Solamente tú

1.2K 65 39
                                    

Alison's pov

Con el jersey ya puesto y percatado de que todo estuviera en vela, cogí el móvil y salí del cuarto bajando las escaleras hasta el piso de abajo. Se notaba mucho cuando nadie estaba en casa, ya que el silencio se apoderaba de ella, y más por la noche, no había sensación de que nadie más ocupara el hogar, y cuando una estaba acostumbrada a escuchar risas de tres hermosos hijos o de una mujer, o cualquier cosa que fuera, el sigilo no hacía más dejarte la carne de gallina. 

Salí de casa dirigiéndome hacia la izquierda, que era el camino que llevaba a los bosques frondosos, aquel en el que encontrabas el famoso lago al final de la travesía. El cielo estaba teñido de negro, las estrellas eran las únicas luces que lo adornaban, haciendo que el oscuro cielo se convirtiera en algo bello a lo que mirar. Pero todo eso cambiaba cuando no tenías alguien con el que admirarlo, verlo sola era algo diferente, aunque tener la oportunidad de hacerlo con alguien, y más cuando esa persona era el amor de tu vida, todo ello se volvía a algo extraordinario e imposible de olvidar. Por eso andaba bajo la iluminación de los asteroides, porque yo siempre admiraba el firmamento con mi morena, con la chica que poseía mi corazón, y por la que ahora mismo estaba entrando entre los matorrales de la naturaleza que me dirigían hacia mi destino, porque tenía la palpitación de que ella se encontraba allí. 

Poco a poco y sigilosamente, siendo el ruido de mis pisadas el único sonido que se escuchaba, tomé la recta que dirigía hasta ese lugar que tanto amaba y que tanto significado tenía para mí y mi sirena, uno de los sitios donde habíamos y seguíamos pasando hermosos momentos. Cada vez estaba más cerca del lugar, y con cada pisada más nervios sentía en el estómago, porque aunque había una gran posibilidad de que ella estuviera ahí, también existía la probabilidad de que no estuviera, y entonces si que me daría algo, ya que este era el único sitio que podía imaginarme donde mi morena pudiera estar. Y fue entonces cundo vi la figura reflejada en la oscura noche, sentada en el suelo y apoyada contra la roca, no estaba haciendo nada, más que estar en su tranquilidad solitaria, sabía perfectamente que era mi Em, y estaba feliz porque al menos la había encontrado. 

Durante un rato me quedé en mi sitio, a unos metro separada de ella y a sus espaldas, ya que aún no deseaba molestarla. Pero fue en ese breve momento de admiración cuando me di cuenta de que había pasado todo el tiempo en la roca desde que abandonara la casa de Spence y Toby, la envoltura de un sandwich la delataba. Supe también que hizo levemente caso al móvil, porque el aparato estaba apoyado en el pedrusco, y tuvo que ponerlo en silencio; si quería alejarse y tener un tiempo para ella, lo logró, por mucho que me dejara preocupada de su paradero. 

- ¿Puedo?- susurré a medida que me acercaba a su figura.

- ¿Cómo me has encontrado?- giró la cabeza mirándome.

- Porque te conozco Em- me quedé de pie deliberando si debía sentarme a su lado o no.

- Tranquila que no voy a atacar, puedo contenerme- soltó de repente- de todas maneras se me ha ido parte del cabreo- encogió los hombros. 

Vale esa me la merecía, y no le iba a reprochar si en algún momento de nuestra conversación soltara otra baza contra mí, ya que yo me había portado mal con ella al hacerle creer algo que apenas creía. Lo más importante era saber que se encontraba bien, y que de su boca salieran las dos palabras que tanto esperaba, aquellas que me dejarían en un mar de tranquilidad.

-Lo sé- me senté a su lado- ¿t..tenías previsto pasar aquí la noche?- formulé en tono dulce.

- No- negó la cabeza.

- Em, yo...- apoyé la mano en su regazo. 

- Déjalo Ali- agitó la cabeza en negación.

- No- me opuse.

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora