La llegada

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Emily's pov

Desperté por el toque de la mano de mi mujer que sentí en el brazo; sabía que eso indicaba que habíamos llegado porque no habría otra razón para desvelarme, a menos que fuera algo grave, claro. 

Abrí los ojos y me encontré con esas órbitas azules que tenía el placer de ver cada mañana. Una gran sonrisa se formó en mi rostro, era imposible no mostrar esa felicidad cada vez que veía a la rubia que más amaba en todo el planeta. Y lo que hizo de ese despertar aún más inolvidable fue que tras sonreírnos mutuamente acercó sus labios a los míos y los besó delicadamente, dejándome en mi habitual estado de anonadada.

En cuanto nuestras bocas se separaron, giré la cabeza viendo la cara posada entre dos asientos de una feliz rubia que nos observaba como si de su crush se tratase. 

- Veo que has dormido bien eh?- habló aún con esa sonrisa en la cara.

- ¿Cómo es que siempre estás en el momento oportuno mirándonos?- reí pellizcando su nariz. 

- Oye- sonrió- ya tengo práctica.

- De eso no hay duda- comentó Ali cogiendo a Nate en brazos.

Nos levantamos de los asientos y cogí la mochila donde llevábamos parte de nuestras cosas en caso de que las maletas se extraviaran. Ayudé a Han con los niños y fuimos saliendo según nos fueron indicando las azafatas. 

- ¿Cuándo vamos a llegar a la casa mamá?- preguntó Lauren con su mano agarrada a la mía mientras nos dirigíamos al área de recogida de equipaje. 

- Hoy nos quedamos en un hotel a dormir y mañana cogemos otro avión que nos va a llevar a la casa de verano- sonreí al ver que una azafata se acercaba a nosotros con Kira, sabiendo que eso iba a a legrar a los niños.

- Kira!- dijo feliz- mira mamá, ya está con nosotras- cogió la correa que sujetaba a nuestro cachorro. 

Me agaché para saludar a la perra; había sido su primer vieja en avión y estaba feliz de volver a verla y que estuviera así de bien. 

- Hola campeona- besé su cabeza- estamos felices de que estés de vuelta- sonreí por lo boyante que se veía el cachorro. 

- Eh tu, la del perro- oí decir haciendo que girara la cabeza- tengo tu maleta- observé cómo se le creó una gran sonrisa.

- Tranquila Han, las cosas buenas las tengo aquí- reí victoriosa conociendo bien a la rubia quejica. 

Para cuando todos cogimos el equipaje, salimos fuera y pensamos en cómo llegar al hotel. Como la idea apropiada era coger un taxi ya que los horarios de los autobuses no eran muy abundantes, Aria se ofreció voluntaria para acompañarme en el metro porque los animales no eran admitidos en los taxis.

Quisimos esperar hasta que estuvieran todos de camino, aunque sus quejas fueron más altas y nos mandaron que fuéramos yendo porque nuestro camino todavía era más largo. 

- ¿Hacía cuánto no hacíamos esto de venir todos juntos de vacaciones?- cuestionó la pequeña morena según andábamos. 

- Si te digo la verdad, creo que desde que éramos adolescentes- eché una risa- me alegra saber que todos hayamos coincidido en esto.

- Antes nosotras y ahora igual pero cada una con su familia, es como seguir una tradición- sonrió llevando la mirada a la pantalla del móvil que nos guiaba hacia la estación de metro más cercana.

- Me gusta cómo suena eso- sonreí- gracias por acompañarme, aunque no hacía falta.

- Em, no iba a dejar que fueras sola, además creo que todos estamos de acuerdo con la idea, por lo que no tienes nada más que decir al respecto- me sonrió- no veas lo que me ha costado ganar la batalla contra Han, seré pequeña pero matona.

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora