Mi amor verdadero (Emison)

Dudo que haya sido ella

Alison's pov

El tiempo pasaba volando, nuestras hijas crecían cada vez más, aprendían cosas nuevas con las que te dejaban anonadada, vivíamos nuevas experiencias, disfrutábamos de la familia y los amigos, vivíamos el momento....pero algo mejor aún y que todavía esperábamos conocer, era la pequeña pronunciada barriga de Em, ya se podía apreciar que estaba realmente embarazada. Todos los días me aseguraba de besar su abdomen antes de ir a la cama y a primera hora de la mañana; me encantaba ver la reacción que tenía sobre ella, y sobretodo el amor con el que me miraba cada vez que lo hacía. Emily era de esas personas que veías por primera vez y enseguida te venía ese pensamiento de "quiero un hijo contigo", no iba a mentir, en muchas ocasiones había tenido reflexiones sobre eso; de cómo sería tener un bebé con ella, o más bien suyo, y ahora que acarreaba a nuestra pequeña criatura en su interior, podía decir bien claro que Emily Fields esperaba un hijo mío, en cierto modo dicho.

La primera en dar a luz sería Spencer, que fue la primera en quedarse preñada; después sería Aria y por último mi morena favorita. Tuvimos nuevas noticias por parte de nuestra amiga abogada, Toby y ella nos comunicaron de que esperaban otra niña, cosa que le fastidió a Hanna porque ya era otra del grupo que rompía la cadena de tener primero una hija y después un hijo. Aria lo sabría enseguida, y en cuanto a mi mujer, estaba codiciosa de averiguar el sexo de nuestro bebé, y tenía el palpito de que llegaría un niño a nuestra casa; no se lo había contado a Em, pero había soñado varias veces de que el hijo que esperábamos era un niño, y aunque mucha gente no creyera que lo que pasaban en los sueños era una señal de algo que iba a ocurrir o bien de algo con un importante significado, yo estaba segura de que lo que mi subconsciente intentaba decirme era que llegaría un hombrecito a la familia. Sabía para mi gran pesar de que sería como mi sirena pero en chico, de que por el mismo carácter de su madre, actuaría de una manera muy similar al de ella, y trataría de proteger a todos aquellos que lo necesitaran.

No era precisamente una persona mañanera, aunque con el embarazo de mi morena, comencé a intentar despertarme antes que ella, quería sorprenderla con desayunos, o bien con un simple "buenos días" acompañado de una sonrisa, ella decía que el echo de que estuviera a su lado era suficiente, de que no era necesario que le trajera el almuerzo. Por supuesto que le iba a preparar el desayuno, y más cosas, además nuestras pequeñas también disfrutaban ayudando, sobre todo cuando hacíamos pequeñas guerras de comida en la cocina.

Me deshice del agarre de mi morena con cuidado y me levanté sigilosa para no despertarla; deseaba preparar el desayuno a todas, y para eso debía ser cautelosa. Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina donde nada más encender la luz, me vino a la cabeza el gran desayuno con el que podría sorprender a mi perfecta familia. Ahora que teníamos otro miembro de estirpe en camino, Emily debía comer por dos, por lo que me aseguraba de que se alimentara bien, siempre con sus aportes suficientes de proteínas, omegas, minerales y nutrientes necesarios. Cogí los utensilios indispensables, y me puse manos a la obra con el nuevo manjar, no es que fuera muy complicado, pero quería que quedare bien y que cuando lo vieran se quedaran impesionadas. Estaba terminando de poner la mesa cuando una voz angelical llamó mi atención; miré hacia la puerta y me encontré a Taylor con una gran sonrisa agarrada de Lauren, mientras la otra se frotaba los ojos para estar complemtamente despierta.

- ¿Has hecho tu todo esto mami?- quedó impresionada ante el variado desayuno que posaba sobre la mesa.

- Si cielo- sonreí acercándome a ellas- ¿os gusta?

- A mi me encanta mami- la pequeña morena se aferró a mi pierna.

- Muchas gracias- Tay se unió al abrazo- hay de todo.

- Claro que si- me agaché para besar las cabezas de cada una- sentaos y esperad mientras subo y despierto a mamá.

- No hace falta- interrumpió la voz de mi mujer desde el pasillo- buenos días a todas- se quedó apoyada en el marco de la puerta con una gran sonrisa.