Lo malo acaba y llega lo bueno

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Alison's pov

Apenas había pegado ojo de la noche anterior, no podía creer que me hubieran escondido eso durante tanto tiempo. Me dolía el echo de que decidieran que me lo dirían la última por pensar que me afectaría más, y no andaban equivocadas; me repateaba que la persona causante del accidente de mi mujer se fuera con las manos vacías, y que no hubiera pruebas me cabreaba aún más. Pero una cosa era eso y otra era callarse la boca hasta que la verdad saliera de la manera menos deseable posible, tal y como ocurrió, en cuanto salió por la boca de Hanna todas se quedaron atónitas, ya que no esperaban que me enterara así. Aunque de una manera u otra, lo que más me afectó fue que Em me lo hubiera escondido y callado durante tanto periodo, entendía su postura, pero me hubiese gustado enterarme por ella y no por la bocazas de Hanna. Comprendía en cierto modo la razón por la que no lo comentara, aunque eso no evitó que notara cómo mi corazón se partió en el momento en que nuestros ojos conectaron, y con la mirada casi nublada por las gotas que querían salir y la voz rota, cogí mis pertenencias y abandoné el lugar porque no deseaba estar más ahí. 

Casualidades de la vida que a cinco minutos de estar andando comenzó a llover, algo que ocurriría perfectamente en las películas, y como tal, no me importó, dejé que la lluvia cubriera mi cuerpo de gotas más grandes, porque al fin y al cabo mi cara ya era un mar de lágrimas. En cuanto llegué a casa me sequé y fui directa a la cama, turbándome con la esperanza de poder dormir aunque fuera una hora, pero no fue así, porque necesitaba lo más importante en mi vida: el calor de los brazos de los que tan acostumbrada y tanto adoraba. Necesitaba el cálido tacto de su cuerpo, las caricias de sus manos, los besos en la cabeza, palabras que me calmaban, pero ante todo su muestra de amor, moría por ella, pero sabía que aquella noche no compartiríamos lecho. Y ahora estaba en una cama vacía, con los ojos abiertos, ojeras bajo los párpados, suspiros saliendo por mi boca, la mano apoyada en su lado,  sola, triste, en silencio, donde los primeros rayos de sol comenzaron a salir y atravesar la ventana llegando hasta mi cuerpo. Hubiera sonreído ante el tacto del calor que estaba recibiendo, pero no me sentía con fuerzas ni quería hacer trabajar a los músculos cuando la única razón por la que lo hacía era por ver esos hermosos ojos que tanto añoraba.

Me senté en el borde de la cama, observando la decoración de la habitación y recordando el día en que la completamos, de lo sexy que estaba mi morena con esa camiseta con los bordes abiertos pudiendo ver así mejor su cuerpo, y de como terminamos haciendo el amor. Pero la mirada se me paró en el sinfonier donde teníamos varias fotos nuestras, y en concreto paré ante una muy adorable de Em con Tay cuando era pequeña. Mi morena la tenía en brazos mientras nuestra hija sostenía su muñeco con la mano, pero si decía que la imagen era encantadora, era el echo de que salió de la manera menos prevista. Recuerdo muy bien el día porque estábamos tomando algo en un bar y Em colocó a nuestra princesa en su regazo a medida que la otra se divertía con su juguete, y fue el instante en que decidí sacarles una foto cuando nos pusimos a llamar a Tay para que mirara a cámara, terminando así en una de las fotos más admirables que había sacado, donde mi morena miraba a nuestra hija con amor mientras la pequeña centraba la mirada en mí.

 Recuerdo muy bien el día porque estábamos tomando algo en un bar y Em colocó a nuestra princesa en su regazo a medida que la otra se divertía con su juguete, y fue el instante en que decidí sacarles una foto cuando nos pusimos a llamar a Tay para...

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Mi amor verdadero (Emison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora