Sigue la noche

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Emily's pov

Ahí estaba, saboreando cada segundo a medida que la rubia que tenía delante me enviaba miradas sensuales mientras se quitaba lo único que mantenía sus partes tapadas, no bebimos mucho, pero el alcohol hizo que mi cuerpo se calentara más de lo que estaba. Se podía oír perfectamente la música desde aquí, aunque mi única atención iba a mi mujer, a la que estaba comiendo con la mirada, la que me había dejado absorta y a la que estaba deseando dar placer. Se acercó lujuriosa y comenzó a quitarme el vestido, exponiendo mi ropa interior, no tan sexy como la de ella, pero suficiente sugestiva como para conseguir que se mordisqueara el labio inferior.

Estábamos cara a cara, a milímetros de rozar nuestros labios, las pupilas de Ali se dilataron de tal manera que no había espacio para apreciar el color azulado de sus ojos, apostaba que yo estaba igual, nuestras respiraciones se agitaban cada vez más, nos encontrábamos en una sala, lo bastante asequible como para poder entrar dos personas y tener su momento de pasión. En ese instante, sólo existíamos Ali y yo, era nuestro mundo, no había nadie más. Aunque se escuchara el ruido de la fiesta, ella y yo sabíamos bien que una vez dentro de nuestro núcleo, todo lo demás era secundario. Rodeé su cintura con mi brazo pegándola más a mí, noté su cálido aliento recorrer por la abertura de mi boca, estaba ansiosa por besarme, podía notar el deseo en sus ojos, no iba a engañar, la verdad es que yo estaba que me moría por volver a sentir esos labios; una simple rozadura de ellos y ya podía apreciar explotar mi cuerpo. No aguanté más, cogí su mano y la llevé hacia la pared empujándola delicadamente contra ella; soltó un gemido por el contacto frío del muro contra su espalda, momento en que aproveché a unir nuestros labios e introducir la lengua al instante.

Me sentía viva, Ali me daba toda esa energía que tenía, mi corazón iba a mil, podía notar cada golpe que daba chocar contra mi piel, pegué nuestros cuerpos para crear más fricción, y fui bajando la mano lentamente tocando cada parte del torso llegando hasta su área. Separó las piernas para que tuviera mejor acceso, y sin apartar la mirada de ella, introduje dos dedos lentamente captando cada expresión que hacía; al principio noté tensar los músculos vaginales, mis dedos estaban teniendo dificultad en llegar al fondo, sabía que lo estaba haciendo a propósito, ya que de lo normal lograba penetrarla al instante.

- ¿Jugando sucio eh señorita Fields?- sonreí deseosa de entrar en el juego.

- No sé de lo que me está hablando- puso cara de niña buena.

- Creo que lo averiguará en nada- llevé los labios a su cuello decorándolo con diminutos besos y recibiendo pequeños gemidos por su parte.

Estaba disfrutando de mi dulce baño de besos, acariciaba mi espalda con sus dedos, de arriba a abajo; qué equivocada estaba al pensar en que no iría más lejos; Alison Fields, habías echado tu carta, pero ahora era mi turno. Mantenía los dedos en sus partes, todavía estaban a medio entrar e hice lo que sabía que haría que se rindiera ante mí. Chupé y mordí su cuello, en su punto débil, donde me aseguraba que caería ante mi, pude sentir enseguida la relajación de los músculos, dejando paso a mis dedos e introduciéndolos por completo.

- Emily! Ahhh- decía a medida que metía y sacaba los dedos a un ritmo acelerado.

Seguía con mi trabajo, nuestros cuerpos pegados y creando fricción, los dedos de mi rubia intentando aferrarse a mi espalda pero teniendo dificultades por el sudor que teníamos, hacía mucho calor, la habitación no era muy grande y el echo de estar haciéndolo ahí creaba más bochorno. Aún así no paramos, no había nada que nos detuviera, sólo estábamos ella y yo metidas en un diminuto cuarto hundiéndonos en nuestro amor. Ali no hacía más que gemir y echar la cabeza hacia atrás de puro deleite, de vez en cuando la besaba, otras veces me centraba en su cuello para poder oír eso perfectos suspiros que eran melodía para mis oídos. Cuando noté que ya no podía aguantar más, que me pedía a gritos que dejara que se liberara, saqué los dedos y sentí enseguida el líquido caer y mojar mis dedos, cerró los ojos recobrando el aire.

Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora