Oxígeno limpio

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Emily's pov

Recordaba todo lo que había ocurrido, todavía vagaba por mi mente cómo después de ese sonido que al principio no parecía nada llegó el descontrol. La gente histérica, niños llorando, individuos empujando por ser los primeros en salir, todos asustados temiendo por sus vidas...era increíble lo que hacían las personas con tal de salvarse. Todo era un caos, y por mucho que intentaras apaciguar las cosas, parecía que no había remedio, era complicado tratar de calmar a alguien, muy pocos fueron los que se podía confirmar que no perdieron los nervios, yo siendo una de ellas.

En cuanto vi la cara de pánico de nuestra hija, supe en ese momento que debía por todo lo alto mantener la compostura por ella, por no mostrar desorden porque bastante tenía con la imagen de todo el ambiente. No obstante, no olvidaba lo que aquellas dos personas en exclusiva le hicieron a nuestra princesa, a mi me daba igual, pero hacerle eso a una niña asustada no tenía perdón por mucho que ellos también estuvieran descontrolados. Ni siquiera se disculparon, que sería lo mínimo que podrían haber echo, si tenían tiempo de empujar e insultar, entonces también hubiesen tenido tiempo para pedir disculpas. 

Abrí los ojos por que ya no deseaba permanecer más en la oscuridad, quería volver a la realidad, deseaba ver a mi familia, saber que todo estaba bien. Conocía perfectamente el aroma y el color de la sala donde estaba, era imposible desconocer una habitación de hospital, sobre todo por las máquinas que tenías al lado de la cama. Volvía a respirar con facilidad, ya no tenía esa dificultad de meter y echar aire, ni siquiera de hablar, sentía que mis pulmones volvían a recibir aire limpio, sobre todo por la máscara de oxígeno que llevaba puesta. 

Toda la habitación estaba en silencio, el único sonido que pudiera haber era el de mi respiración y una máquina que tenía al lado que no sabía para qué servía. Giré la cabeza en busca de alguna persona, y ahí la vi, echada en el sofá dormida profundamente, como si no hubiera descansado en días, porque sólo habían pasado horas desde que perdiera el conocimiento verdad?

El pavor empezó a apoderarse de mí, estaba en un mar de preguntas, sin saber cuánto tiempo había estado dormida o inconsciente; me sentía descansada, pero era normal sentirse así después de haber pasado por un incendio, después de haber entrado en la boca del lobo para rescatar a un niño y tragar ese humo maligno que no hacía más que entorpecer las cosas? Si algo tenía claro, era que la memoria me iba bien, ya que al menos recordaba todo lo ocurrido antes de quedarse todo de negro. 

Me moví para ponerme en posición de sentado, y fue ahí cuando sentí la ráfaga de dolor en mi mano y brazo. Tenía la imagen de cuando tuve que romper el cristal de la ventana para salir del edificio y poner a salvo a Lauren, sabía que tenía sangre, pero desconocía que me fuera a doler tanto con el paso de las horas, aunque si lo pensaba profundamente, seguro que había tenido algún corte y eso era lo que causaba la tortura. Sin embargo, no recordaba la razón por la que sentía ese dolor en el brazo, pensaba y pensaba pero no me venía nada a la cabeza, tenía rasguños, aunque eso era lo de menos, la molestia de mi brazo la tuvo que causar otra cosa. 

- Ali- intenté llamar la atención de mi rubia- Ali- me quité la mascarilla esta vez por si eso hacía algún efecto- Ali!- alcé un poco la voz, aunque con lo rasposa que salía, dudaba si me oiría.

Me daba igual si tenía alguna molestia, no me iba a quedar quieta cuando mi esposa no respondía. Dejé la mascara a un lado y me levanté como pude, acercándome lentamente y arrodillándome frente a ella. Con una sonrisa en la cara, llevé la mano a su pelo y lo acaricié, podía sentir el tacto sedoso y al aroma a vainilla que desprendía, algo que me encantaba y era único de ella. Coloqué un mechón detrás de la oreja y pude apreciar mejor la hermosura de su cara, no había duda de que era la mujer más radiante que había visto, incluso cuando dormía no había quien superara su encanto. 

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora