La tirolina

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Alison's pov

Si por alguna casualidad a la noche hubiera echo frío, no me hubiera enterado ni sentido, porque estuve tan protegida por los brazos de mi morena, sintiendo el cálido tacto de su cuerpo, que apenas hubiese notado el fresco. Y es que ya fuera en nuestra cama, en algún hotel, albergue, camping, tienda de campaña...daba igual donde fuera que despertarse al lado del ser más maravilloso de la tierra no tenía precio. Y ahí estaba, despierta con una gran sonrisa escuchando los sonidos de la naturaleza mientras dejaba que mi mujer siguiera durmiendo y yo disfrutaba de su compañía.

Cuando estaba en el instituto, no era muy fan de ir a acampadas en la naturaleza, quizás porque apenas puse de mi parte para intentar encontrar el gusto de ello, o porque en su momento estaba con Paige y siempre me decía toda cosa mala para que le cogiera asco, y la verdad era más de lo segundo. A Paige apenas le gustaba el mundo verde, y hacía todo lo posible para que no fuéramos a excursiones tipo de esas, y si eso implicaba meterme el miedo en el cuerpo con cualquier cosa, hacía todo lo necesario, y yo como estaba tan ciega y hacía lo que me decía, pues la hacía caso. Aunque más que miedo era como un odio asco, ya que me echaba para atrás, pero fue cuando llegó mi morena cuando todo aquello que veía negro comenzó a aclararse, donde todas las cosas que yo pensaba resultaban ser lo contrario. Y a día de hoy, ir de acampada, estar en la naturaleza era una de las actividades que más me gustaban, y más cuando tenía a mi sirena al lado, ya que ella hacía que fuera mil veces mejor.

Y no podía estar más feliz de poder compartir los momentos con mi mujer y Han, pero en cuanto me venía a la cabeza que la zorra de Darcy también estaba con nosotras, la felicidad se me cambiaba por completo convirtiéndose en rabia. Y más después de lo que me hizo, porque dejarme abandonada en el agua como si fuera un objeto, no era agrado de nadie, y me estaba tocando tanto los ovarios, que podría explotar en cualquier instante, pero no lo hacía por ella, no deseaba estropear el tiempo con mi morena, y porque tampoco sabía como reaccionaría ella. Así que lo único que quedaba era que la víbora mordiera el anzuelo y se envenenara con su propio veneno, de tal manera que se mostrara tal y como era y Em viera en realidad la clase de amiga que tenía.

 Era cierto que podía contarle a mi morena todo, sabía que ella me creería porque no había duda de eso, pero prefería que descubriera a la bruja por sus propios actos, ya que Alison Fields también sabía jugar sucio, y que la gente fuera pillada por sus acciones era una de ellas. Por lo que tenía dos plus: uno, que Darcy se llevara la mayor bronca de su vida, de que todo lo explotara en la cara porque sabía que mi morena enfadada era un huracán, y dos, ver la escena con una gran sonrisa y ponerme cachonda de lo cabreada que se pondría mi Em, porque oh dios que sexy se ponía cada vez que la veía así, más de lo que ya era de normal. Ganaba de cualquier manera, tendría el placer de ver a la víbora hundirse, y luego recibiría el placer de mi morena, porque no estaba dispuesta a desaprovechar la oportunidad de tirarme a una enfadada Em.

- Mmm ¿en qué piensas?- sentí el roce de sus labios contra mi oído.

- Si yo te dijera- sonreí.

- Me encantaría saberlo, tal vez pueda hacer algo al respecto- empezó a plantar pequeños besos en mi cuello.

- La verdad es que si que puedes hacer algo- mordí el labio inferior.

- Tu dime lo que sea y yo me encargo de hacerlo- susurró seductiva en mi oído mientras cogía con su mano mi pecho y lo apretaba.

- Veo que alguien se ha levantado con ganas- cerré los ojos disfrutando a lo que me estaba sometiendo.

- Imposible no tenerlas cunado tengo a la mujer más bella del mundo- besó mi mejilla haciendo que girara la cabeza con una sonrisa y encontrándome con esos hermosos ojos marrones.

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora