Sorpresa sorpresa...

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Emily's pov

Había pasado una semana desde que tuviera el accidente, bueno decir que lo había tenido se quedaba en el aire, ya que Caleb y Toby coincidían en que no fue realmente un incidente, por lo que se pusieron a trabajar para averiguar al culpable. Ali deseaba estar al tanto de cualquier noticia, ya fuera mínima, porque en cuanto supiera el o la responsable de lo que me ocurrió, sabía que mi rubia sacaría su lado salvaje. Y pobre de aquel individuo, ya que todo el mundo que conocía a mi chica sabía que si alguien causaba sacar su lado oscuro, no saldría muy bien de la situación. Cada vez que recordaba que la dueña de mi corazón tuvo una trifulca con un policía y que casi terminó arrestada, se me formaba una gran sonrisa en la cara, pero no por el echo de que desatacara a la autoridad, si no porque sacaba su lado más guerrero en cuanto alguien dañaba a sus seres queridos, y nadie podía pararla en eso. 

Si alguna vez me preguntaran que describiera a mi mujer, lo haría encantada, pero creo que todo lo que diría no sería suficiente para englobar a una doncella tan maravillosa, vamos que me quedaría corta. Podría decir que Ali era increíble, y realmente lo era, pero los adjetivos siempre iban más allá en cuanto se refería a ella, no era sólo prodigiosa, era mucho más que eso, y el echo de que no hubiera vocablos con los que poder describirla me jorobaba, claro que luego me daba cuenta que no sólo eran necesarias las palabras, sino que las acciones también. Por lo que las dos en conjunto, creaban lo que sería la perfecta combinación de cómo era mi rubia. 

Abrí los ojos encontrándome con la luz intentar traspasar los huecos de las cortinas, pero como aún no era muy luminosa, las persianas nos mantenían en la oscuridad, aunque no en una plena. Gire la cabeza para observar a la hermosura que tenía al lado, todavía no era la hora de levantarse, por lo que poseía suficiente tiempo para admirarla. Una fina tela cubría por la mitad la esbelta figura de mi mujer, la piel suave rozaba la sábana haciendo que de vez en cuando resbalara un poco por el cuerpo y dejándome más visión de ella. Cabello rubio despeinado, ocultando parte de la almohada y su cara, pero haciendo así que fuera aún más preciosa, y para mejorar más la cosa, emitía pequeños sonidos conocidos como "ronquidos", algo divertido para mi. Llevé los labios a la parte trasera de su hombro, y los planté dando un pequeño beso, sintiendo la electricidad viajar por ellos. Lentamente, comencé a subir para arriba mientras sentía la carne de gallina ante el contacto de mi boca con su piel, conocía muy bien que alguien se estaba despertando y en cuestión de segundos apreciaría esas órbitas azules que tanto adoraba. 

- La gente habla sobre el paraíso, pero para mí el paraíso es esto, tu, los niños, estos despertares, ver los amaneceres- se giró mirándome con una sonrisa- no lo cambiaría ni por todo el oro del mundo.

- Creo que las dos estamos de acuerdo en eso- besé sus labios con ternura- buenos días preciosa, ¿qué tal has dormido?

- ¿Es eso una pregunta?- me miró ingenua.

- Creo que si- eché una risa- supongo que he marcado bien la interrogación.

- Creéme, lo has hecho- sonrió- pero no me refería a eso- me miró profundamente- siempre que duermo contigo es como estar en las nubes, me encanta que me abraces, me des cariñitos- cogió mi cara con las manos dándome un beso en la mejilla. 

- Te quiero- dije enviándole una mirada amorosa, cargada de afecto positivo, una mirada profunda y suave, donde podía observar con detenimiento el interior de Ali. 

- Yo también te quiero- sonrió pudiendo ver mejor su cara ya que había amanecido.

Nos quedamos contemplándonos durante un instante, azules conectando con marrones, sonrisas por ambas partes, y poco a poco, las respiraciones se fueron uniendo hasta que los labios chocaron en un apasionado beso. Lo que empezó siendo un dulce beso, terminó siendo uno más profundo, donde las lenguas luchaban por llevarse la victoria y me hundía ante su alma. 

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora