Emily's pov
Habían pasado cinco meses desde que comenzamos el curso, estábamos a principios de febrero, lo que significaba que en nada tendríamos la época de carnavales. Durante las últimas semanas estuvimos dándole vueltas en qué podríamos disfrazarnos, y tras varias ideas y aceptación de mi clase, decidimos en ir de superhéroes y superheroínas. Yo opté en ir de la viuda negra, era un personaje que me gustaba mucho y me fascinaba la gran habilidad que tenía de usar las armas, así como ser experta en artes marciales. Ali decía que en lo de luchar teníamos bastante parecido, ya que con los trucos que me enseñó mi padre, valdría para demostrar que era una auténtica Natasha Romanoff; mi rubia iba a ir de pirata, y ya estaba esperando a verla vestida porque sabía que iba a ser la corsaria más sexy de todo el lugar.
Taylor ya tenía cuatro años y nuestra rubia decidió en ir disfrazada de vaquera, fue un dictamen entre sus amigas y ella, y como la idea salió vencedora, nuestras pequeñas iban a ir de hermosas vaqueras. Lauren había cumplido dos años, comenzó a dar sus primeros pasos, que a decir verdad corría como las liebres; ahora que podía mantenerse de pie, eso de gatear no lo veía tan divertido e intentaba andar todo lo que podía, claro que como acababa de empezar, aún tenía dificultades, pero nunca se daba por vencida. Otra de las sorpresas de nuestra pequeña fue que ya dijo su primera palabra, lo presenciamos las tres: Ali, Tay y yo, y no veas la alegría que se llevó mi mujer al oír que el primer vocablo de nuestra princesa fuera ella. La llamó "mami" en medio de una comida, casi me atraganté al escuchar su angélica y hermosa voz, además de derretirme en la manera que llamó la atención de la rubia: se le había caído la servilleta a Ali y cuando Lauren lo vio, apuntó hacia el suelo diciendo mami. Taylor enseguida se levantó del asiento y fue corriendo hacia su hermana a darle un beso y felicitarla, y después fue donde Ali, que todavía estaba en shock por lo que había pasado, y la abrazó con sus diminutos brazos; yo me quedé observando la escena desde mi hueco con una gran sonrisa de oreja a oreja, esa era mi familia, eran mis princesas y reina, razón por la que me levantaba alegre cada día. Claro que ahora que Lauren tenía dos años, ya había empezado a formular más palabras, pudiendo así tener pequeñas conversaciones con ella, y sobre todo con su hermana, que gozaba mucho cuando las dos se ponían a cantar.
El sonido de la alarma me despertó y tras apagarlo, di la vuelta para abrazar a mi rubia, aunque me encontré un hueco vacío, era la única que ocupaba la cama. Me levanté y vestí, y después baje las escaleras para encontrarme con mis tres preciosidades en la cocina a punto de desayunar. Ali estaba terminando de hacer las tostadas, y Taylor y Lauren estaban sentadas en la mesa untando algunas de ellas con mermelada, me enorgullecía ver que aunque no fuera mucho el trabajo que hicieran las pequeñas, se esforzaban en ayudar siempre que podían. Taylor era una gran hermana, todo lo que le habíamos enseñado lo estaba ilustrando en su hermana, de ahí que Lauren copiara gran parte de las cosas que hacía la mayor.
- Buenos días a todas- dije entrando con una gran sonrisa y besando las cabezas de nuestras hijas.
- Hola cielo- respondió Ali dándose la vuelta con las últimas tostadas en mano.
- Mia lo que he echo mamá- comentó Lauren mostrando una rebanada de pan a medio untar.
- Vaya, muy bien preciosa- acaricié su pelo- mamá se va a comer esta tostada porque seguro que está deliciosa- me senté a su lado.
- Mamis, hoy vamos a ver una peli en clase- dijo Tay feliz.
- ¿Y cuál mi vida?- preguntó Ali sentándose en su hueco y comenzando a desayunar.
- Frozen- mostró sus perfectos hoyuelos mientras comía los cereales.
- Me das envidia princesa, mama también la quiere ver- puse morritos- ¿puedo ir a tu clase?
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Mi amor verdadero (Emison)
Fiksi PenggemarEmily es una joven californiana que se muda a Rosewood tras la muerte de su padre. El pueblo fue lugar donde creció su madre, y será ahí donde encuentre a su amor verdadero. Ser la nueva alumna de un instituto no es algo que agrade mucho, sobre tod...