Nos vamos de vacaciones

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Alison's pov

Hoy era nuestro primer día de viaje, nunca me hubiera esperado de la sorpresa que nos dio Emily; si algo tenía mi mujer era un gran corazón, y eso lo demostraba cada día, y sobre todo por los regalos que nos hacía. Nunca hubiera supuesto lo del viaje, aunque tenía que decir que en cierta parte, dentro de mi corazón, ya tenía una pequeña certidumbre de que algo tramaba, y fue en el día de las piscinas cuando todo chocó. Por mucho que le dijera que no hacía falta que nos diera estas sorpresas, ella siempre se anteponía y nos conmovía con cualquier cosa, ya fuera mínima. La verdad era que Emily se parecía mucho a su padre, según me había revelado Pam, Wayne era una persona a la que le agradaba complacer a los demás, no es que lo hiciera por tener algo a cambio, sino que lo hacía por sacar la mejor sonrisa que uno pudiera tener; ya podía gastarse mucho dinero que por mucho que te negaras a su regalo o sorpresa, él se antepondría, y con ese gran corazón que poseía te convencería de que era algo que merecía la pena. Emily definitivamente no andaba muy lejos, me encantaba que fuera así, aunque había ocasiones en las que me daba pena porque muchas veces no me dejaba pagar las cosas y eso hacía que me sintiera fatal, pero no sé cómo lo hacía, que siempre lograba que se me fuera esa aflicción.

Eran las nueve de la mañana y no sabía por qué me desperté a esa hora tan temprana, pero el echo de que lo hiciera antes que mi morena me hacía bastante gracia. Ahora era yo la que podría burlarse de ella diciendo que esta vez no era yo la última en despertarse. Giré la cabeza para ver a una Emily dormida apaciblemente, su pelo no estaba desparramado, aunque tenía varios mechones cayendo por su cara; una de las manos sobresalía por la sábana y en ella podía apreciar el anillo de compromiso que le puse el día de nuestra boda. Se veía hermosa tal y como estaba, su pecho hinchándose y hundiéndose por cada aspiración, los músculos de la cara relajados y esos labios tan carnosos y perfectos, jamás me cansaría de besarlos, era como una droga para mí. Coloqué el codo sobre la almohada y me apoyé en él para observar mejor a la dueña de mi corazón, esta vez era yo la que miraba y no ella; con una sonrisa me quedé estupefacta ante la belleza que tenía al lado.

- Mirar es de mala educación ¿sabes?- dijo con una sonrisa y los ojos cerrados.

- No sabía que estabas despierta- me reí- ¿y cómo te has dado cuenta de que te estoy contemplando?- alcé la ceja intrigada.

- No los tenía completamente cerrados Al- sonrió- por eso lo he sabido- se giró y se puso de la misma postura que yo.

- Hoy me he despertado antes que tu- me acerqué más a ella estando a milímetros de sus labios- no puedes decir que soy la última- murmuré conectando las miradas.

- No voy a negarlo- colocó un brazo sobe mi cintura y me pegó más a ella- buenos días- dijo acercando los labios y casi rozándolos con los míos.

- No va a ser tan fácil besarme cielo- me aparté queriendo hacerla rabiar.

Deseaba ver cómo haría todo lo que fuera por un simple beso mío, sabía que no fallaría, pero quería darle un poco de juego al asunto y no me iba a perder los intentos que haría por conectar nuestros labios. También era verdad que debía contenerme, parecía mentira pero los labios de Emily eran muy atrayentes y cuando los tenía a milímetros de mi, me instigaban a que los besara, por eso tenía que armar todo el valor en alejarme de ella, ya que si seguía pegada sería yo la perdedora del juego.

- ¿Así que deseas jugar eh señorita Fields?- hundió su nariz en mi cuello dándome pequeños besos.

Un simple roce de sus labios y ya estaba notando cómo subía la temperatura en mi cuerpo, los pelos en punta y mi deseo sexual al borde de estallar. No podía dejar que siguiera así, debía actuar rápido e hice lo primero que me vino a la cabeza; la aparté con delicadeza y me levanté de la cama mostrándola mi mejor sonrisa.

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora