Y salió a la luz

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Emily's pov

Nunca antes hubiera esperado que alguien a la que apenas tenía aprecio o alguien por la que había tachado como conocido o amigo se hubiera apoderado de mi imaginación. Me refería a que no hubiese supuesto que tuviera que tener pesadillas por eso; y decía pesadillas porque el decir malos sueños se quedaba muy atrás de lo que había experimentado. Aunque la mayor cuestión era ¿por qué? ¿qué razón tuvo mi mente para hacerme sentir y vivir algo como eso? ¿qué propósito había tras la siniestra somnolencia?  ¿por qué volver a hacerme pasar por un mal trago?

Aún con el cielo oscurecido pero con ciertas clareces, estaba de pie, apoyada en la encimera de la cocina a la espera de que se terminara de hacer el líquido marrón oscurecido al que llamábamos café, aquel que era un gran aliado en circunstancias como estas. No serían más de las seis y media de la mañana, y a medida que veía el líquido caer en la taza, intentaba llegar a la idea de mi angustia, de por qué tuve que tener un sueño en el que veía cómo Darcy mataba literalmente a mi mujer, de cómo le clavaba un cuchillo y se reía mientras yo luchaba por intentar ir donde mi rubia pero con la imposibilidad de que algo me sujetaba. Aunque por fin me di cuenta que todo eso era miedo, miedo por perder a mi rubia, miedo porque por mucho que no lo mostrara en el bosque en aquel instante, tuve pánico de que algo le hubiera pasado a ella, mi mente sabía que era pavor, y si había tenido ese sueño era porque de alguna manera me estaba diciendo que necesitaba enfrentarme a ello, y sabía muy bien lo que tenía que hacer para llevarlo a cabo.

- ¿Qué haces despierta tan temprano?- susurró una voz haciendo que me alarmara.

- Ali- me di la vuelta viendo a mi rubia con los pelos despeinados y frotándose los ojos- me iba a tomar un café, ¿te apetece uno?- sugerí recibiendo una negación de su parte.

- ¿No es muy pronto aún para un café? no me extrañaría mucho en Spence, pero tú no sueles levantarte tan temprano y bebes un café- comentó confusa.

- Debe ser que el cuerpo ha querido que tomara hoy uno- encogí los hombros intentando escaparme de la situación.

- ¿Tu cuerpo?- levantó la ceja.

- Si- asentí segura.

- ¿Por qué no dejas la excusa del café y me cuentas realmente lo que pasa?- cruzó los brazos de la manera en que lo hacía cuando se ponía seria.

Estaba claro que de esta no iba a salir, Ali me conocía lo suficientemente como para saber que esto de beber a estas horas no era una costumbre mía, me leía como un libro abierto, y lo acababa de demostrar.

- He tenido una pesadilla- eché un suspiro.

- Cielo, ¿por qué no me has dicho nada?- se acercó abrazando mi costado.

- No quería molestarte- besé su cabeza.

- Emily Fields- cogió mi cara con la mano haciendo que la mirara- no es una molestia cuando algo le pasa a mi mujer, de echo, es una obligación despertarme para que en eso caso sea yo quien te achuche, me oyes?- dijo en tono de mandato mientras yo asentía a lo que decía.

A esas horas de la mañana, con mi mujer en su camisón sexy, pelo a medio despeinar y usando el tono de orden, había una ligera posibilidad de que me estuviera subiendo la temperatura del cuerpo. Bueno, a quién iba a engañar, me estaba poniendo a tono, porque mi rubia seria también era algo que consideraba de lo más sexy.

- Em, cielo- llamó mi atención.

- Perdona preciosa, ¿qué decías?- cogí la mano que sujetaba mi cara y planté un beso en ella.

- ¿Qué pesadilla ha echo que mi hermosa mujer haya tenido que desvelarse y venir hasta aquí?- dijo con dulzura.

- Uno en el que te perdía- cerré los ojos suspirando. 

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora