Mi amor verdadero (Emison)

Chapuzón tras chapuzón

Emily's pov

Habían pasado tres semanas desde que empezaran las vacaciones, y hoy estábamos en nuestro tercer día en Florida. Decidimos ir a principios de julio porque vimos que esa semana iban a organizar unas fiestas especiales, y como no había duda que la mayoría de cosas sería para los niños, esas fechas fueron perfectas para nuestro destino. La familia Haleb se decanto por europa, tenían organizado un viaje a Alemania y otro a Bélgica, más que nada porque la rubia quería probar el chocolate, ya que era uno de los mejores del mundo, y claro como decirle que no en cuanto te ponía esos ojos. Spoby se decidió por Australia, destino que tenían en lista desde hacía ya tiempo, y ahora que tenían la familia al completo, era hora de hacer el viaje. Ezria fue a lo romántico, entre sus viajes estaban ciudades como París, Venecia, Grecia...lugares donde darían envidia de la familia tan perfecta que creaban. Cece y su familia a España, él había leído mucho sobre el país y deseaba visitarlo, además de probar la gastronomía, que tenía una puntuación muy alta comparado con otras naciones.

Sabía que regalos no iban a faltar, sobre todo de la rubia quejica, que al igual que mi mujer, te podían venir con cuatro bolsas enteras de cosas; sin duda alguna les encantaba hacer compras. Tal y como acordamos, hoy iríamos al parque acuático, que por cercanías del hotel, lo teníamos a menos de quince minutos. Eso era un plus, porque no tendríamos que levantarnos tan pronto como lo hicimos la última vez para coger el bus y que éste nos llevara al lugar. Una de las cosas que me gustaban del verano era que amanecía antes, lo que significaba que para las siete y media ya podías ver un cielo casi despejado, además de ser un plus para apreciar la hermosura de mi mujer. Los turistas, como nosotras, se levantaban temprano para aprovechar todo el día, y es que con la buena temperatura que hacía, daban ganas de quedarse fuera, sobre todo a la noche, donde la mezcla de fresco y calor creaba una atmósfera muy buena.

Cogí el móvil de la mesilla para ver la hora y darme cuenta que estaba cerca de ser las ocho, y después llevé la mirada al balcón donde los rayos de sol ya habían empezado a adornar el lugar. Hoy íbamos a tener un buen día, lo que significaba que la crema de sol y los gorros no podían faltar, al fin y al cabo pasaríamos todo el día en el parque acuático, y no queríamos terminar quemadas, sobre todos los niños, y más Nate.

Aparté la sábana de mi y me levanté con cuidado para no despertar a la rubia de al lado. Una vez de pie, estiré los músculos y anduve hasta el balcón sintiendo los primeros toques cálidos del sol. El cielo estaba casi azul y ya se podían ver las primeras personas pasear y hacer deporte por la calle. Yo era una persona madrugadora, de esas que veías corriendo temprano o incluso paseando, sin embargo, Ali era lo contrario, cuanto más pudiera dormir, no lo desaprovecharía, y eso me encantaba. Adoraba que mi mujer fuera así, que gruñera cada vez que tuviera que levantarse, que pusiera caras e incluso que se quejara como los niños, porque la sonrisa que tenía cada vez que lo hacía no se me iba de la cara.

- ¿En quién pensabas?- sentí dos brazos rodear mi cintura.

- ¿Tengo que responder a eso?- sonreí ampliamente- creo que sabes la respuesta.

- Tal vez- apoyó la frente en mi espalda- pero me gustaría oírla de ti.

- Bueno- me di la vuelta cogiendo sus manos- estaba pensando en lo bonito que se va a poner el día.

- Mentira- me dio un golpe con su puño- las dos sabemos que no es eso.

- ¿Estás segura?- levanté la ceja retandola.

- Muy segura- asintió la cabeza.

- Vale, estaba pensando en...- me quedé pensativa- oh si, en lo que vamos a hacer hoy.

- Claro- rodó los ojos haciendo que echara una risa.

- Será posible que seas tan adorable- cogí su cara- oh Alison Fields, tu eres la que siempre ocupa mi mente, de la que he estado pensando hace unos minutos y de la que lo estoy haciendo ahora mismo- sonreí- no paro de pensar en tí, ahí tienes tu respuesta.