Emily's pov
Poco a poco el cielo se iba tiñendo de ese color naranja rojizo del que tanto acostumbrada estaba, aunque por mucho familiarizada que estuviera, jamás me cansaría de observar tal espectacular cambio de colores. Además, a eso había que añadirle el echo de que al estar en el centro de un bosque donde la naturaleza era la gran mayoría que nos rodeaba, los sonidos de los pájaros y la propia madre tierra eran parte del esplendor que se unían a lo que sería un casi perfecto amanecer. Y decía que rozaba la perfección ya que me faltaba lo más importante: el acompañamiento de mi rubia.
La noche anterior estuvimos tan fogosas que apenas recuerdo la hora en la que caímos rendidas, aunque tenía la certeza de que había sido tarde. Por eso, y aunque me hubiera encantado tener a mi mujer en un momento tan especial como este, decidí dar ese instante de paz y tranquilidad para que a la mañana se levantara descansada. Con mi café en mano, sentada en la silla con una pequeña brisa lo suficiente como para que mi cuerpo tuviera que estar envuelto en una manta y mirando hacia el frente, observé el famoso choque de colores al que nosotros lo conocíamos como amanecer.
Como mi rubia aún seguía durmiendo, decidí en sorprenderla con el desayuno, almuerzo que tomaría en la cama, tal y como lo hacían las princesas, ya que para mí ella siempre había sido una, o mejor dicho reina en este caso. Para ello me decanté por unas tortitas acompañadas de frutos rojos, un cúmulo de diversas mezclas de dulce y ácido a lo que Ali jamás diría que no. Ya con la comida en la bandeja y percatado de que su café estuviera tal y como le gustaba, y con un ramito de flores que hice con diferentes brotes que encontré cerca de la casa, me dirigí a la habitación a por mi siguiente propósito: desvelar a la rubia dormilona.
- Cielo- susurré apoyando la bandeja en la mesilla.
- Mmm un poco más- dijo con su voz mañanera.
- Te he echo el desayuno- me senté apartando los pelos que caían por su cara- y el sol ya ha salido- sonreí- aunque para mí no hay astro mayor del que estoy viendo ahora mismo.
- Em- levantó la sábana escondiendo su cara en ella- ya vale.
- ¿Qué pasa?- eché una risa uniéndome junto a ella bajo la manta- y ya el echo de que estés desnuda lo hace mucho mejor- planté un tierno beso en su hombro.
- Qué idiota eres- se dio la vuelta abrazando mi cuerpo.
- Si- asentí hundiéndola entre mis brazos- pero soy tu idiota- sonreí.
- Eso es verdad- alzó la cabeza conectando los labios en un dulce beso.
- Mmm ya echaba de menos esos labios- sonreí.
- He oído algo de desayuno- sonrió ampliamente.
- Has oído bien- eché una risa cogiendo la bandeja- te he preparado tu preferido, y encima para que lo tengas en la cama, como mi reina que eres.
- Cielo no tenías por qué- apoyó la bandeja en su regazo.
- No, pero me apetecía- besé su mejilla.
- Tomarás un cacho al menos no?- me miró con sus hermosos ojos.
- Claro que si preciosa- sonreí.
Y así, entre bocado y bocado y conversando sobre las cosas posibles que haríamos durante el día, terminamos el sabroso almuerzo que preparé a mi rubia, algo que acabó siendo para las dos. Decidimos que nos adentraríamos por el bosque a la mañana, andaríamos dejando que nuestros pies fueran nuestros guías mientras nosotras observaríamos la belleza de la naturaleza.
- Me voy a dar una ducha- dijo cogiendo la toalla y yendo hacia la puerta del baño- ¿te unes a mí?- se dio la vuelta mirándome con una sonrisa picarona.
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Mi amor verdadero (Emison)
FanfictionEmily es una joven californiana que se muda a Rosewood tras la muerte de su padre. El pueblo fue lugar donde creció su madre, y será ahí donde encuentre a su amor verdadero. Ser la nueva alumna de un instituto no es algo que agrade mucho, sobre tod...