Mi amor verdadero (Emison)

Tenías razón

Emily's pov

Estábamos a viernes, principios de marzo, y hoy tenía cita con el ginecólogo para averiguar por fin el sexo de nuestro bebé; no podía eludir en mostrar las ganas que tenía de ver si nuestro siguiente hijo sería chica o chico. Aria, según su médico, estaba a dos semanas de dar a luz, elegir el nombre de su hija no fue tan difícil como esperaron, ya que con la ayuda de Chelsea, decidieron en que la nueva inquilina de la casa se llamaría Carol. Era un nombre de origen germánico; le gustó mucho a Chelsea, y como la niña estaba tan feliz, sus padres decidieron en nombrarla así. Algo curioso y que nos encantó fue que la pequeña morena había decidido en hacer un book de todos nuestros hijos, en cuanto naciera el último, que sería nuestro bebé, y así poder tener un gran recuerdo de cuando eran diminutos; la verdad es que las más eufóricas fueron Ali y Hanna, estaban hechizadas con la idea de nuestra amiga romántica.

Spencer dio a luz a su segunda hija, me acuerdo perfectamente del día porque Toby nos llamó a la madrugada para decirnos de que su mujer ya estaba de parto; y en menos de una hora, estábamos todos allí, sus padres y suegros incluidos, a la espera de ver a la recién nacida y poder darle la bienvenida al nuevo mundo. El nombre que seleccionaron la pareja fue Hailey, estuvieron entre varios, pero al final escogieron ese porque a Toby le encantó, y como la abogada deseaba que esta vez fuera su marido quién decidiera, su segunda hija se llamaría así. Por lo que la única que faltaba por dar a luz era yo, y según los cálculos que hicimos, saldría de cuentas a finales de verano. Cece y Jason tenían a Katie y Lucas; Hanna y Caleb a Natalie y Daniel; Spencer y Toby a Katherine y Hailey; Aria y Ezra a Chelsea y Carol; y nosotras a Taylor, Lauren y nuestro siguiente bebé, aunque no habíamos elegido el nombre, ya que primero teníamos que saber el sexo. Cada uno estaba rebosante de felicidad con su familia, no había más que ver las caras que poníamos por cada mirada que enviábamos a nuestros hijos; eran unas copias nuestras, pero como decía yo, eran perfectos duplicados aunque más excelentes aún.

Estaba despierta ante la oscuridad que radiaba la habitación, ni siquiera eran las siete de la mañana y mis ojos decidieron en que era suficiente el descanso que habían hecho, por lo que a cuarenta minutos exactos antes de tener que levantarme, me mantenía tumbada junto a la mujer más maravillosa del mundo, la persona que lograba dejarme sin aire. No era necesaria la luz para poder apreciar la hermosura que radiaba Ali; aún en la oscuridad, era capaz de ver su alborotado pelo rubio, escuchar las respiraciones profundas indicando que dormía apaciblemente, observar parte de esos voluptuosos labios tan apetecibles, notar el cálido tacto de su mano rozar con mi vientre...todo de ella me enloquecía. Disponía de suficiente tiempo para observar a la belleza que tenía como esposa, pero fue en el momento en que giré la cabeza para darla un diminuto beso en la frente cuando me vino a la cabeza el recuerdo de San Valentín que pasamos, y menudo instante.

Flashback

Era 14 de Febrero, el gran día de los enamorados, y como tal fecha, había organizado algo para mi rubia, claro que era sorpresa, por eso hasta que no llegara la noche no lo vería. Pasaríamos parte del día con nuestras princesas, y después a medianoche, las íbamos a llevar a casa de mi madre, ya que Katie y Lucas se iban a quedar en casa de los padres de Ali, y para que las dos abuelas tuvieran compañía decidimos en que así sería mejor, y ya el siguiente día nos reuniríamos toda la familia para una comida. Me desperté tras oler un aroma muy rico que hizo que la tripa sonara pidiendo que metiera alimento al cuerpo; abrí los ojos y me encontré con esas órbitas azules que tan enamorada me tenían, pero no solo eso, si no que tenía otros dos pares de ojos al lado observándome con una sonrisa. Ali sostenía la bandeja con el desayuno, mientras que Taylor y Lauren llevaban las servilletas y los dibujos que anteriormente hicieron en el colegio; ver esa estampa era algo que alguien tan afortunada como yo podía disfrutar; mi mujer y nuestras preciosas hijas a las que tanto adoraba.