Mi amor verdadero (Emison)

Las bonitas palabras

Alison's pov

- No....no entiendo cielo- quedó confundida- tu padre....- me miró con algo de tristeza en sus ojos.

- Lo sé- asentí- al principio yo también me he quedado perpleja, pero lo he entendido en cuanto he leído lo que ha escrito- observé esas órbitas marrones que tan prendada me tenían y llevé mi mano libre a la suya entrelazando los dedos. 

- ¿Qué dice la carta?- quiso saber. 

- No...no he llegado a leer todo, hay un trozo que me he saltado- tragué saliva sintiendo un nudo en la garganta.

- No pasa nada cielo, estoy aquí- llevó nuestras manos unidas a sus labios y plantó un beso en la mía- tómate el tiempo que necesites.

Miré el trozo de papel con letras escritas por mi padre, posiblemente uno de los últimos recuerdos que me había dejado de esa caligrafía tan especial que poseía, algo que guardaría con mucho amor. Emily era mi apoyo más importante, siempre había sido mi roca, el hombro al que lloraba, y saber que estaba frente a mí sin presionarme y teniendo toda la paciencia del mundo hizo que tuviera la suficiente fuerza para leer de nuevo la carta, esta vez completa.

Queridas Jessica, Cece y Alison:

Si recibís esta carta significa que me he ido antes de lo previsto, pero no penséis que os he dejado solas, siempre velaré por vosotras desde lo más alto. Sois las tres mujeres más importantes de mi vida, siempre ha sido así, y como protector vuestro, quería dejar constancia que en caso de que algo pasara, tuvierais un buen colchón en el que poder acomodaros. Sé que esto no se puede comparar con una pérdida, aunque sí que puede ayudaros de cara al futuro. 

No puedo expresar con palabras la felicidad que me habéis causado, todo ese amor que me habéis compartido, y todo los momentos que hemos creado juntos. Como buen cabeza de familia, uno tiene que pensar por todos sus seres queridos. A veces ocurren desgracias que uno no puede evitar, y es por eso que en su día decidí hacer esto para dejaros tranquilas el resto de vuestras vidas. 

Alison, mi pequeña, la niña de los ojos azules; no sabes la alegría que me dio el instante en que me miraste con esas órbitas y me mostraste la sonrisa más adorable que uno pudiera recibir. Incluso ahora que estoy escribiendo estos vocablos me vuelve a salir la sonrisa tonta que se me creó al verte, es algo que no puedo evitar, pero ahora que tienes hijos comprenderás de lo que te hablo. Siempre tuve fe de que encontrarías alguien digno de tu amor, de que hallarías esa alma gemela que tanto ansiabas en tus sueños pero que tan poco formulabas con palabras. No hizo falta que me contaras mucho para saber que aquella relación en la que aparentabas ser feliz no era más que una máscara puesta por ti. 

Sin embargo, y como muchas veces te he dicho, el amor te vino de la noche a la mañana, encontraste la persona que no dejaba que se te fuera la sonrisa de la cara. Es algo que he vivido tres veces: mi caso personal con tu madre, cuando tu hermana conoció a Jason, y cuando Emily llegó a tu vida. No deseo darte un sermón de lo que es el amor, puesto que ya hemos tenido muchas conversaciones sobre ello, pero sí que quiero recalcar que pase lo que pase, no pasa nada por mostrar tu lado más vulnerable a esa persona que ahora llamas mujer; no pasa nada por exponer esos sentimientos. Sé que a veces cuesta, en ese aspecto has salido a mí, aunque no es imposible, y si tu madre ha logrado que yo lo haga, y mira que a veces soy como una roca; cariño, estoy seguro de que tú ya lo habrás echo, o sino, lo harás con el tiempo. Has sacado esa expresividad en los ojos de tu madre, y es algo que siempre he adorado, cada una de vosotras ha sacado cosas diferentes de mamá, sois perfectas a vuestra manera, pero unidas sois aún más sensacionales. 

Eres hermosa por dentro y por fuera, y sabes que tienes una gran fuerza interior, por mucho que no quieras admitirlo. No dejes de exponer ese amor que sientes por tu familia, no dejes de ser tú misma, que no te de vergüenza mostrarte al mundo tal y como eres, porque son aquellos que se quedan a tu lado los que realmente te aman. Abraza y valora todo lo que tienes, sé que tu y Emily haréis de vuestros hijos unas grandes personas, seguro que estaré ahí para verlo y vivirlo con vosotras, pero en caso de no estar, no tengo duda de que serán maravillosas almas.