dos eran bellezas diferentes, nuestra hija mayor era rubia y con ojos azules, su hermana en cambio, morena y ojos azul verdosos, que dependiendo de la luz, predominaba un color más que otro. En el carácter no eran muy diferentes, cada una tenía sus gustos, pero muchos los compartían, aunque sí que era verdad que Lauren era mucho más sensible que Tay, en ese aspecto la forma de ser de nuestra pequeña era como la mía, cosa que según Em, era algo que la hacía aún más perfecta. Y luego estaba el más chiquitin de la casa, nuestro granujilla que no paraba, parecía que nunca se le agotaba la energía. Nate era una copia de Em, era mi mujer pero en chico, dulce y adorable, pero también un traviesillo. 

Cada uno de ellos tenía su forma de ser, pero al mismo tiempo tenían rasgos nuestros que hacían que florecieran más, de ahí a que los tres fueran inmejorables. Creamos tres hermosas criaturas, y no podía estar más feliz de poder tener una familia tan magnífica como la que poseía con mi morena. 

Hoy era nochevieja, día en que daríamos la entrada a un nuevo año. Pasamos la navidad junto a mis padres y la madre de Em en su casa; Cece, Jason y sus hijos no pudieron estar porque estos se fueron a la casa de los padres de él a festejar el día. Pasamos una gran nochebuena, con juegos, risas y música; instantes como esos eran a los que nombraba como "oro", porque siempre era bastante gratificante pasar fechas importantes con la familia, sobre todo porque entre tanta conversación, se recordaban anécdotas graciosas y hacían que los niños se interesaran por ellas. 

Este año por navidad mi mujer y yo decidimos que cada uno de nuestros hijos recibiría un regalo, al menos por nuestra parte, ya que no nos gustaba la idea de obsequiarles con demasiadas ofrendas para que luego se cansaran de ellas después de utilizarlas durante un tiempo. Por eso no eramos partidarias de que los niños tuvieran tantos regalos por navidad, ya que si tenían uno que les gustara mucho era suficiente para sacarle una alegría. Claro que además de sus obsequios, nos animamos a hacerles uno a todos muy especial, todavía tenía en mente las caras de felicidad que pusieron en cuanto lo vieron.

Flashback

Era 25 por la mañana y Em y yo nos despertamos temprano para colocar cada caja alrededor del árbol. Después nos dirigimos a la cocina a preparar el desayuno porque conocíamos que en cuestión de poco tiempo, el ruido de pasos corriendo se oiría por las escaleras. 

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora