Mi amor verdadero (Emison)

Saltó la llama

Emily's pov

Estábamos disfrutando de la actuación, incluso de vez en cuando cantábamos alguna que otra canción al son de la música, pero si debía remarcar algo era la la felicidad que tenían los niños, la gran alegría que mostraban sus caras al ver a su personaje favorito o incluso al escuchar las canciones. Sabía que Lauren estaba teniendo un gran momento, cantaba, reía, me agarraba la mano de vez en cuando...el gran regalo me lo dio ella en cuanto vi todo lo que estaba disfrutando en la sala, todo merecía la pena por ellos. 

El telón se había cerrado, y eso significaba que había llegado el descanso, por lo que ahora era nuestro turno de salir y coger algo para comer. 

- ¿Cuándo va a volver a empezar?- preguntó mientras salíamos de la sala.

- En quince minutos, cogemos algo por aquí, comemos y volvemos- sonreí- nos da tiempo a todo. 

- Hay mucha gente mamá- comentó a medida que andábamos a la zona de comida que habían puesto temporalmente. 

- Si princesa- asentí- pero hay muchos puestos, y podemos comprar del que quieras- miré alrededor sin despegar la mano de la suya, ya que con la cantidad de personas que había, era bastante fácil perderse. 

- Quiero ese- apuntó con el dedo a uno de los puestos.

- Vale cariño- sonreí y cogí el teléfono viendo la llamada que tenía.

- Emily Fields, ¿dónde está ese mensaje que llegada que se suponía que tenía que haber recibido?- habló en ese tono serio, aunque sabía que parte de él era en plan juguetón.

- Lo siento cielo, se me ha pasado- mordí el labio mientras esperábamos en la cola- pero tenías que ver la cara de nuestra princesa, eran tantas emociones que se me ha olvidado escribirte.

- ¿Le ha gustado?- no estaba con nosotras, pero sabía que se le había formado una gran sonrisa. 

- Le ha encantado- asentí acariciando el pelo de nuestra pequeña- ¿cómo va la fiesta?

- Muy bien, los niños disfrutando, Nate intentando seguir el ritmo de su hermana, aunque muchas veces no pueda- echó una risa. 

- Me lo imagino- reí también- ¿quieres que te envíe una foto mía con los tirantes?- dije sabiendo que eso la volvería loca.

- ¿Qué clase de preguntas es esa cielo? pues claro que si. 

- Es una recompensa por no haberte escrito antes- aparté el móvil un poco- lo que mi hija pida, me dice lo que es y le pago- le comuniqué al vendedor volviendo a poner el teléfono en la oreja- dentro de poco te envío una. 

- Cómo sabía yo que los tirantes te iban muy bien- habló en tono sensual. 

- Como sigas así, vas a convertir esto en una llamada telefónica sexy- reí- algo que no me importaría claro.

- ¿Es mami?- preguntó una vez habíamos comprado los snacks. 

- Si cariño, ¿quieres hablar con ella?

- Si!- dijo feliz sosteniendo el móvil en su oreja- hola mami.

- Hola mi vida, ¿qué tal te lo estás pasando? ¿te está gustando la obra?

- Si, mucho- sonrió de oreja a oreja al escuchar la voz de su madre- han cantado también canciones.

- Que bien cariño, me alegro mucho, luego me tienes que enseñar fotos.

- Hemos sacado muchas mami, algunas son graciosas- rió. 

- De eso no tengo duda- rió también- te quiero mi vida, nos vemos más tarde.