Mi amor verdadero (Emison)

Se dio la vuelta a la tortilla

Emily's pov

El tiempo iba pasando y ya estábamos a un mes de las vacaciones de verano. Se notaba mucho en el tiempo, porque ahora ese fresco de la mañana del que tan habituadas estábamos, se había desvanecido convirtiéndose en un aire más cálido. Pero se percibía más en los pequeños, que a escasas semanas del verano, ya se mostraban alegres e impacientes de poder disfrutar de los días completos. 

Era sábado y como todo buen fin de semana, permanecía tumbada en la cama y con los ojos abiertos disfrutando del silencio mañanero con sus pequeños sonidos de la naturaleza y de la imagen de la mujer más bella del mundo: Alison. El cuerpo estaba de medio lado, con la espalda contra mi pecho, la manta medio cubría su cuerpo haciendo visible la parte de arriba, el cabello rubio apoyado en la almohada llegándome el famoso aroma del que tanto me agradaba. Me junté más a su cuerpo y lo abracé con mi brazo acariciando su mano con mi pulgar a medida que daba pequeños besos en su hombro. Ali era la culminación en persona, daba igual lo que llevara, como lo llevara, que su belleza natural hacía que todo fuera maravilloso. Me gustaba mucho la diferencia de altura que teníamos porque cada vez que nos juntábamos, podía hundirla en mi cuerpo, podía besar su cabeza e incluso su frente, en la que muchas veces abría los ojos para ver la dulce y relajada sonrisa que tenía cada vez que lo hacía, algo que originaba que se me acelerara aún más el corazón. Todo de ella era extraordinario, pero sus ojos, esas órbitas azules iban más allá, eran tan atrayentes que podías estar mirándolos durante horas, sin percatarte de lo que ocurría a tu alrededor. 

- ¿Qué hora es?- habló con esa voz mañanera tan sexy que tenía.

- Las siete y media- ladeé la cabeza para fijarme en el reloj de mesilla. 

- Aún es muy temprano- emitió sonidos graciosos- ¿podemos quedarnos más en la cama?

- Claro que si cielo, todo el tiempo que quieras- besé la parte trasera de su oreja.

- ¿Vamos a ir a alguna parte este verano?- entrelazó nuestros dedos.

- ¿Dónde deseas ir?- apoyé la barbilla en su hombro.

- Estaba pensando en Florida, más que nada porque sé que hay un parque acuático muy bueno y me gustaría que los niños disfrutaran de él- comentó dándose la vuelta.

- Me parece genial- sonreí- ¿y qué parque es ese?- puse un mechón de pelo detrás de su oreja.

- Es el parque acuático Disney Blizzard Beach, era un antiguo centro de esquí, que al derretirse formó un paraíso acuático- relató- hay todo tipo de atracciones: toboganes grandes, pequeños, áreas de juegos en las piscinas, río que recorres en un flotador gigante, piscina de olas... es una maravilla, además hay zonas pequeñas para los niños, por lo que Nate va a estar a gusto- terminó dejándome con ansias de ir.

- Veo que lo tienes preparado de hace tiempo- eché una risa.

- La verdad es que lo he estado mirando varias veces- mostró sus hoyuelos- además es ideal; vacaciones con la familia, en el agua, atracciones, juegos, hotel, cama cómoda...- se mordió el labio inferior.

- ¿Qué tiene que ver la cama cómoda?- fruncí aguantando la risa.

- Mucho- llevó el dedo hacia mi cuello arrastrándolo lentamente hacia abajo a medida que se me erizaba el pelo ante su contacto- ¿sabes que hay habitaciones insonorizadas?

- N..n..no lo sabía- tartamudeé.

- ¿No?- dijo sensual.

- ¿Y..y los niños?- tragué saliva sintiendo su mano acariciar mi estómago.

- En las suites tienes la posibilidad de que la habitación grande esté insonorizada, así que no escucharían nada- susurró mordiendo el lóbulo de mi oreja.